Se cumplía el minuto noventa y cinco del partido y el árbitro, Clément Turpin, señalaba el final. El Atleti estaba eliminado de la Champions en fase de grupos, el empate a dos con el Leverkusen era insuficiente para seguir con aspiraciones en la última jornada de la competición. Los jugadores enfilaban cabizbajos el vestuario, los aficionados masticaban su rabia en la grada, en los salones de las casas había manotazos al sofá, en los bares silencios, lamentos, cuando de repente se instaló un rumor, y la imagen de Turpin con su dedo en el pinganillo reinició todo de nuevo. El VAR le avisó de un penalti por manos de los de Xabi Alonso. El colegiado fue a la pantalla a revisar y pitó. Fue una especie de vuelta a la vida, de resurrección inesperada. Como si alguien hubiese decidido retroceder todo un par de minutos y volver a la tensión anterior, a la agonía anterior, al desespero anterior. Pero con la ventaja de un penalti. Todos se miraron en la grada, en el salón de casa y en el bar, y esperaron los eternos minutos que Carrasco tardó en colocar la pelota en el punto fatídico. El belga le pegó mal, el portero coronó su actuación con una parada determinante, pero no terminó ahí el suplicio, fue una tragedia en tres actos, porque el rechace le cayó franco a Saúl que cabeceó y parecía gol, pero fue larguero, y la pelota expulsada por la madera fue a parar a los pies de Reinildo que remató lo que parecía el gol que llegaba hasta que un defensa del Leverkusen se interpuso in extremis y salvó de nuevo. Entonces sí, con los corazones ya detenidos, de infarto o de incredulidad, llegó el fundido a negro, terminó el partido, el éxtasis interrumpido. Empató el Atleti, que fue como perder, y quedó sin opciones de jugarse el todo por el todo en Oporto. Fracaso.
Lo que ocurrió antes de ese final esperpéntico fue un partido a pie cambiado, con un Atleti siempre a remolque ante un rival que parecía menor, desvalido, pero que en dos errores de Griezmann y Correa castigó para ponerse por delante en el marcador. Tuvo contundencia y el Atleti necesitó luchar contra sus miedos y contra el marcador. Empató Carrasco, pero de nuevo se adelantó el Leverkusen y se llegó al descanso en medio de la duda más absoluta. Los cambios de Saúl y Rodrigo de Paul cambiaron el partido tras el descanso, subió la intensidad, el estadio se conectó y las ocasiones, no demasiado claras, empezaron a llegar. Llegó el empate con un tiro desde la frontal del mediocampista argentino y el volumen se elevó al máximo. Asedio, contras que cortaban la respiración, más asedio, Cunha por Morata, Joao por Giménez a la desesperada y al final, llegó el principio. Ejercicios de fuerza para los nuevos corazones atléticos que comienzan a saborear que ni siquiera los fracasos son simples, sino que, como este, son servidos en bandejas de angustia, donde se mezcla todo, la alegría y la pena, la euforia y la desesperación, nada es relativo, todo es inexplicable. Un fracaso, uno de los desacostumbrados, pero no un fracaso cualquiera, un fracaso con la autenticidad propia del Atlético de Madrid.
Foto: Getty Images
27 octubre, 2022
El atlético, no quedó ayer eliminado. Un equipo que de 5 partidos gana 1, «no merece pasar a octavos». Y ese equipo fue el atlético.
Cuando las diferencias entre Barsa y Madrid, son de bastantes puntos de diferencia, el Cholo con razón alude a la diferencia de presupuestos entre los primeros y el atlético; Pues, bien, en la Champions debería de hacer lo mismo. DE los 4 equipos que formaban elll grupo del atlético, nuestro equipo es el superior en presupuesto y jugadores, pero a lo peor, queda el último.
Este año el club, ha tenido que fichar a coste 0, y ahora después de la bestial pérdida económica, si las cosas no cambian, será peor. Además habrá que vender por debajo del valor de los jugadores, ya que muchos querrán irse, y por otro lado el club no va a poder asumir muchas fichas por su cantidad.
Yo sé que el atlético de Madrid, no tiene equipo para ser campeón de la Champions, pero estoy seguro de que tiene grandes jugadores con talento, para realizar una mejor campaña en Europa.
El entrenador después de más de 11 años, parece que aún no sabe a que quiere jugar. A nadie en la Historia del atlético se le dieron tantas oportunidades como al Cholo, pero bueno como esto no cambie, algo tendrá que pasar.
27 octubre, 2022
Primero, no fue penalti. Esta basura de decisiones ridículas, en acciones intrascendentes, por normas imbéciles, y a «cámara lenta» desactivando el ritmo de juego y desvirtuando la esencia de este deporte, toda esa basura que es el VAR, me toca mucho las narices. Tan no fue penalti, que si esa escandalosa decisión arbitral se la hubieran regalado al malhadado vecino en las mismas circunstancias, con el partido acabado, hubiéramos clamado al cielo echando pestes de todo y abominando de la última arbitrariedad de decisión con la que se adulteró el enésimo resultado de un partido en favor del de siempre.
Segundo. Ya que no fue penalti, me parece bien que no lo metiéramos, pero como somos una verdadera calamidad lanzándolos, que debemos de tener el peor porcentaje de acierto de toda el mundo, pues ya que los pateen directamente a fuera de banda y así nos ahorramos el disgusto.
Tercero. Que la piara de mandriles se descojone en nuestra cara, a estas alturas de la vida me afecta nada, pero resucitarle al Pupas una y otra vez de forma tan ridícula para que, encima, se lo pasen tan bien a nuestra cosa, ya clama al cielo. Y hablando de cielo, que el cabronazo del dios futbolero es un cerdo madridista que intercede una y otra vez por ellos, es cosa archisabida, pero que encima se solace con nosotros jodiéndonos de forma inmisericorde y cad vez más rocambolesca, ya solo puede juzgarse como sadismo sobrenatural.
Último. Todas las fases de grupo de los últimos 5 años han sido penosas. En esta web, afortunadamente, ya se pueden leer últimamente críticas, moderadas, de los periodistas hacia el entrenador. Pues no siempre hay que cultivar la virtud de la moderación.
27 octubre, 2022
Me duele ver a gente refocilándose en el lodo con deleite babeante.
28 octubre, 2022
Hola, ¿no será todo un espejismo? Me explicaré:
El club es un desastre desde hace mucho tiempo, tanto económicamente, como deportivamente, como en planificación deportiva, en comunicación, fichajes y ventas delirantes, no hace falta que ponga ejemplos de esto último.
Simeone ha corrido un velo y ha tapado esas verguenzas durante todo este tiempo gracias a los resultados que ya conocéis, y cada año con los jugadores que ya conocéis.
Ahora mismo ni el entrenador, ni los jugadores, ni el club ni la afición estamos a la altura a la que nos estábamos acostumbrando y no están dando el máximo precisamente… a ver cómo acaba todo esto.
Seguro que cuando se recupere Reguilón todo mejora 😀
Saludos
28 octubre, 2022
Claro que todo es un espejismo.
El espejismo lo conocemos todos, pero solo se nos aparece cuando viene una decepción. Cuando el equipo gana, todos los males se esfuman como por arte de magia.
Sabemos, le pese a quien le pese, que la Liga del Atleti es quedar terceros, pero ayudados por la propaganda del negocio, a menudo se nos olvida. Sabemos que el papel del Atleti en la Champions, también le pese a quien le pese, dura hasta que se cruza en su camino el todopoderoso dueño merengue, como ha quedado bien demostrado ya con hechos.
Si sabemos todo lo anterior y miramos para otro lado, lo lógico es que es que veamos algo irreal, un espejismo.
Si miramos en la dirección correcta, nos damos cuenta que Simeone lleva haciendo campeón de Liga al Atleti durante 10 años.