Correa les desea Feliz Navidad

El Atleti salió al partido con la intención de mandar, plantado con un 4-4-2 que daba a Herrera el relevo de Koke y con Lemar de nuevo en el once. Tuvo la pelota, empezó jugando en campo ajeno y hasta consiguió un gol, en fuera de juego, claro, de Álvaro Morata. Duraron poco las intenciones porque justo después de esa jugada los de Simeone desaparecieron del partido. El Betis se hizo amo y se apropió en exclusiva de la pelota. El Atleti volvió al bloque bajo, donde tan cómodo se sentía antaño; entregó el balón y el terreno y dormitó. Despertaba a veces, a la fuerza, cuando el juego llegaba a Fekir. Ahí se juntaban lo mejor del Betis, un futbolista con botas de velcro que driblaba con el cuerpo y enardecía a la grada convocando la sensación de peligro,  y lo peor del Atleti banda de Lodi y Lemar, el brasileño todavía inseguro en defensa y poco ayudado por el jugador abúlico que es Lemar, ni presiona ni juega, simplemente va difuminándose en el partido hasta que alguien cae en la cuenta de que esta allí, firmando otra actuación lamentable, perdiendo la enésima oportunidad para reivindicar su precio y su fama.

Tuvo un larguero el Betis en un remate forzado de Feddal que parecía no revestir peligro, pero sin duda la jugada del partido fue en el treinta y cinco, con la defensa del Betis muy adelantada, Joao controló en el medio y metió un pase a Morata que lo dejó sólo frente a Joel, con los defensas diez metros por detrás, arrancando desde campo propio con toda la ventaja, con todo el tiempo del mundo para pensar cómo quería ejecutar el gol. El delantero, cabeza gacha, no debió ver el resbalón del portero bético, o tal vez sí, y eso lo desconcertó, quién puede saberlo, lo cierto es que disparó temprano, extrañamente casi desde la frontal, cuando tenía todo el tiempo y el espacio para él, y así entre Joel y el palo se frustró una ocasión como probablemente no haya tenido otra desde que jugaba con sus amigos en el barrio. El sueño de un delantero, correr a la portería sin oposición, con la pelota controlada y después, el negro telón del fallo. El Betis acusó el susto y el Atleti despertó, pero ya no hubo tiempo para mucho, llegaba la hora del descanso.

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Joao estuvo muy activo, sobre todo en la primera mitada. Foto: atleticodemadrid.com

El segundo tiempo comenzó con los mismos hombres y las mismas trazas del primero. El Betis dominaba sin peligro y el Atleti no termina de entrar en el partido. Todo cambió con la entrada de Correa, a los diez minutos, que resultó decisiva. En la primera jugada que tuvo, el revulsivo argentino presionó a Álex Moreno forzándole a errar un pase en zona catastrófica, el diez del Atlético recogió el regalo y se plantó frente a Joel. Éste sí, regateó a la derecha del portero y definió el cero a uno. Estaba por ver si el Atleti volvería a su versión apática o trataría de resolver el partido y acabó sucediendo lo primero. El Betis volvió a controlar el juego, el Atleti lo esperó, tal vez confiando en alguna contra que no llegó y, paradojas de la vida, justo en el momento en el que los locales, empujados por su público, más cerca estaban del empate, -Canales estrelló un disparo a la base del palo con Oblak vencido-, vino la sentencia del partido. De nuevo Correa aprovechó un error de Fekir para caracolear en el área y servir un pase atrás que Morata resolvió brillantemente con la espuela para poner el cero a dos y cerrar el partido.

En el tiempo de añadido hubo una jugada extraña, un gol del Betis que el VAR puso en duda y, después de mucho consultar, el colegiado, Estrada Fernández, decidió sorprendentemente conceder contraviniendo así la norma que había sido taxativa hasta entonces de que las manos, sean como fueren, de los atacantes en el área, son señalizadas como falta. Fue el final, uno a dos y el Atleti volviendo a la versión resultadista, un partido malo en cuanto al juego, pero con tres puntos vitales que le sirven para alzarse de nuevo a la zona Champions de la clasificación y brindar así unas Navidades tranquilas y felices.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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1 Comentario

  1. No podemos estar contentos por el juego, el equipo sigue fallando en la colocación, lo que hace que la presión no sea más efectiva. Los rivales, no solo el Betis, llegan con relativa facilidad al área y eso genera intranquilidad que se traduce en errores en los pases y alguna pérdida de concentración.

    Al final, la calma la impone la victoria y, desde que al Atleti se le exige ganar todo, es algo positivo.

    Nos vamos al parón navideño con la sensación de haber recuperado parte de lo que se perdió en partidos anteriores, pero también con la idea de que hay que mejorar algunos aspectos del juego.

    No quiero olvidar al equipo femenino que, a pesar de las adversidades, sigue respondiendo en el terreno de juego y se merece una felicitación por el coraje y el pundonor que derrochan las jugadoras en cada partido. Ayer se imponían al real madrid Tacón FC por 2 goles a 1, en un partido que no retransmitió ninguna cadena y cuyo resultado debió sentar muy mal en la televisión autonómica de Madrid porque lo despachó en apenas 15 segundos con una cámara de aficionado y desde un córner.

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