La vida de toda persona está marcada por momentos únicos, situaciones que te encogen el corazón y te hacen cambiar el chip. Porque el destino, cuando menos te lo esperas, te obliga a caminar solo, demostrando a los que siempre te han rodeado que pueden confiar en ti y que puedes cuidar de los que vendrán. Algo parecido le pasa este Atleti, los Gabi, Juanfran, Godín y Filipe se apagan poco a poco, la transición está siendo lenta y los jóvenes tienen que dar la cara.
La primera camada del ‘Cholo’ se hizo mayor en Bucarest, se convirtieron en hombres en la final de Copa en el Bernabéu y pasaron a ser leyendas atléticas en la última jornada de Liga ante el Barcelona. Desde entonces, el futuro se ha centrado en Koke. Un chico que, pese a su corta edad, tiene un palmarés extraordinario, transmite los valores del Atlético de Madrid y lleva aprendiendo casi 7 años de un vestuario campeón. Sin embargo, está perdido en un vacío generacional y necesita dirigir cuanto antes a un escuadrón que esté a su altura, que sepa qué es ganar una final.
Koke, llamado a liderar esta generación. Foto: Rubén De la Fuente
Lyon fue quien enterró a una generación de oro en el 1986 y la misma ciudad puede ser quien dé vida a un grupo de jóvenes para la historia. Es el momento de ser campeón y ver cómo los chicos del ‘Cholo’ pasan a ser unos auténticos guerreros. Saúl es el más aventajado, pero necesita ganar trofeos para entrar en las páginas de oro rojiblancas. Lucas y Giménez deben consagrarse como el muro defensivo del futuro. Thomas debe demostrar que el centro del campo colchonero tiene nombres y apellidos africanos. Correa debe quitarse el disfraz de revulsivo y Oblak tiene que ascender al olimpo del fútbol… y allí sólo se entra con un montón de títulos bajo el brazo.
Siempre llega el día en el que te haces mayor, en el que dejas de ver un capítulo de ‘Friends’ para ser un jodido ‘Peaky blinder’. Un momento en el que la responsabilidad y la ambición se fusionan en tu cabeza, una final que sirve para inyectar el gen ganador a una generación que lo pide a gritos, a unos muchachos que quieren desvirgarse ante toda Europa. Los ojos mediáticos están centrados en otro lado, pero este partido está para que lo revienten los más pequeños. Es su oportunidad, el rival es idóneo y les llega en el momento exacto. Prepárense, hoy va a ser un día para estar orgullosos de nuestros ‘niños’.
Fotos: Rubén de la Fuente
