El Atlético de Madrid concluye su temporada 2022/2023 esta tarde en Villarreal. El cuadro rojiblanco cuenta con el único aliciente de pelear la segunda plaza al Real Madrid. Pese a no ser un objetivo desdeñable, tanto la clasificación para la Champions como para la Supercopa de España ya fueron consumadas por los hombres de Diego Pablo Simeone. Una vez termine el duelo en tierras castellonenses, al club colchonero se le abrirá un partido todavía más importante: el del escudo. En los últimos minutos del duelo frente a la Real Sociedad, el Fondo Sur del Metropolitano gritó al unísono una palabra: «¡Votación!». Con sus cánticos, la cuestión del escudo volvía a la palestra.
No hace tanto de aquellas tardes en las que el Metropolitano era un cruce de reproches y acusaciones. La huelga impulsada por el Frente Atlético como protesta por las promesas incumplidas en la Comisión Social estaba generando división en la grada del feudo colchonero. En un movimiento pragmático, los ultras del Atlético de Madrid dieron un paso atrás y recuperaron la animación. Su decisión calmó las aguas en una hinchada incendiada, pero no pretendía solucionar el problema. Simplemente, lo aparcaba hasta ahora.
Ahora, ya no hay excusas. Los que acusaban al Frente de fomentar la confrontación han perdido el crédito de su argumento. El club, por su parte, no puede apelar a la faceta deportiva para acallar el clamor popular. Sin posibilidad de perjudicar al equipo en el campo, ¿cuál es la razón para postegar la votación? Resulta evidente que la SAD eludirá el asunto y los que suspendieron la huelga (de buena fe) volverán a ser engañados. Los que conocemos a los Gil sabemos que las promesas hechas en marzo caerán en saco roto y que los delincuentes prescritos se saldrán de nuevo con la suya. Sin embargo, ya no hay relato ni coartadas que valgan.
La afición del Atlético de Madrid merece tener la última palabra sobre sus símbolos. La Comisión Social se constituyó para algo. Aquellos que tanto se movilizaron para presionar al Frente Atlético con su legítima huelga deben apretar ahora a la directiva. Son ellos, y solo ellos, los que tienen la oportunidad de erigirse como intermediarios de la hinchada o como indignos cómplices de esta fechoría. Sospecho que la mayoría optarán por el segundo camino. Ojalá pueda tragarme mis palabras.
4 junio, 2023
No entiendo esa defensa al frente. Es igual, la historia según de quien se trate, vale mucho o no sirve.