¿Y si nos queda otro cabezazo por gritar?
La noticia saltaba la semana pasada y sacaba a relucir el enésimo debate en el seno de la hinchada rojiblanca: ¿Sería bueno traer a Godín? Yo digo sí. Sí. Rotundo, además. Diego Roberto Godín Leal sería un refuerzo de extraordinaria calidad para apuntalar una zaga en la que, precisamente, no vamos sobrados de efectivos. El sistema de tres centrales necesita de un jugador más capaz de dar refresco cuando así lo exija el calendario o,...
Respetar el legado
Las segundas partes nunca fueron buenas. Solamente El Padrino y El Quijote se han atrevido a contradecir esta verdad universal. Tal vez Simeone sí esté a la altura del genio de Coppola o de Cervantes, pero el Godín actual se asemeja más al Pacino de 88 minutos que al prodigio que dio vida a Michael Corleone. La historia del ‘Faraón’ en el Atlético de Madrid bien merece un puesto de honor en el panteón rojiblanco. Sus...
¿Qué nos queda?
Nos quedan un buen puñado de momentos imborrables: el cabezazo de Barcelona, también el de Lisboa, nos queda ese gesto de raza uruguaya imperecedero, el día del Athletic que trajo el recuerdo de Arteche, la sangre, real y figurada. Nos queda aquella vieja sensación de seguridad, de impenetrabilidad, el confort de sentirse siempre en la seguridad del hogar. Nos queda el gesto contrariado de la incomprensión y después el trabajo...
Separaciones, fotos y venéreas
Jugadores como Godín suelen encajar bien en el Atleti, donde la sangre caliente siempre es bien acogida. El uruguayo es un futbolista de otro tiempo, en blanco y negro, que rimaría sin problema con Griffa u Ovejero. De los que al cabecear un balón te salpica de vigor, jerarquía y antecedentes penales. De los que aún celebra los goles con un grito y alzando los brazos con rabia, sin el ritual de gestos, besos y burocracia que luce...
La victoria más bonita del mundo
El reloj marcaba algo más de las ocho de la tarde, De Burgos Bengoetxea pitaba el final del partido y, sin saberlo, daba el inicio de un segundo encuentro. Los 11 jugadores del Atlético de Madrid que en ese momento se encontraban en el terreno de juego iban, uno a uno, abrazando a un uruguayo, de nombre Diego, que en ese momento portaba el brazalete de capitán. Sobre el terreno de juego empezaban a llegar una serie de objetos de metal...