Fernando Torres se retira. Su rostro aún sigue conservando la misma jovialidad de ese niño pecoso de Fuenlabrada que saltaba al césped del Vicente Calderón en una mañana de mayo frente al Leganés. Pero no. A sus 35 años, el delantero del Sagan Tosu decide colgar las botas después de casi 800 partidos y múltiples logros a sus espaldas. El ‘Niño’ pone así punto final a una dilatadísima carrera de 19 temporadas que lo ha encumbrado al Olimpo del fútbol español. Su último partido, el 23 de agosto contra el Vissel Kobe de Andrés Iniesta y David Villa, servirá como homenaje a la figura de una de las leyendas más emblemáticas del fútbol contemporáneo.
El adiós de Torres abre un abanico de posibilidades sobre su futuro fuera del verde. Y ahora, ¿qué? Eso se preguntaban muchos en la conferencia de prensa de su despedida. Todos los caminos apuntan al Atlético de Madrid. Tarde o pronto, el ‘Niño’ y el club de sus amores se volverán a encontrar, del mismo modo que sucedió en 2015. Así está escrito y así debe ser. Fernando lo sabe, pero no quiere acelerar plazos. Quiere volver al Atleti, pero no a cualquier precio.
“Para lo que yo quiero hacer en el Atleti, necesito formarme. No voy a volver al Atleti siendo el portavoz o la unión entre los jugadores. Nunca voy a volver para ocupar una posición en la que no pueda hacer nada, sí en una posición para ayudar a que el club siga creciendo y que la gente se sienta identificada con él”.
Así de contundente fueron sus declaraciones en una entrevista reciente al diario AS. Con ello, Fernando descartaba un regreso inmediato al Atlético de Madrid como mero embajador o icono institucional de la entidad. Torres quiere más, mucho más. Es lo que el clamor popular le demanda.
Una palabra resonó en la rueda de prensa de su adiós: “Management”. Esto es, gestión o dirección de empresas. Si bien el fuenlabreño no descartó la posibilidad de formarse como entrenador, sus sueños e intenciones en el Atlético de Madrid van más allá del césped. “¡Presidente! ¡Presidente!”, le coreaban los hinchas rojiblancos en su despedida. Y parece que Fernando se ha grabado esos gritos a fuego en su mente. De momento, las hipótesis son muy variopintas. ¿Entrará Torres a colaborar en el entramado institucional de Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín? Sería la posibilidad más lógica, pero eso supeditaría su margen de acción a los intereses del consejero delegado.
Otra opción, aunque mucho más utópica y compleja, sería la adquisición de la mayoría accionarial del Atlético de Madrid. Esta posibilidad posee una dificultad extrema y requiere de mucho tiempo. Tiempo para formarse, para aglutinar inversores de confianza y para elaborar un proyecto institucional estable. El mismo tiempo que ha pedido Fernando Torres para que todos los elementos encajen en la ecuación. Aun así, la deuda del club y el valor de la SAD hacen que esta se convierta en una operación económica inviable en el corto plazo.
Sin embargo, con Fernando de por medio, nada se puede descartar. El ‘Niño’ es conocedor de las expectativas que la mayoría de la parroquia colchonera ha depositado sobre él. Porque volverá. Seguro que volverá. “Para recuperar valores y llevar al Atleti al siguiente nivel”. Palabra de Torres.
Foto: Rubén de la Fuente
30 junio, 2019
Lo primero que me pregunto es sobre esa «manía» que hay en muchos aficionados del club de despreciar de una forma o de otra a Miguel Angel Gil.
¿es que es malo que Fernando Torres se supedite a Miguel Angel Gil? Sería lo más lógico y lo más formativo para Fernando.
Hay pocos «profesores» que estén tan capacitados de cómo llevar la gestión de un club de futbol, mejor que nuestro consejero delegado.
A una persona que se ha sabido rodear de mucha gente cualificada para llevar este club, se le debe un respeto.
Los medios de comunicación tienen, bastante a menudo, la «fea costumbre» de vender imagen y hacen mucho daño cuando sin profundizar, sitúan a personas en una posición que no les corresponde.
Fernando en estos momentos es un jugador de futbol que siente la necesidad de continuar ayudando al club al cual, desde niño, siempre se sintió que era parte de su vida.
Dejemos que lo que vaya a hacer en un futuro, sea lo que él decida y que aporte al club todo eso que el desea, y que de una manera espléndida ha comunicado.
Eso si, para ello no hay que «descabalgar» a nadie de los actuales dirigentes del club.