La temporada del Atlético de Madrid se parece cada vez más a una película de Tarantino en la que cada uno hace lo que le da la real gana. La cosa es que los rojiblancos empezaron a trancas y barrancas el campeonato de Liga, se enchufaron un poco y, cuando empezaban a sacar la cabeza del agua para tomar aire, el Real Madrid le hace una ahogadilla de las que desesperan. Bueno, el VAR ha ayudado bastante.
El equipo está muerto y deambula por los campos de fútbol como si de un cadáver se tratase. Por eso, entre otras cosas, el Cholo se ha visto en la necesidad de llamar al auténtico señor Lobo rojiblanco. Con una braga de cuello en la cabeza, los calcetines por encima del pantalón largo y unas pintas alejadas de ser un deportista de élite ha entrado el delantero al césped del Cerro del Espino. Me lo imagino minutos antes, en el vestuario y vestido de esa guisa, dándole una palmadita a Simeone a la vez que le decía: “Tranquilo, soluciono problemas”.
Pero para ser uno de los personajes clave de Tarantino tienes que saber moverte como pez en el agua en un crimen y éste, el que le ha hecho el VAR al Atleti, es el perfecto para que lo solucione Costa. Diego es un experto de jugar al límite, de intimidar a rivales, no andarse con tonterías con los árbitros y si le hacen penalti, tranquilos, todos se van a dar cuenta. El villano de los defensas está aquí y va a arreglar el sarao que se ha montado desde que se fue en diciembre.
Ahora que todos dan por perdido al Atleti, ahora que llega la Champions y, en definitiva, ahora que viene la mejor parte de la película, llega Diego Costa para cambiar el final de la historia. Si alguien nos había quitado las ilusiones tras el derbi, llega la Pantera para dar cera y meter goles. Para dar coraje y corazón. Para sacar el barco que se ha hundido a alta mar y remar hasta la maldita final de junio. Señores, ha vuelto el señor al que todos temen. Costa está de vuelta.
Foto: Ruben de la Fuente