Espero que el “señor de negro” y esa inmensa mayoría de aficionados que (con toda la razón del mundo) lo veneran, me permitan hacer perjurio de uno de los sus prevalentes principios y en el que ha basado (junto con el de la cultura del esfuerzo) gran parte del milagro que ha obrado, y sigue obrando, a orillas del Calderón (lo siento, pero no me acostumbro): el de ir “partido a partido”.
Cuando, el pasado mes de diciembre, el Atlético cayó apeado la UEFA Champions League, jugadores y afición consideraron/consideramos una mierda (sic) jugar la UEFA Europa League. Pero hete aquí que, tres meses después, el Atlético de encuentra en cuartos de final de esta competición y con opciones de alcanzar el título; de hecho, es considerado el máximo favorito por casas de apuestas y relevantes personajes de este circo del balón redondo. Y, llegados a este punto, supongo a nadie le amarga un dulce en forma de título con que engrosar las vitrinas, aumentar el palmarés y seguir agradando la leyenda de Diego Pablo Simeone.
Sporting de Portugal
Y el rival en cuartos será el Sporting de Portugal (por favor, aunque sea de Lisboa es nombre oficial del club es “Sporting Clube de Portugal”); un equipo asequible, “ganable”, pero peligroso. Y peligroso por dos razones principales: una, porque tiene un entrenador excepcional (Jorge Jesús) y otra, porque tiene jugadores de gran calidad. Muy inconstantes pero excelentes, por lo que, si tienen el día y el contrario no está atento, te pueden hacer un roto.
Salvo Rui Patricio (un muy notable portero, aunque parecía ir para crack), la defensa es, sin ninguna duda, la línea más floja del equipo. Llena de viejos conocidos – Pizzini, en el lateral derecho; Mathieu en el centro y Coentrao, en la izquierda-, la completa esa otra eterna promesa (tampoco nunca cumplida) que es, o fue, el uruguayo Sebastián Coates; indescriptibles las expectativas que despertó su fichaje por el Liverpool en 2011.
El Sporting de Portugal celebrando un gol en su campeonato. Foto: EFE
Y de ello, de esa falta de fortaleza defensiva debería aprovecharse el Atlético para inclinar a su favor la balanza de la eliminatoria. Porque, de mediocampo campo hacia adelante, el Sporting tiene talento; muy inconstante, con cuentagotas, pero talento, mucho. Y eso puede resultar peligroso si no se está completamente centrado: el poderío y sentido táctico de William Carvalho en el pivote, la velocidad, endiablaba, de Gelson Martins, el talento de Bruno Fernandes (ojo con este jugador; sin duda, el mejor de este Sporting), la calidad del joven argentino Acuna. Esto, si hablamos de los teóricos titulares … pero la potencia del costamarfileño Doumbia en la punta del ataque o la ‘ratonería’ del costarricense Bryan ‘la Comadreja’ Ruiz partiendo desde el extremo son también detalles a no perder de vista.
Pero, si todo se desarrolla con una cierta lógica y el Atlético compite como es habitual en esta eliminatoria, debería estar en bombo que defina los enfrentamientos de semifinales el próximo 13 de Abril; y ahí deberían esperarle Arsenal (se enfrente al CSKA de Moscú), Olympique de Marsella (al RB Leipzig) y Lazio (al Red Bull Salzburg), aunque cuidado con los dos máximos exponentes del imperio que está empezando a plantear la multinacional Red Bull en el mundo del futbol.
«Los otros»
El Arsenal de Wenger, un equipo con talento arriba, sin ninguna duda; pero también con problemas defensivos y con la flotante sensación de que la excelsa (aunque ahora haya quien no quiera verlo) etapa del francés en Highbury – insisto, sigo siendo un romántico y no me acostumbro a los estadios con nombre de multinacional- caduco hace ya varios años. Pero con Xhaka, Wilshere, Aubameyang o Mkhityrian, uno debería andarse con mucho cuidado.
El Olympique de Marsella, un equipo que, desde la llegada de Andoni Zubizarreta a la dirección deportiva, se ha ido renovando en silencio, de forma tranquila, pero absolutamente efectiva. Básicamente, repatriando talentos todavía jóvenes (Amavi, Rami, Abdennour, Thauvin, Payet…) y apostando por ese excelente entrenador que es Rudi Garcia, el Olympique está cuajando una temporada más que notable, siendo tercero en la Ligue 1, tras años de languidecer en mitad de tabla, y habiendo alcanzado los cuartos de final de la UEFA Europa League.
Ciro Inmobile, goleador de la Lazio. Foto: ESPN
Y la Lazio, sin querer menospreciar a nadie (y, mucho menos al Sporting de Portugal), el rival más complejo que tiene el Atlético en el camino a su tercera UEFA Europa league. Dirigido por un entrenador, Simone Inzaghi que va camino de ser, si no lo es ya, uno de los grandes técnicos italianos de los próximos años; dotado de una defensa experta y de gran solvencia (comandado por de Vrij, dicen, oscuro objeto de deseo del Atlético y de otros grandes europeos), anclado y ‘sujetado’ en el pivote por Lucas Leiva; ‘sacudido’ por ese infinito jugador que es Milinkovic-Savic (¿porque no lo fichó el Atlético antes de que su precio se disparase?), organizado, desde la mediapunta por el español Luis Alberto y con ese gran goleador que es Ciro Immobile para rematar todo lo creado desde atrás. Un señor equipo.
Pero, de momento, vayamos a Portugal y a por el Sporting que, si no andamos con ojo y con Bruno Fernandes y Bas Dost por medio, no tiene mucho sentido hablar de Aubameyang, Payet o Milinkovic-Savic.
P.D.: Y, por cierto, para los supersticiosos; o para los amantes de las estadísticas; o para los dos. El Atlético se enfrentó al Sporting de Portugal en su camino a la UEFA Europa league 2009/10, finalmente conquistada en Hamburgo. En aquella ocasión fue en octavos: empate a 0 en el encuentro de ida, en el Calderón, y a dos en Lisboa, con una extraordinaria exhibición de Agüero.
