Robo de Sául, Lemar divide ante los defensas, les encara para que le entren y así dejar a Correa solo. Saber dividir es, junto a los controles, el gesto técnico más importante en el fútbol moderno, el francés lo hace perfecto y se la pone a Angelito, de primera. Empeine interior, a la escuadra, golazo.
No está Suarez de inicio, pero está Angelito, en su sitio, con el recuerdo de aquel puntín para la historia. Angelito es un mago, hace un año lo veíamos solo unos pocos, ahora lo ven todos, sus ruletas, sus regates. Gambetea, hace diabluras en el área y cuando hace falta se pone el disfraz de 9.
Empata Aspas, la cosa se complica, del penalti hablamos otro día, un escándalo sin precedentes. Molestamos. Contra todo y contra todos, corre Saúl, el que robo en el primer gol, por la banda, se la pone a Angelito, dos toques y cruzada a la red. Tres toques, dos goles. Ángel Correa y Saúl Ñíguez. Atlético de Madrid.
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