Definitivamente Barcelona es el triángulo de las Bermudas de Simeone. Son muchos años y muchas visitas, y ninguna victoria. Son muchas formas de perder y empatar, por lo general mereciendo poco o no mereciendo nada. Hasta el estadio ha cambiado, anoche ya no fue en las sempiternas laderas del Camp Nou, sino en el frío y gélido Montjuic que no arrastra ni a la afición propia. Parecía que todo confabulaba para que este fuese el año de romper esa estadística maldita, ese lugar siniestro que fagocita todos los éxitos de Simeone, pero no fue así. Fue un partido calcado a otros tantos, en la forma y en el fondo.
Repitió once Simeone y al parecer, renovó intenciones ofensivas, quiso salir a ganar, a jugar de tú a tú, volteando la idea de salir a protegerse. Pero todo quedó en el universo de lo abstracto, la realidad fue que el equipo que venía cuestionado, lleno de dudas, el Barcelona, arrasó en la primera mitad al que mejores sensaciones transmitía. Cambiaron papeles de una manera que costaba creer. Los rojiblancos perseguían sombras, los azulgranas atacaban sin descanso. Presión alta de los de Xavi que imposibilitaba al Atleti tener el balón, presión feroz, recuperación efectiva y vuelta a empezar. Pedri, Joao, Raphinha, Lewandosky, el infierno para la línea de cinco del Atleti, totalmente desbordada.
Rompió el marcador, como no, Joao, que hizo un partido como el que se esperaba, ultramotivado, ayudando en defensa, tratando de ser determinante en ataque. Marcó un golazo ante la pasividad de un tímido Molina, que le dejó el camino abierto para que picase sobre la media salida de Oblak. A partir de ahí se vino aún más arriba y dejó un partido como se le han visto algunos en la “ribera del Metropolitano”, amonestando a medio cuadro defensivo rival, siendo una auténtica pesadilla. Un partido gigante, inversamente proporcional a la calidad que ha demostrado como profesional y como persona con las declaraciones previas al partido, con el beso a la afición del Atleti tras el gol, aunque eso merecería un capítulo aparte.
Tras el descanso, Simeone hizo tres cambios de una tacada. Azpilicueta, Lino y Correa dejaron en el banco a Giménez, Riquelme y Molina. El Atleti cambió, aflojó la presión del Barcelona y en partido con un ritmo vertiginoso fue poco a poco acercándose a los dominios de Iñaki Peña, sustituto del lesionado Ter Stegen. Entraron Memphis y Saúl para quemar las naves y tuvo el Atleti el partido en el final, con una falta directa que sacaron entre una parada prodigiosa del cancerbero local y la cruceta y la falta de atino de Correa, que disparó al bulto ya con el tiempo cumplido.
Pudo haber caído goleado el Atleti en la primera parte, pudo remontar el partido en la segunda, pero que queda es ese espacio oscuro que ya representa Barcelona para Simeone, donde no consigue ganar intente lo que intente, haga lo que haga.
4 diciembre, 2023
Llegaba el Atleti crecido a Barcelona, con buen juego, resultados y lanzando las campanas al vuelo sobre los títulos por venir. Pero lo devolvieron a tierra y además con gol de Joao Félix, no podía haber sido otro, estaba escrito con letras de fuego que iba a ser así.
Lo cierto es que Lewandowski no tuvo su noche porque el descosido en el marcador hubiera podido ser escandaloso, y también es cierto que no se cumplió la supuesta máxima de que aquel que perdona lo acaba pagando, porque apareció la figura de un portero que hizo la parada de la temporada al sacar un balón de la escuadra.
Este partido debió acabar en empate a cero.
4 diciembre, 2023
Hablábamos un grupo antes del partido, la semana pasada, que lo que nos debía preocupar no era Joao, si no en como estarían otros jugadores como Pedri, De Jong, Gundogan, Lewandowski, Raphinha, Araujo o Ter Stegen (en este caso fue Iñaki Peña) y ellos, realmente, fueron la base en la que se cimentó la victoria del Barcelona.
En los 60 minutos que duró el fuelle a su centro del campo y con la claridad con que ejecutaban su juego, nos superaban y les llevó a ponerse por delante en la jugada en que menos méritos ellos habían contraído.
Los méritos de esta jugada, que les vale a muchos para hacer una critica del partido alrededor del gol para encumbrar a este jugador, no es mérito de Joao.
No.
Si hay un mérito es en la manera en que Pedri inicia la jugada. Y también dos errores o deméritos de jugadores del Atletico.
El primero de Giménez.
En el sistema de tres centrales, nunca, nunca, nunca el central mas cercano a nuestro portero, en este partido Giménez, puede pasar el centro del campo para presionar. Son los otros dos centrales, en este caso Witsel y Hermoso como siempre lo hacen, los que deben ejecutar esa misión.
Sucede que Pedri, se gira y ve que hay un gran espacio libre y hacia allí lleva la pelota. Giménez estaba fuera de sitio.
Luego a Molina le pierde la falta de contundencia. Otro fallo nuestro.
Todo el show que se monta Joao, merece un capitulo aparte.
Su manera de celebrarlo, por parte de Joao, tuvo una respuesta en los aficionados rojiblancos que se desplazaron a Montjuic.
Con dirigirse a la grada donde estaba la afición colchonera, abriendo sus brazos, pretendió que esa afición se dividiera. Buscó el aplauso de algunos, con el único propósito de dividir, de la misma manera que ha hecho con las declaraciones de esta semana pasada y la manera de jugar del Barca, señalando que a todos los futbolistas, incluidos los del Atletico, les gustaría jugar de esa manera.
Se equivocó. Pero no solo en su propósito, si no en no conocer a la afición del Atletico.
Los aficionados rojiblancos todos a coro le cantaron ¡¡¡Joao, quédate, Joao, quédate!!!
Este Joao, buen futbolista, pero un inculto lleno de ignorancia, pensó que un aficionado del Atletico es un mindundi que se arrodilla delante de una vedette de pandereta.
Solo le quedó el recurso de tirar un beso a esa afición colchonera.
Como vaya a actuar en un futuro el club si se diera lo mas probable, que no es otra cosa que nos lo devuelvan, es tema del club.
Mi opinión es que este es un personaje equivocado.
Por mi parte si piensa que voy a cambiar mi manera de pensar a la hora de decidir entre él y Simeone, lo tengo muy claro.
El aborrecería antes de su familia, que yo de Simeone.
¡¡Ah!! Y que Joao piense que ahora es titular gracias a la lesión de Gavi, si no los méritos acumulado por uno y otro, cualquiera conocería quien sería el titular.
4 diciembre, 2023
«Este Joao, buen futbolista, pero un inculto lleno de ignorancia, pensó que un aficionado del Atlético es un mindundi que se arrodilla delante de una vedette de pandereta.»
Los hay y son legión, aunque, afortunadamente, inmensa minoría.
4 diciembre, 2023
Decepción. Perder escuece siempre, aunque se encaja con toda naturalidad si realmente amas el deporte, pero esa forma de no competir durante casi una hora es muy decepcionante.
Hubo muchos años, que abarcan los 90, aunque no sabría decir cuándo empezó la racha ni cuándo terminó, que el Barça Atleti solía ser el mejor partido del campeonato, pleno de goles y alternativas, un soberbio espectáculo que yo me explicaba por la ausencia de complejos con la que afrontábamos ese duelo, a diferencia del atenazamiento y el derrotismo con el que nos presentábamos ante el vecino. Hace otra eternidad que el miedo a perder parece el factor más influyente en los enfrentamientos con los culés, y me resulta inexplicable. Messi era fabuloso y resolvía él solo a menudo, pero desde su declive, y más ahora que no está, no entiendo la actitud de los nuestros. La mentalidad es decisiva en el deporte profesional, y si la que muestras es una que dice que llevas 17 años sin ganar y que te vas a tirar otros tantos sin hacerlo, por descontado que te los pasarás. El sinsentido y lo decepcionante es que el Atleti no es inferior en nada al rival, pero no parece creérselo. La manida frase de nuestro admirado entrenador, por tantas razones, de «intentaremos llevar el partido a donde podamos lastimar al rival» o algo así que suele decir, jamás entiendo en los partidos con el Barça qué lugar o qué escenario es ése. Mi experiencia de toda mi vida atlética es la de que, o este equipo sale a ganar en las citas decisivas, o se la pega. Y si sale a ganar, y pierde, por mucho que me escueza, no me importa. Pero si no compite, o lo hace tarde, o sea, si no sale convencido de la victoria, me repatea las tripas.
La anécdota : los mandriles descojonándose en el trabajo porque el gol nos lo metió el portuguesito. Pero qué vida tan triste tienen esos desgraciados.
5 diciembre, 2023
Bueno, el portugués que se salga, y que el atlético pueda sacar una buena cantidad de dinero por él.