Después de la polémica que ha surgido con la eliminatoria entre Atlético de Madrid y Athletic Club de Bilbao, parece mentira que hace apenas un año ambos conjuntos estuvieran celebrando con orgullo en el Metropolitano el 125 aniversario del club vasco. Dos conjuntos cuyas historias no se entienden sin la otra parte, pues el Atleti surgió a raíz de un grupo de estudiantes vascos afincados en Madrid que crearon un equipo de fútbol en la capital siguiendo el legado del Athletic.
Aquel día, el Metropolitano y la entidad colchonera se volcaron con el club vasco haciendo un precioso homenaje, recordando a los jugadores que pasaron por ambas entidades, además de ceder los colores rojiblancos al Athletic Club a pesar de que estos jugaron de visitante. El Atleti dejó claro, tanto aquel día como en el resto de su historia, que está orgulloso de sus orígenes y de cómo se creó el club que hoy en día amamos con locura.
No obstante, parece que este orgullo solo reside en nuestro equipo. No he dejado de leer, desde el momento que Simeone utilizó la palabra “Bilbao” para referirse al Athletic Club de Bilbao, una gran oleada de odio desde la ciudad vasca atizando al técnico argentino y a la afición colchonera. Un término globalizado en muchos lugares de España, siendo incluso Ancelotti, entrenador del Madrid, una de las personas que también hacen uso de esa palabra para referirse al equipo dirigido por Ernesto Valverde.
A pesar de ello, parece que solo molesta cuando es el Atleti quien la usa, curiosamente. La prensa, en especial El Chiringuito, se encargó de realizar una campaña polémica con el objetivo de mostrar una falta de respeto inexistente de Simeone, y que se ha tomado en la ciudad bilbaína como si de una puñalada se tratara. Esto se terminó viendo en las redes sociales tras acabar el partido de ida de la semifinal, donde un mar de aficionados del Athletic comenzaron a sacar pecho, a burlarse y menospreciar al club que hace apenas un año les estaba aplaudiendo.
Algunos dicen que el Atleti siempre será el “hijo” del Athletic Club, cuando nuestro equipo cuenta con tres títulos ligueros más y han levantado nueve trofeos europeos, mientras que los “leones” no cuentan con ninguno en sus vitrinas. Y mira que tuvieron la oportunidad de lograr su primera Europa League en 2012, pero se encontraron con un Atlético de Madrid que no tuvo piedad con su “padre” y que le derrotó por tres goles a cero. Quizás siga doliendo esa final en Bucarest… Y es cierto que el equipo vasco está en la cima de Copas del Rey ganadas, pero creo que a nadie se le escapa que el Atleti, fue, es y será siempre un club más histórico que el vasco.
San Mamés será testigo de un segundo asalto donde absolutamente nadie da alguna mínima posibilidad a los colchoneros de remontar y llevarse el pase a la final. Veremos si, al igual que la temporada pasada, se vuelven a escuchar cánticos diciendo “Sólo hay un Athletic, y es el de Bilbao”, o pancartas luciendo el lema “Bienvenidos a la casa de vuestros padres”, la cual fue usada por la propia afición vasca para burlarse del Atleti.
Lo que tenemos claro, independientemente de lo que pase en el césped el próximo jueves es, por lo menos desde la piel del Atlético de Madrid, que sentimos orgullo y admiración por nuestras raíces, y que, una vez más, mucha gente nos odia, incluso aquellos que una vez nos crearon.
12 febrero, 2024
No doy pábulo a eso que se llama «las redes». Cierto que hay infinidad de opinantes ociosos, que nada hay más opinable que el fútbol, y que de fútbol puede hablar cualquier zopenco. Pero el Bilbao lleva siendo víctima del delirio político nacionalista desde hace 5 décadas, presumiendo de jugar solo con chicos de «la casa» , que como en el chiste, que lo es, «la casa» significa que pueden haber nacido donde les haya salido de los cojones, que para eso son de Bilbao, ya sea Burgos, Santander, Logroño, Ghana o Pau, que llevan comprando la cantera de Osasuna o de la Real cuando les viene bien, porque «solo cabe un gran equipo en el país», y que la numerosa afición no vasca que tenían por toda España hace 50 años, ha ido menguando hasta la anécdota.
Es un hecho que una multitud de aficionados de toda España, debtodos los equipos, ha asumido que los dos gordos pueden acaparar cuantos títulos haya, hubo y habrá, pero no pueden soportar que un tercero, un outsider, un marginal, cuestione esa hegemonía aun a riesgo de salir casi siempre superado. Porque es justamente el hecho de nuestra rebeldía, de no aceptar el papel de comparsa que ellos asumen con su «esta no es nuestra Liga» lo que les retrata y subleva. Pueden aceptar que se pelée por una Copa o que se haga una buena competición de Liga, pero osar disputarle la gloria a la aristocracia cuando se ha asumido ser un plebeyo de por vida ¿qué demonios es eso? ¿ pero cómo te atreves ?
Tal vez, no. Es complejo de inferioridad como una catedral.
12 febrero, 2024
Mezclar las cosas es el primer paso para la discordia y el desencuentro.
Cuando se habla de «Atleti» o «Athletic» hay que especificar a qué nos estamos refiriendo. Detrás del nombre de un club hay personas y detrás de esas personas hay ámbitos muy diferentes. Cuando decimos «el Atleti está orgulloso de sus orígenes», nos estamos refiriendo ¿a la directiva?, ¿a la afición?, ¿a los dos?.
La relación entre directivas de ambos clubes es una buena relación, como no podía ser de otra manera, por eso se hizo, y se ha hecho más veces a lo largo de la historia, ese homenaje en el Metropolitano.
La relación entre aficionados sensatos de ambos equipos suele ser también muy buena.
Ahora bien, la relación entre exaltados de ambas aficiones no es cordial, porque los ultras, sean de donde sean, siempre ejercen el papel de víctimas y piensan que son los demás los que les insultan primero.
Y otro tema distinto es que los medios al servicio del real madrid quieran esparcir basura, como ya nos tienen acostumbrados desde hace mucho tiempo. Pero eso es algo que debería estar superado entre los aficionados del Atleti.