Mucha música y poco baile

Y Vinicius no marcó. Y tampoco bailó, aunque sí lo hizo su compañero Rodrygo. Es curioso, porque durante una semana se nos estuvo vendiendo un relato que parecía dar por hecho que el brasileño iba a marcar durante el partido. El bochorno, la prepotencia y la vergüenza se volvieron a apoderar de unos medios de comunicación que llevan años denigrando a la profesión que dicen representar. No dan para más. No saben. Ni de periodismo, ni mucho menos de fútbol. Y en ese contexto de bajo nivel necesitan buscar un escenario en el que sus nulos conocimientos sobre el deporte rey sean tapados por shows irrelevantes y debates absurdos. Contextos en los cuales, como bufones que son, brillan en su máximo esplendor. Así pues a uno de estos plumillas que presumen de informar y lo único que hacen es defecar continuamente sobre la palabra periodista, solo se le ocurrió preguntar a Koke por un supuesto baile.

Mientras miles de medios, que aún conservan el rigor y la seriedad que merece, se quedan sin poder preguntar nada en vísperas de un partido tan importante como es un derbi, alguien pareció entender que era lícito e interesante para el espectador preguntar al capitán del Atlético de Madrid sobre un hecho que trascendía más allá del juego. Ni de táctica, ni de alineaciones, ni, por supuesto, de las sensaciones previas al choque. Alguien tuvo la bochornosa idea de cuestionar sobre que actitud tendría la grada tras un gol en contra. La polémica estaba servida. Unas palabras correctas del portador del brazalete rojiblanco fueron utilizadas y retorcidas al máximo. El relato oficial estaba a punto de escribirse.

En esos días, en el mismo, y único, programa que Florentino Pérez escogió para explicar su proyecto de Superliga, alguien metía en la misma frase la palabra mono y el nombre de Vinicius. Si alguno tiene a bien escuchar la frase completa y el contexto en el que se dice, verá que para nada tiene una intención vejatoria. Daba igual, los telepredicadores ya tenían el sermón diseñado y la idea que querían transmitir: Koke era el principal instigador de una masa social racista que iba a convertir ese fin de semana el Metropolitano en una zona de guerra a la que acudir con casco, chaleco antibalas y escudo antidisturbios. 

Era irrelevante que hace escasos cinco meses, y tras otra deleznable campaña exigiendo un pasillo, no pasase absolutamente nada. Nadie se paró a analizar porque una afición tan racista como la del Atlético de Madrid podría animar cada partido a futbolistas como Lemar, Kondogbia, Reinildo o Cunha. Contrastar noticias y comparar distintas fuentes son labores propias del periodismo y lo que hoy día abunda en las redacciones nacionales puede ser catalogado de todo menos de periodismo.

La campaña fue un éxito. El mismo futbolista que acumulaba faltas de respeto a rivales y que comparaba jocosamente sueldos cuando jugaba en Segunda División B, era ahora un joven marginado que sufría en silencio una persecución constante. El mismo jugador al que Movistar + dedicó un reportaje en su anterior partido, plagado de vaciles al rival y menosprecios que incluso fueron reprendidos por sus compañeros de equipo, era ahora una víctima. Por supuesto el mencionado reportaje desapareció de redes sociales de inmediato. 

Vinicius el perseguido saltó al césped del Metropolitano con la única intención de bailar. Salió al partido con una cerilla en la mano, sobre un terreno que otros ya se habían encargado de empapar en gasolina. Lo intentó de mil formas. Hasta dio al palo. Recordó en varias ocasiones al público el resultado del partido e incluso fingió ser víctima de una agresión. No pasó nada. Seguía siendo la víctima.

El Atlético de Madrid perdió un derbi en casa, pero no solo los seguidores colchoneros se marcharon a la cama tristes. Otros, por mucho que se esforzaron en que hubiese música, no tuvieron el baile deseado.

Foto: Getty Images (Imago)

Autor: Marcos Martín

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6 Comentarios

  1. Bueno, lo de los medios de comunicación no cambia, ni aunque se cambie de siglo.
    Es la misma historia de siempre. La que se producía cuando yo tenía que caminar desde Vista Alegre al Calderón, por General Ricardos, y en todos los kioskos que había, todo eran portadas del Real Madrid, aunque solo fuera un entrenamiento y nosotros estuviéramos jugando la Copa de Europa.
    Pero hoy la prensa es más dañina, por usar un adjetivo menos dañino.
    Hoy se generaliza sin un ápice de dignidad.
    Hay un articulo hoy en el diario AS, que lo firma Manuel Cobo. Su titulo es una sinvergüenzada. Es el clásico «facha» que no le vale con ganar, lo que a él le representa es el deseo de humillar tras la victoria de su equipo.
    Es un indigno con carnet de periodista.
    Recurrir como titular de su articulo al de una gran película como es la protagonizada y dirigida por Kevin Costner, dice mucho de lo poco que este elemento sacó al ver, si la vio, esa película.
    «Bailando con lobos», la película, enseña el respeto y admiración mutua que puede llegar a existir entre dos culturas.
    Al usar el titulo de «Bailando con lobos» de Manuel Cobo para encabezar su articulo, es de una bajeza miserable.
    Luego como «buen madridista» incluye al otro «lobo» del madridista, Luis Enrique.
    Estos son los personajes que crean odio y racismo, lavándose las manos como Poncios Pílatos del periodismo.

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    • Los medios llevan ahora una estrategia bastante bien estudiada y en consonancia con el momento, con las redes y demás bazofia.

      Siempre he pensado en que ser antimadridista no acaba de beneficiar, al contrario. Cuántas veces lo habré hablado con mi padre, que iba los veranos al Colombino y al Carranza cua do jugaba el Atleti como un groupie, y por supuesto es ante todo antimadridista. Pero al final es momento de reafirmarse, parece. Porque tela lo que hay que leer últimamente, parece que vamos a tener que pedir perdón por ser del Atleti…

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  2. Después de más de 100 años de historia y después de centenares de derbis, no se puede reaccionar siempre igual a las provocaciones. La Caverna mediática va a enseñar siempre el trapo porque sabe que hay un sector de seguidores del Atleti que va a embestir.

    Pero no nos confundamos, a ese sector de seguidores los conocemos todos y manifiestan su racismo allá donde pueden, sin ir más lejos en el derbi de la Youth League frente al real madrí de hace apenas unos meses y por lo que el Atleti ha sido sancionado. No sirve como argumento el hecho de que animen a Lemar, Kondogbia, Reinildo, etc, no se puede tener un cuchillo en una mano y en la otra una venda para curar.

    Es tarea de la dirigencia impedir estos comportamientos inaceptables, por un lado, y elaborar una estrategia inteligente para responder a la Caverna, por otro.

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    • Bien está en perseguir y extirpar lo que causa daño, ahora bien, me niego a creer que en todo el Bernabeu no se oiga un grito racista, y otras mil vilezas de las que sólo sacan las del Metropolitano; es más, estoy completamente seguro que una vez que se ha cumplido la función, se recogen los trastos y hasta otra, la lucha contra el racismo que algunos esgrimen como si fuera el ley-motiv de sus vidas, desaparecerá como por arte de magia en muy poco tiempo y, cuando se cometan actos racistas contra otros futbolistas de equipos no mediáticos al 99% de estos se la traerá al pairo. ESO ES SER HIPÓCRITAS EN GRADO SUMO.
      Estoy de acuerdo en que para el próximo derby se debería estar preparado porque la van a montar, siempre lo han hecho, pero ahora han encontrado un filón increíble, es una absoluta vergüenza. El capo dei capi se tiene que estar tronchando.

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  3. Todos somos primates superiores, algunos más que otros, y con el asunto del racismo la hipocresía es siempre lo que impera. Llamar white trash, basura blanca, a decenas de millones de votantes en usa, es muy divertido para algunos, pero llamar negro a un negro, es racismo intolerable. Llamar mono a quien sea es un insulto estúpido que no sé por qué habría de ser más grave que cualquiera de las zafiedades y barbaridades que se berrean por todos los estadios, a todas horas y sin venir a cuento.
    Sería ilustrativo saber, con sinceridad, la impresión que le produce a tantos merengones ver que la media docena de jugadores que protagonizan las fotos de sus goles son todos negros.
    No es,al final,el periodismo en abstracto, sino un individuo vulgar y corriente, que tiene que comer y pagar facturas, el que escribe, dice o publica lo que le mandan, porque si no, no cobra la siguiente nómina. Los medios de desinformación de masas son propiedad de los mismos que lo poseen todo, mass media, big tech, big pharma, energía, alimentos,bancos,todo. Ya hemos visto la degradación absoluta a la que han sometido al periodismo con la farsa pangolínica y la promoción criminal de las inoculaciones génicas experimentales. Pues que se puede esperar en el ámbito deportivo. Nuestro sanchinflas majadero nacionalizó por decreto a un base americano, negro, sí, que no habla ni papa de español, para ganar la medallita del basket, y con esta trampa escandalosa la chusma parece estar tan contenta. ¿Qué tiene que ver esto? Pues que el mundo fue y será una porquería, como dice el tango famoso, que la prensa deportiva española fue siempre, ésta sí, basura blanca, y que no merece la pena ocuparse de ella un instante.

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