Los primeros 30 minutos de cada partido suelen ser un drama. Cualquier equipo, da igual su posición en la tabla o aspiraciones, pasa como una avalancha por el esquema del Cholo. Un tema de carácter, de no saltar al césped con la concentración y precisión que se les exige a jugadores de tan alto nivel. Nunca vi a un equipo de Simeone tan débil atrás y me preocupa.
Contra el Liverpool concedimos dos goles muy fáciles. Unos balones laterales, centrados a media altura y siendo rematados por dos tipos que no llegan al 1.80 m. Lo que antes era un candado cerrado, ahora empieza a tener muchas grietas. El penalti ficticio ante el Levante, con la famosa ‘mano’ de Lodi, viene precedido de una mala defensa lateral, llegando de nuevo el balón al corazón del área desde la banda. Un problema que ya perjudicó al equipo la temporada pasada.
Hace falta carácter, como el de Koke o De Paul. No se puede salir a verlas venir. El gol de Salah en el Metropolitano se crea porque nadie mete la pierna, intentan alejar al delantero del Liverpool a base de sustos y soplidos, digno del cuento de ‘Los tres cerditos’. ¿Qué pasó? Cuando el egipcio tuvo el mínimo ángulo de tiro, fusiló sin piedad a un Oblak que estaba vendido ante el barullo rojiblanco. El gol de Leao en Milán es similar: Brahím se revuelve sin que nadie se oponga con seriedad en el área…
El tanto de Keita es falta de concentración. No quiero señalar a Felipe porque no se lo merece, pienso que es un problema mental de la defensa. En este caso el central despeja un balón al borde del área, cuando siempre manda el esférico a la banda, córner o a Parla. Un error de alevín que termina en un golazo de un jugador de Champions. Como digo, es algo psicológico.
El factor mental es fundamental… ¡y tener sangre en las venas! El primer tanto de la Real Sociedad se genera con una pérdida absurda en el centro del campo. Un mal pase y estamos vendidos. En cuestión de segundos, el equipo vasco montó una contra y se plantó ante Oblak con una sospechosa facilidad. Hay que estar atentos, ser precisos y tener ese genio en el cuerpo para evitar esa ocasión con una ligera patada, agarrón en la camiseta o lo que quieran.
Todo este nerviosismo se refleja en la mentalidad de los jugadores a la hora de defender. Una inseguridad que provoca penaltis en contra. El de Luis Suárez o Hermoso se pitan por el simple hecho de no mirar al jugador, estar pendiente de la pelota y arrollar como una vaquilla en el campo. Es decir, falta de concentración.
Con todo esto quiero decir que el Atleti está pasando un momento difícil a nivel defensivo. Los goles llegan, las oportunidades se crean y ahora Simeone tiene el reto de equilibrar al equipo para conseguir ese famoso muro. En cuanto a los jugadores, hay que tener agallas, como las que mostraban Gabi, Raúl García, Tiago o Filipe Luis. Hay que hacer faltas, ser listos y apretar al árbitro en cada decisión. Hay que tener sangre en las venas.
5 noviembre, 2021
Le compro todo menos lo de apretar al árbitro, eso debe de estar prohibido, en cuanto hay un rojiblanco por las proximidades tarjeta y ya puestos puede ser del color que se le ponga al colegiado de turno, está demostrado en cada partido de esta temporada. Ah! aquellas presiones al árbitro del Barça del filósofo, en la primera falta a favor lo rodeaban 6 o 7 y pedían la horca o prisión permanente para el contrario, a la jugada siguiente adivinen… Eso no está permitido al Atleti, bueno y a casi ninguno de los clubes, excepto los que todos saben.