Soy de los que piensa que el halago debilita. Por eso, aunque sea mediante un ejercicio de autoengaño, es mejor convencerse de que necesitas mejorar a creer que ya estás al nivel y relajarte. Porque es entonces cuando las cosas empiezan a torcerse, aunque seas Nach. El mecanismo es aplicable a cualquier empeño. Tras el partido en el Camp Nou llegó Michel a la sala de prensa y dijo que el Girona ya estaba salvado. Se escucharon risas. Es un poco troll, sí, pero sabe que debe serlo. De lo contrario empezaría a creerse más guapo de lo que en realidad es y le pasaría como a Joao Felix y su eterna pibonexia.
Con cierta frecuencia al Atleti suele ocurrirle algo similar. Encadena una racha de buenos resultados y sale al campo creyendo que le vale con la inercia. Y la consecuencia es que en partidos que tienes más cerrados que un bote de encurtidos terminas cagando vinagre. Muy Atleti. Nos pasó el día del Alavés y también con el Almería. Hemos visto la película tantas veces en nuestra vida que, cuando vuelve a ocurrir, nos preguntamos cómo es posible que vuelva a ocurrir. Y encima lo hacemos con incredulidad, como si nos cogiese por sorpresa. Pero bueno, sin esa tendencia a la tragedia seríamos como el Barça o lo que es peor, el Madrid. Así que mucho mejor así.

El miércoles el Cholo se saltó su mantra favorito para pensar en el siguiente partido sin disputar aún el que tocaba. Por eso Koke, Morata o Llorente fueron suplentes contra la Lazio. Y por eso Griezmann se marchó a descansar con un marcador todavía incierto. Pero dicen los mentideros que el vestuario del Atleti tienen un plan y me temo que ese plan pasa más por San Mamés que por Europa.
El caso es que vengo diciendo a mis amigos durante toda la semana que vamos a ganar en Bilbao. No es que tenga demasiados argumentos futbolísticos, de hecho me costaría citar diez futbolistas del Athletic (por eso necesito jugar al Fantasy cada año). Pero de intuición no voy mal y tengo el convencimiento de que el Atleti entiende la magnitud del escenario y del rival. Y por tanto, no se va a creer más guapo de lo que es. Además, tenemos la virtud de ir a contracorriente de la opinión colectiva y eso nos hace fuertes en situaciones vulnerables: ganamos en territorios hostiles y fallamos cuando nadie lo espera. Todas mis fichas a que tumbamos al Athletic.
17 diciembre, 2023
Claro que sí, Dani Sanabria. Hay que atreverse a pronosticar y opinar sin saber el resultado, que » a moro muerto, gran lanzada». Cuando escribo ya es domingo y el Bilbao nos ha merendado, según la crónica de Pineda, que yo no vi el desastre. Yo también esperaba que compitiéramos y ganáramos, y comparto tu opinión de este artículo y aunque a estas alturas de mi vida sé tan bien que no se puede ganar siempre, y que además es de mal gusto y delictuoso, la crónica es francamente desoladora. Creo que lo único bueno que se deduce es que el resultado ha sido más que honroso, dado el desempeño.
Por cierto, les llamo «el Bilbao» adrede ppr dos motivos, porque me da la gana y así les llamaba de niño, y por fastidiar.
De todas formas, si consiguiéramos ganar a Getafe y Sevilla, me importará un bledo la derrota con el Bilbao.