Escrito Por David Gómez on Ago 13, 2022 | 5 Comentarios

Se acabaron las probaturas. El Atlético de Madrid regresa a la competición este lunes en Getafe con energías renovadas y sensaciones encontradas. Ha sido un verano raro en lo deportivo y extremadamente convulso en lo extradeportivo. De lo segundo se ha hablado mucho a lo largo de estos meses. No es para menos. La canallada de las rayas y la insultante Comisión Impositiva (que no consultiva) creada por el club merecían ríos de tinta. Desgraciadamente, todo ese ruido se disipará en cuanto el balón eche a rodar. Volverá el fútbol y, con ello, se olvidarán las tropelías. Las miradas inquisitorias apuntarán de nuevo al de siempre.

Dentro de toda esa serie de aberraciones, el mercado de fichajes del Atlético de Madrid merece un capítulo aparte. Durante el tramo final de la pasada campaña, existía un consenso absoluto sobre la necesidad de reforzar la plantilla. Un central, un lateral derecho, un mediocentro y un delantero eran indispensables para poder competir por cotas más altas en este curso. Se salvó la Champions, que era la condición sine qua non que establecía el club para afrontar fichajes de garantías. Una vez cumplido con el objetivo, la maquinaria propagandística se puso en marcha. «Antes de entrar, dejen salir» y «el fichaje es Griezmann» volvieron a ocupar los principales rotativos de la prensa deportiva patria. Solamente los delirantes rumores sobre una llegada de Cristiano Ronaldo acallaron lo que era un secreto a voces: de grandes incorporaciones, nada.

El resultado ha sido más de lo mismo. A Madrid han llegado Axel Witsel, un mediocentro belga de 33 años que acababa contrato con el Borussia Dortmund, y Nahuel Molina, un lateral derecho argentino del Udinese por el que se han pagado 10 millones más 5 en variables. A ambos hay que sumarles los regresos de Saúl Ñíguez y de Álvaro Morata, aunque ambos todavía no tienen garantizada su continuidad. De primeras, parece evidente que al equipo le quedan muchas carencias por resolver. La plantilla sigue estando corta de efectivos en algunas posiciones y debilitada en otras tantas. Buena prueba de ello es que el ‘Cholo’ ha tenido que utilizar a Witsel de tercer central durante la pretemporada.

Pese a todo, las pruebas veraniegas abren una puerta a la esperanza. El Atlético de Madrid ha cuajado una pretemporada impecable, mostrando una versión que dista mucho de lo que se vio durante gran parte de la campaña pasada. La incursión de Witsel en el centro de la zaga ha mejorado notablemente la salida de balón desde atrás. Asimismo, el equipo se ha mostrado bastante efectivo tanto en la presión adelantada como en el repliegue. Sin embargo, la mejor de las noticias ha sido su contundencia arriba. Todos los delanteros han anotado, al menos, un tanto durante este período estival.

Dos nombres han destacado por encima del resto. El primero es el de Álvaro Morata, que se reivindicó dentro del plantel con un ‘hat-trick’ frente a su ex equipo, la Juventus de Turín. El segundo es el de João Félix. El portugués ha comenzado esta pretemporada como terminó la pasada campaña. El alto nivel demostrado en estos partidos confirma la consolidación del astro luso, al que parece que únicamente las lesiones podrían frenar. La irrupción de João será la principal baza a la que se agarre el Atlético de Madrid en el año XI de la era Simeone.

Pero todo esto son meras especulaciones. La realidad empezará a vislumbrarse cuando, dentro de un par de días, el conjunto rojiblanco salte al césped del Coliseum Alfonso Pérez. Será entonces cuando comprobaremos si este extraño optimismo tiene fundamento o si, por el contrario, el torbellino colchonero de la pretemporada ha sido, simplemente, una tormenta veraniega. Sea como fuere, el Atleti está de vuelta. Ya era hora.