Fue un gran partido. El Atleti salió al Camp Nou, un estadio maldito en los últimos tiempos, con el plan y la convicción de ganar, sin medias tintas. Pudo hacerlo, incluso podríamos decir que mereció hacerlo, si acaso pasáramos por alto el significado vacuo de los merecimientos en el fútbol, y acabó logrando un empate que supo a poco, lo que da medida del partido y de la imagen mostrada.
La alineación de Simeone sorprendió por cuanto dejaba a Joao Félix para la segunda mitad. De inicio formó Felipe junto a Giménez en el centro de la zaga, Arias en el lateral, la manija para Saúl y Thomas, con Carrasco y Correa a los costados y la punta de ataque para Costa y Llorente. En el Barcelona sorprendió, aunque no tanto, la enésima suplencia de Griezmann, que comienza a revivir el calvario de Arda Turan. El Atlético de Madrid leyó el partido a la perfección, jugó muy junto, como suele, con una idea de equipo muy bien construida, presionando arriba al rival, a veces replegando pero cuando cedía metros, respondía al contragolpe. Así, con un Barcelona obligado a ganar, el Atleti supo aprovechar bien los espacios que dejaba a la espalda del balón y ahí emergió imponente la figura de Carrasco, que recuperó su mejor versión y fue el mejor del partido. El Atleti llegaba con espacio y hombres, el Barcelona se aturullaba en el embudo buscando siempre la boya de salvación de Lionel Messi. En el minuto once el infortunio golpeó a los colchoneros, un centro al área de Messi fue repelido por Costa en dirección contraria y supuso el primer gol del partido. El Atleti se rehízo rápido, apareció Yannick con una cabalgada extraordinaria por banda izquierda, dejó a Piqué en el suelo y aceleró hasta el área, donde un recorte hacia adentro provocó el penalti de Semedo. Costa se dispuso a lanzar y erró, paró Ter Stegen que se había adelantado un metro y ¡oh milagro! el VAR mandó aplicar el reglamento y repetir el lanzamiento. Agarró la pelota Saúl y convirtió el empate, haciendo más llevadera la horrible noche a Costa, que en apenas un cuarto de hora había hecho un gol en propia puerta y fallado un penalti como respuesta.
Desde el empate, el partido siguió la dinámica de ida y vuelta, parecía más seguro el Atlético por cuanto su peligro era más coral, aunque siempre apareciese Carrasco, bien para combinar en corto, bien para arrancar y romper líneas. El Barcelona era Messi, el jugador donde empieza y termina todo. Pudo marcar el argentino en un libre directo desviado por la barrera que hizo rectificar a Oblak a pie cambiado en una gran parada. Llegó el descanso.
La segunda mitad comenzó como la primera, con el Atleti saludando al infortunio, Felipe midió mal en un recorte de Semedo y cometió un penalti que en las repeticiones no se vio tan claro. Messi lo cobró a lo Panenka y puso por delante de nuevo al Barcelona. El Atleti no se amedrentó y fue de nuevo a por el empate, con un Costa que, sin acierto, tuvo un papel protagonista. Zafó, recibió de cara, combinó, apareció siempre en el área aunque tal vez un segundo tarde para lo que se exige a un goleador. El segundo que determina la diferencia entre el Costa de antes, al que se le caían los goles de los bolsillos, y el de ahora, al que tanto le cuesta llegar a ellos. Tuvo un cabezazo en área pequeña que casi se cantó como gol, pero se fue desviado por poco.
Fue una nueva internada de Carrasco la que provocó otro penalti de Semedo, lo trabó con la rodilla y el belga cayó en el área. Saúl ejecutó al mismo palo y casi de milagro, hizo el gol del empate. A Simeone no le bastaba y realizó cambios para buscar el partido. Entraron Morata y Joao por Costa y Correa, que completó un partido muy opaco. Cuando faltaban diez minutos, Vitolo y Lemar. Setién sostuvo su equipo sin cambios hasta muy tarde, Riqui Puig, la perla de la cantera blaugrana, tuvo un papel destacado, junto al omnipresente Messi. Entró Sergi Roberto por Rakitic, y también Ansu Fati por Busquets. Griezmann estuvo toda la segunda parte calentando para entrar al terreno de juego justo en el minuto noventa. Su rostro era un poema trágico, ¿qué pensará un jugador que era ídolo en el Atleti y se ve en esta situación en el Barcelona? Tal vez esto pueda servir de lección a los que vengan. Con todo, hubo una escena más, los cuatro minutos de descuento agotándose y Lemar entrando en el área con la pelota controlada en su perfil bueno, la hinchada del Atleti levantándose del sofá viendo ahí el gol de la victoria y el francés, incomprensiblemente, cediendo un pase atrás al que no llegó Joao ni Carrasco. Una jugada que bien puede definir su estado de forma y confianza. Incomprensible que el francés no hubiera chutado a puerta.
Un punto con sabor amargo que consolida al Atleti en la tercera plaza a falta de las últimas cinco jornadas. El Atleti sigue juntando líneas, consolidando su equipo, pergeñando su plan.
Foto: Getty Images
1 julio, 2020
Fue un gran partido. Que diferencia.
Lo de diferencia lo digo por como empieza usted su artículo y como inició ayer noche su programa Juanma Castaño en la COPE. Después de saludar su titular del programa es el siguiente «Esta es la noche donde el Barcelona puede haberse dejado su titulo de Liga». Y se quedó tan pancho.
Lo suyo es periodismo, lo de este señor y sus «secuaces» es puro forofismo.
Ni una primera reseña a como transcurrió el partido, ni tan siquiera al gran planteamiento que hizo Simeone del partido. Nada. Y lo entiendo, la rotonda de Valdebebas es su icono futbolístico.
Luego los «tertulianos»que son una banda de los dos equipos que todos conocemos y que dejé de escuchar a los diez minutos y preferí una partida de tute en Mundi-juegos.
Ayer escribía Dario Leiva sobre Joao y los cantos de sirena del diario AS y no le faltaba razón en nada de lo que en su articulo exponía.
A eso es a lo que Simeone se refería. Lo que molestamos.
Del partido de ayer se podía hablar de los árbitros, si no te gusta el futbol, pero ayer noche fue de esos partido que nunca quieres que se termine.
Menos mal que siempre nos quedar LVR.
Un saludo.
1 julio, 2020
«Con todo, hubo una escena más, los cuatro minutos de descuento agotándose y Lemar entrando en el área con la pelota controlada en su perfil bueno, la hinchada del Atleti levantándose del sofá viendo ahí el gol de la victoria y el francés, incomprensiblemente, cediendo un pase atrás al que no llegó Joao ni Carrasco.»
Os reto a todos a ver si encontrais esa jugada en algun resumen o algun video de youtube.
En fin … si hubiera sido un taconazo …
1 julio, 2020
Para la Caverna, cuando Quique Setién estaba en el Betis, era el adalid del «jogo bonito» frente al juego feo y defensivo de Simeone, pero ahora resulta que Quique Setién no sabe de qué va esto y ayer Simeone le dió una lección. Parece ser que, para la Caverna, la diferencia entre saber y no saber la indica el equipo al que entrenes.
Hace unos meses, el extraordinario entrenador del real madrid se quejó amargamente del trato arbitral que recibía su equipo, al igual que hizo unos años atrás cuando soltó aquel descacharrante «molestamos», en aquel entonces se llevó la Liga y ahora parece que va a ocurrir lo mismo.
Le pido a Diego Simeone que repita esa expresión cada temporada, a ver si va a ser mágica y no lo sabemos, y de paso le pido que en vez de fijarse en Cavani, se fije en alguien más humilde, como por ejemplo Estrada Fernández, el fichaje madridista que tan buen rendimiento le está dando estos años al equipo merengue.