Decía Nacho Palencia hace unos días que no sabe cómo analizar a este Atleti. Y no me pude sentir más identificado. Hasta hace un par de semanas éramos el mejor equipo de Europa en casa y uno de los peores fuera. Con el Cádiz hicimos un partido dramático y cuatro días después eliminamos al imbatible Inter de Milán. Tiene tan poco sentido que cualquier análisis racional presenta fisuras. Los mismos futbolistas que tumban al Inter y al Madrid no son capaces de hacerlo con rivales prácticamente descendidos. Pero el fútbol no son matemáticas, si no seríamos todos millonarios.
Si nos metemos a analizar futbolista por futbolista, el disparate es idéntico. Savic pasa de ser más lento que un caracol fatigado a la reencarnación de Beckenbauer. Depay no sabemos si es bueno o malo. Morata ha mutado del mejor nueve de Europa a un escapista. De Paul un día da una exhibición y al domingo siguiente «otra». Los únicos dos futbolistas con cierta regularidad son Lino y Nahuel Molina, uno por bueno y el otro por malo.

La verdad es que certezas hay pocas en este Atleti tan extraño e indescifrable. Excepto dos: que Koke es el motor del equipo y cuando no está el coche no anda, y que el rendimiento general misteriosamente va en paralelo al de Griezmann. No llega a ser «Griezmanndependencia», pero se perciben síntomas.
Luego está Witsel, con más años que un bosque, jugando de cierre y secando a todo el que se pone por delante. El verano pasado muchos nos lo queríamos cargar y ahora es él y diez más. Hermoso en su línea, capaz de ser el bueno, el feo y el malo en una misma semana. Reinildo era el jefe de la defensa antes de la lesión y ahora ni siquiera titular. Barrios va ganando experiencia pero alterna días brillantes con otros más bien oscuritos. Correa es una moneda al aire, como ha sido siempre.
No sé, es todo tan raro que siendo el Atleti supongo que es hasta normal. Sinceramente, a mí me cuesta analizar la situación. Ni siquiera sé si la temporada está siendo buena, como dicen muchos, o mala, como también dicen muchos. Somos capaces de meternos en la final de la Champions y quedar quintos en Liga. De momento, a volver con energía tras este parón liguero que el personal tenía las piernas más tiesas que un turrón caducado.