Víctor Machín Pérez continúa en el Atlético de Madrid. Vitolo se agarra con uñas y dientes a un salario de seis millones limpios por temporada, una cifra que ningún club quiere asumir visto el bajo rendimiento del canario sobre el césped. Ahora, tras nueve partidos sin disputar un solo minuto, le toca volver a la dinámica de grupo.
El futbolista llegó desde Sevilla siendo un auténtico pelotazo. El crack de Nervión lo dejó todo tras una llamada de Simeone, no le importaba el cómo ni el cuándo. Quería ser rojiblanco a toda costa y los colchoneros desembolsaron 36,5 millones de euros para verle lucir el ‘23’. Eso sí, tras pasar unos meses en Las Palmas por la maldita sanción de la FIFA.
Vitolo nunca llegó a triunfar. Su primera titularidad fue en un partido de Copa del Rey en el Metropolitano ante el Sevilla FC. Cosas del destino, el Atleti perdió 1-2. Su primer gol en liga llegó el 11 de marzo, casi tres meses después, en una goleada al Celta de Vigo. A partir de ahí, un gol en Europa League, jugó la semifinal ante el Arsenal y se quedó sin ir convocado en la final ante el Marsella.
La temporada de la ‘decisión’ Vitolo llegó con muchas ganas. Una magnífica intervención en la Supercopa de Europa al Real Madrid, donde será recordado por dejar a Carvajal en el suelo tras tres recortes. A partir de ahí, lesiones de rodilla y problemas musculares que dejaron al canario sin meter un solo gol en todo el curso.
El año pasado se cambió de dorsal, se puso el ‘20’ por superstición y empezó la temporada como un avión. Tal era su nivel que la hinchada empezó a creer que ese sí era su año. En Butarque dio la victoria al equipo con un gol y provocó el éxtasis en el Metropolitano con otro tanto en la remontada ante el Eibar. Atacaba por banda, generaba peligro y parecía tener destellos de crack hasta que se lesionó del muslo en octubre. La alegría duró muy poco.
Empezó a encadenar unas lesiones con otras, con pequeños tramos de elevada presión en el que el canario debía demostrar en cada minuto sobre el césped que realmente merecía ganar ese salario de estrella. Una temporada que se fue con apenas 3 goles y jugando partidos clave como los de la Supercopa de España.
Este año se repitió el mismo guion. Simeone empezaba a darle más oportunidades, cada vez tenía más confianza depositada en él y cuando ya diputaba los 90 minutos completos, como el partido ante Osasuna, se rompe su maltrecho muslo. Fue la gota que colmó el vaso, disputando su último encuentro en liga ante el Valladolid, el pasado 5 de diciembre.
Todo parecía cerrado para volver al nido de Emery, el entrenador que más jugo sacó al canario, pero todo se truncó. Villarreal y Atleti no llegaron a un acuerdo. Vitolo se queda esta temporada, para bien o para mal. Es un jugador de mucha calidad que si sigue el compromiso y ejemplo de Lemar podrá dar al equipo colchonero muchísimas alegrías. Si continúa como hasta ahora acabará su contrato sin pena n gloria. Partido a partido, Víctor.
