El triunfo de un equipo inexpugnable

  • El Atlético de Madrid gana al Celta en la primera jornada de LaLiga
  • Los rojiblancos vencieron 1-2, gracias a dos goles de Ángel Correa
  • Kondogbia, el más destacado: masterclass en el centro del campo

Un año nuevo, especial, porque el Atleti sale a defender su título y lo que se va a encontrar en frente se resume bien en el primer partido del año en Balaídos: un rival que “mordió el culo”, como anticipaba el Cholo en la previa, que fue durísimo con la permisividad de un colegiado infame, Munuera Montero, que montó un espectáculo bochornoso al que los rojiblancos también supieron sobreponerse. El Atleti antisistema ganó con dos goles de Correa dejando un mensaje muy claro al final del partido: va a hacer falta algo más que rivales duros y árbitros infames para que se baje de la pelea, porque puestos a pelear, probablemente nadie vaya a hacerlo con más convicción que los de Simeone.

En lo futbolístico, el paso de la pretemporada a la competición se operó de una forma abrupta, como quien toca el interruptor y enciende todas las luces. Los jugadores fueron llegando con cuentagotas, algunos ni siquiera se habían calzado las botas para jugar un solo minuto y, sin embargo, cuando el balón echó a rodar en el campo del Celta, el Atleti fue esa máquina competitiva que le ha llevado a la altura que ahora ocupa. Simeone dio el medio a Kondogbia, que realizó un partido espectacular: en el corte, en la recuperación, y también en el inicio de la jugada, en la distribución. Suplió con su poderío las imprecisiones iniciales de Koke y bajo su fuerza empujaba el Atleti.

El Celta presionaba con desesperación, hasta dentro del área del Atleti entraban buscando el balón y al Atleti le costaba encontrar la elaboración de la jugada, incómodo en esta aniquilación de espacios permanente a la que los de Coudet sometían el partido. Pero en el primer desajuste, el campeón golpeó. Hermoso recuperó en el medio para meter una pelota a Lemar que rompió líneas y encaró en la frontal del área a la zaga celeste. Un recorte hacia dentro y tac, un toque a Correa, que entraba desde la segunda línea y que, sin oposición, en el interior de la media luna, controló y ajustó la pelota a la escuadra de Dituro. El Atleti golpeaba con la contundencia del campeón.

El Celta acusó el gol y el Atleti, jugó cómodo, con el 5-3-2 clásico de la pasada campaña, los carriles para Llorente y Saúl, el medio para Koke, Kondogbia y Lemar y la punta de ataque para Carrasco y Correa. Pudo haber abierto la brecha definitiva del partido, pero el belga eligió mal en una contra y en otra jugada, Aspas sacó sobre la línea un remate de Giménez cuyo rechace tampoco supo aprovechar Savic pese a que la ocasión era inmejorable.

En la segunda parte el Celta recuperó el tiempo del partido, siguió con su presión alta, con su juego al borde de un reglamente que el colegiado interpretaba de una manera bien distinta según hacia el lado al que fuese el ataque. La culminación del esperpento arbitral se produjo en un penalti absurdo que cobró a Llorente, una pelota rematada por Aspas que le golpea en el pecho y de ahí a la mano, en posición totalmente natural e involuntaria. VAR, revisión y penalti. Curioso que una jugada calcada, más exagerada tal vez, el día anterior no fue interpretado así. Aspas transformó la pena máxima y metió en el partido a los locales justo cuando el Atleti se encontraba más plácido.

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Pero los de Simeone se recompusieron rápido, en una jugada de precisión a un toque, salió por la izquierda y apareció uno de los nombres que ha estado en boca de todos durante este verano. Saúl, que fue a la banda izquierda para ocupar esa posición de carrilero, hizo un partido para ser remarcado. Impecable en lo táctico, cortó, jugó, subió, bajó. Y puso la guinda sirviendo un pase de gol a Correa que entraba por la derecha, controló, cruzó, y puso de nuevo en ventaja al equipo colchonero.

Simeone introdujo un triple cambio. Debutó De Paul y Trippier y Luis Suárez tuvieron los primeros minutos con el equipo, el fiel reflejo de este fútbol moderno de calendarios comprimidos, jugadores que no hacen pretemporada, que se incorporan en plena competición. El partido se fue poniendo turbio conforme se acercaba el final, Aspas falló de manera increíble un mano a mano en el que ya había superado a Oblak y entonces, el colegiado prendió la traca final. Permitió una entrada criminal de Mallo a Suárez y se formó la gozadera. Diez minutos de prolongación, Hermoso y Mallo expulsados, también el profe Ortega, innumerables tarjetas amarillas, una tangana final que convirtió el césped en un campo de batalla, una pelota sacada bajo palos por Vrsaljko en un último suspiro y al final, el Atleti indemne también en ese otro fútbol, mostrando la solidez del grupo. Pueden ganarte una Liga siendo preciosistas con el balón, pero también pueden proteger el sitio del más incómodo enemigo. Este Atleti está preparado para todo.

Foto: atleticodemadrid.com

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Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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1 Comentario

  1. Pues como sigan poniéndonos árbitros como el de ayer, por dios qué malo, te digo yo si es inexpugnable o no…

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