¿Cómo se puede derrotar al Liverpool?

Afronta el Atletico esta noche el partido de ida de octavos de final de Champions contra ese equipo de autor que es el Liverpool de Klopp. Un entrenador magnífico, un “mentalista”, un hombre “empeñado” en convertir en oro todo aquello que toca; su Mainz 05, aunque fuese más humilde y desconocido para el gran público, y su Borussia Dortmund fueron también equipos magníficos, equipos ‘de autor’: aunque suene repetitivo, así es.

Y dicen los que saben de esto que este Liverpool de Klopp, actual campeón de Europa es, ahora mismo, el mejor equipo del mundo. Es muy probable lleven razón. Los resultados, a la vista están, al menos. En estas circunstancias, uno se plantea si es posible que este Atlético ¨de transición”, irregular y renqueaste esta temporada, si lo comparamos con otros años de Simeone, puede ser capaz de plantarle cara al Liverpool y de tener opciones de ganar la eliminatoria, que es de lo que se trata esto, al final. Pues bien, aun a riesgo de ser llamado soberbio, uno piensa que este Atlético es el equipo de Europa que mejor puede plantarle cara a este Liverpool. No digo ganar, digo plantarle cara.

Se estructura este Liverpool en torno a un esquema y una idea muy claras. El esquema, un 4-3-3; la idea, presión muy alta y transiciones ‘en estampida’. Alisson Becker, ese excepcional portero con nombre, si se me permite, de cheerleader, guarda los palos; Trent Alexander Arnold y el escocés Oscar Robertson, en los laterales, son dos balas, dos atacantes más que dos defensas y dos hombres fundamentales en el esquema de Klopp; y, en centro de la defensa, ese descomunal central (casi imposible regatearle) que es Virgil van Dijk y Joe Gomez, en quien Klopp parece haber encontrado la pareja ideal para el holandés, con permiso de Matip y Lovren.

En el medio, muy posiblemente, jugaran Fabinho (como referencia de inicio), Jordan Henderson (ese ‘chico para todo’ no exento, en absoluto de calidad) y Wijnaldun; y en ataque los consabidos Mane, Firmino y Salah. Firmino, un jugador excepcional y, ojo, no estoy diciendo un delantero centro excepcional, que también sino un delantero que sirve de apoyo a sus compañeros, que baja a mediocampo, que distribuye, que baja balones, que apoya, que no solo remata, sino que JUEGA AL FÚTBOL, en una palabra. Porque, en esta vida, hay dos tipos de delanteros: los que (solo) meten goles y los que saben jugar al fútbol. Firmino es de los segundos. Y de Mane y Salah, poco que decir dos extremos, dos balas, dos jugadores con capacidad para liártela en medio minuto. Aunque este humilde ‘escribidor’ reme contracorriente, prefiere al senegalés antes que al egipcio, pero a ninguno le gustaría tener enfrente.

Y, ante todo este caudal, ¿qué debe hacer el Atlético? Sencillo, sobre el papel; muy difícil, en un terreno de juego. Pues, dos o tres cosas. La primera, presionar a su medio del campo, aunque sea la línea de la que menos hemos hablado, resulta clave. Klopp alinea a tres futbolistas allí; el Atleti debe poner cuatro, aunque sea el famoso cuatrivote con Thomas, Llorente, Koke y Saul o cinco, incluso, incluyendo a Correa en ese esquema. El objetivo debe ser ahogar esa línea y tapar, al precio que sea, sus bandas, ya hablemos de sus extremos (Mane y Salah) o de sus laterales (Robertson y TAA) que son, si cabe, aun más peligrosos.

La segunda, otra vez, seguir presionando, para evitar las transiciones defensa-ataque del equipo de Klopp; ahí te destrozan. El Liverpool presiona muy arriba y, cualquier perdida de balón en mediocampo propio es mortal. El Liverpool, los equipos de Klopp no juegan al tiki-taka, no; son como una víbora (o el animal que haga esto): te acogotan, te estrangulan y, en cuanto pueden, te matan.

Y la tercera, porque hasta ahora solo hemos hablado de defender, para atacar, buscar las espaldas de la defensa del Liverpool. Y buscarlas por dos sitios; ninguno fácil.

El primero, los huecos de sus laterales cuando suben al ataque, difícil cuando uno plantea un cuatrivote en mediocampo, que es lo que debe hacer, pero Correa, ese verso suelto, es la baza ahí, si Simeone decide alinearlo e integrarlo en mediocampo.

Y el segundo, aunque parezca un contrasentido, es buscar la espalda de van Dijk, un defensor descomunal, el “jefe” de la defensa de Anfield, pero que es quien saca a sus compañeros y adelanta la defensa del Liverpool. Y, ahí, Morata tiene que jugar su papel, anticipándose, aunque caiga mil veces en juera de juego… la 1.001 será la buena.

P.D.: Firmo, con sangre, un 0 – 0 esta noche; que el Liverpool no marque y morir en Anfield. Porque “a morir, los míos mueren”.

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol. En Grenoble por trabajo. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 7646

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2 Comentarios

  1. Me conformo con que el equipo juegue como un bloque solidario y no cometa errores.

    En cualquier caso, siempre nos queda la opción de que Thomas le parta el brazo a Salah (jugada legal y no sancionable por jurisprudencia arbitral) y que además Allison nos regale un gol.

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    • jajaja. 🙂 Coincido plenamente contigo, seguramente a Salah le queda algún brazo sano.

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