Cosquilleo en el estómago, supersticiones activadas, nerviosismo por las nubes y una fe inquebrantable en el Atlético de Madrid. Esta noche el equipo de Diego Pablo Simeone vuelve a jugar unos cuartos de final de la Champions League, recibimos en casa al Borussia Dortmund y soñamos como niños por conseguir ese pase a semifinales.
Desde que está Simeone en el banquillo hemos normalizado llegar a fases finales de Champions. De hecho, es la octava vez en 10 años que el argentino coloca al equipo colchonero entre los ocho mejores equipos de Europa. Ahora toca demostrar que podemos estar entre los cuatro y, para eso, toca eliminar a los alemanes. Una eliminatoria disputada por dos conjuntos con estilos similares y en el que la calidad individual decantará la balanza de la gloria.
Simeone se encomendó en rueda de prensa a Griezman. Bueno, él y todos nosotros. Me recordó a aquel año en el que ganamos la liga y el Cholo mandó un mensaje directo a su mejor jugador pidiéndole que espabilara, que estábamos en la «zona Suárez». Fue meterle presión y el uruguayo marcó dos goles históricos a Osasuna y Valladolid. Ahora le toca al francés, debe mantener el nivel que está demostrando en Europa y dar ese paso al frente que le haga ser Balón de Oro.
El Metroplitano, un infierno
También hemos normalizado ese camino en llamas hasta el infierno del Metropolitano. Esta noche será histórica, un ambiente ensordecedor, un mosaico de los que quedan en la memoria y un día para simplemente disfrutar de ser aficionado del Atlético de Madrid.
Los jugadores son conscientes de lo que empuja el estadio, debemos apretar desde el calentamiento y hacer que le tiemblen las piernas a los Sancho, Reus y compañía. Hemos ganado a mejores equipos, hemos llegado en peores situaciones y esta noche nada ni nadie nos va a poder parar. Hoy toca luchar desde el principio.
Atleti y Dortmund, en igualdad de condiciones
No nos vamos a engañar, la eliminatoria empieza muy igualada. Ambos conjuntos tienen estadios calientes y futbolísticamente son parecidos. El Atlético de Madrid deberá jugar desde el principio con una presión alta que haga dudar a los centrales, que no destacan por ser unos expertos con el balón en el pie. En esto el mejor es Álvaro Morata, al que se le pueden discutir muchas cosas, pero sabe apretar las tuercas a los centrales para que fallen en el pase.
La segunda línea será vital, como lo fue ante el Inter, si Koke y De Paul abarcan el centro del campo, todo será más fácil para Griezmann. El francés será el que se encargue de montar los contraataques rápido, buscar las subidas de Llorente y Lino y, sobre todo, encontrar a Álvaro Morata por tierra, mar o aire.
A nivel defensivo, Simeone va a cuidar mucho las bandas. Reinildo será el encargado de echar el candado por la izquierda y por la derecha no descartaría ver a Azpilicueta para tapar las subidas de un Adeyemi que está a un nivel espectacular. El navarro te ofrecería esa madurez futbolística que no tiene Molina y esa solidez defensiva que permitiría a Llorente volar y presionar durante el partido.
El Atlético de Madrid debe demostar esta noche que quiere estar en semifinales. Hoy es el día. Pese a la irregularidad del equipo, todo el mundo confía ciegamente en la plantilla, iríamos a la guerra con Simeone y creemos firmemente que podemos estar ahí, que podemos jugar ante PSG o Barça. Ahora toca dar la talla, aprender de erroes del pasado como ante el Bilbao, y dar ese puñetazo sobre la mesa para llegar seguros a Signal Iduna Park. Hoy es día de Atleti, ¡vamos!
10 abril, 2024
La arenga está bien, pero el lenguaje bélico y la fe inquebrantable me parecen pelín exagerados.
Cautela e ilusión es lo que me causan a mí estas citas. Pero nuestro nueve anda más bien seco, y el otro, al que vemos más de Champions, no volverá a estar listo hasta mayo. Nuestra defensa no es muy de fiar y el medio, la incógnita de siempre. ¿ Llorente, Lino y Riquelme van a meter los goles ?. Ojalá, porque nuestra estrella lleva un mes recuperándose de un esguince de tobillo que se produjo cuando le alcanzó la fundición física. Y Saúl no ha resucitado, como se ha escrito por aquí de forma también exagerada. Cuando meta 7 goles decisivos en los próximos 2 meses, celebraremos entonces las pascuas.
Lo que espero es que el Atleti compita y juegue al fútbol, que es como se gana en este deporte. Pero con este imprevisible e indescifrable equipo, en eso sí que no ha habido exageración, nunca se sabe.