Tras la agónica victoria del miércoles pasado ante el Oporto, el Atlético tiene una oportunidad de oro de conseguir esta noche su segunda victoria en esta Liga de Campeones y evitar, al menos de momento, las agonías de ediciones pasadas en pos de ese (mal) llamado maná u “objetivo mínimo” en esta competición. La oportunidad es “de oro” porque su rival esta noche en el Bay Arena, el Bayer Leverkusen, ha comenzado la temporada de forma muy irregular y esta con su entrenador, el suizo de origen gallego Gerardo Seoane ‘en la cuerda floja’, que se suele decir: una derrota frente al Brujas en el primer partido de Champions, humillante derrota ante un conjunto de la cuarta división en la primera ronda de la DFB-Pokal y 4 derrotas, un empate y solo una victoria en los seis partidos de Bundesliga lleva disputados hasta ahora.
Cara al encuentro de esta noche, resulta un tanto complicado analizar al Leverkusen desde un punto de vista táctico porque, probablemente, debido al más que negativo inicio del equipo, Seoane ha movido bastante el equipo, tanto a nivel de esquema (un 4-2-3-1, en la mayoría de los encuentros y un 3-5-2) como a nivel de jugadores.
En los últimos días del mercado de fichajes, el conjunto alemán incorporo al ingles Hudson-Odoi, cedido desde el Chelsea y estuvo a punto de conseguir la repatriación de Robin Gosens desde el Inter de Milan; con esos mimbres, uno sospechaba que Seoane apostaría por un 3-5-2 con los citados como carrileros; pero la no llegada del alemán ha hecho que se decante por el 4-2-3-1 en la mayoría de los partidos y esto es lo que probablemente ocurra esta noche.
El finlandés de origen eslovaco Hradecky es indiscutible en la portería; el holandés Frimpong, criado en las categorías inferiores del Manchester City, también lo es en el lateral derecho en defensa de cuatro (si Seoane apostase por defensa de 5, habría que ver si es éste o Hudson-Odoi quien ocupase la posición de carrilero derecho); centrales, dos a elegir (o tres a no elegir) entre Tah, Tapsoba y el colombiano Hincapié; pero es que este último también puede ejercer de lateral izquierdo si se apostase por un perfil mas conservador y defensivo de lateral izquierdo en defensa de 4. La otra opción para el lateral izquierdo es el otro holandés, Mitchell Bakker, quien sería titular indiscutible en defensa de cinco. Lo dicho, un galimatías motivado por los numerosos cambios de esquema y de posición a los que han llevado a Seoane los resultados y la fragilidad defensiva (16 tantos en ocho partidos); y aquí tiene que estar la gran oportunidad del Atlético de Madrid, en atacar esa fragilidad y falta de confianza.
Porque, de medio campo para adelante tienen una estructura bastante mas definida y jugadores de una cierta calidad, aunque, en ningún caso, comparable a la del Atlético, sobre el papel. Con la lesión el pasado fin de semana del argentino Exequiel Palacios, que no llegara a tiempo, nos quedan tres hombres para dos (o tres posiciones): el chileno Aranguiz y los alemanes Andrich y Demirbay. Si seguimos apostando por el 4-2-3-1, parecen tener mas opciones Aranguiz, de más trabajo recuperador e intensidad y Demirbay, no exento de cierta calidad.
Y delante, pueden empezar los problemas si no andamos listos en defensa porque, aunque no estén excesivamente inspirados en este inicio de temporada, tiene el Leverkusen un puñado de buenos futbolistas que podrían ‘renacer’ en cualquier momento: el citado y habilidoso Hudson-Odoi, el iraní Azmoun, un 9 puro, Adam Hlozek, la joven promesa checa (18 internacionalidades ya con apenas 20 años), fichado este verano del Sparta de Praga como extremo izquierdo por la nada despreciable cantidad de 13 millones de Euros; y el mayor talento de este equipo, y con mucha diferencia, a día de hoy, el también checo Patrick Schick. Un jugador con una calidad extraordinaria, con un ‘pie’ (que dicen ahora por ahí) exquisito, con un talento y una imaginación a la altura de pocos… también, con una irregularidad y una falta de gol notables. Pero, Atleti, mucho cuidado con este chico (solo para dar un detalle, su valor de mercado, a día de hoy, según Transfermarkt, es de 50 millones de euros). Aunque, desde que diese el salto a la Sampdoria en 2016, siempre ha estado en las listas de las grandes de Europa (del Atleti, incluso) y lleve 17 goles en 33 partidos con su selección, le falta un punto de regularidad, un punto de sangre, un punto de «algo” para ser el delantero de uno de los grandes de Europa. En todo caso, si no esta enfrente y tiene el día inspirado, es para sentarse con un cuenco de palomitas a verle jugar.
En resumen, la formula secreta, sobre el papel: no descuidarse en defensa y atacar, atacar y atacar su fragilidad defensiva.
Item más: Ha tenido suerte el Atleti y muy mala el Leverkusen y el propio jugador de que Florian Wirtz esté lesionado de gravedad para varios meses. Un medio ofensivo con un talento descomunal y que, si se recupera bien de la lesión, no durara mucho en Leverkusen. (Frente a los 50 millones de euros de Schick, 70 de Wirtz, siempre según Transfermarkt. Ojo al dato, que diría el maestro Garcia).
