Por mucho que nos parezca extraño el nombre oficial del estadio del Feyenoord no es De Kuip, como todos lo conocemos, sino el Stadion Feijenoord. El sobrenombre de De Kuip (la bañera, traducido del holandés) le viene de su diseño y forma vanguardista.
Y ese estadio no va a ser, precisamente, una bañera para el Atlético de Madrid esta noche, sino todo lo contrario, va a ser una auténtica caldera a presión. En un grupo muy igualado con el Atlético con 8 puntos, la Lazio, con 7, el Feyenoord, con 6, hasta el Celtic, con 1 solo punto, tiene, aunque remotísimas opciones de clasificarse. Y al rival de hoy del Atletico con los seis puntos logrados merced a las victorias frente a Celtic y Lazio (tremendo el destrozo le hicieron aquel día a los italianos en De Kuip), darían un paso de gigante si consiguiesen vencer esta noche.
Y ya demostraron en el Metropolitano que no van a ser un rival sencillo; aquí hubo que remontar y costó ´Dios y ayuda´ ganarles; y allí, con el apoyo de su público será mucho peor: saldrán, desde el minuto 1 a tratar de imponer su superioridad física – un mal del fútbol español, éste de la inferioridad física cuando salimos a Europa que habría que pararse a analizar que provoca que, últimamente, no seamos tan dominadores en el continente como lo éramos hasta apenas algunos años -.
Si hablamos de tácticas, Arne Slot – tercera temporada en el club y que lo hiciera campeón en 2023, después de 6 años – mantiene un 4-3-3 inamovible: 4 defensas, un pivote defensivo, dos interiores, dos extremos que suelen jugar a pie cambiado y un punta nato.
Cono hombres más destacados, los dos laterales, muy ofensivos, Gertruida por derecha – 3 goles y una asistencia este curso – y Hartman por izquierda – 3 asistencias -; los dos pivotes, Wieffer – dicen pretendido por el Barcelona – y el argelino Zerrouki; el extremo brasileño (diestro, aunque suele partir de banda izquierda) Paixao – gran partido hizo en el Metropolitano –; el mediapunta zurdo Calvin Stengs – que tampoco es raro verle de extremo derecha en el citado 4-3-3 que plantea Slot) y el delantero mexicano de origen argentino Santi Gimenéz, pretendido por varios clubes de Europa y que bien haría el Atleti en ficharlo antes de que su precio suba (más).
Ganar significa estar clasificados para los octavos de la Champions; no hacerlo, tener que jugársela el próximo 13 de diciembre frente a la Lazio en el Metropolitano. La diferencia es obvia, pero será duro. Mucho.