El protagonista fue Soto Grado, vestido de amarillo, se convirtió en el mejor del Madrid, el baluarte en el que sostenerse en los momentos malos, la palanca necesaria cuando todo viene a favor. Ya veníamos advertidos desde su nefasta actuación en Anoeta, pero no decepcionó. Desde el minuto uno desesperó a Morata sin cobrarle faltas clamorosas, marcó la línea que limitaba el trato con la tarjeta a De Paul, Reinildo y Hermoso en sus primeras faltas y la impunidad regalada a Militao, Nacho y Rudiger, cuyas infracciones quedaban lejos de la amonestación, muchas veces incluso de la señalización. Así fue minando la moral de unos y abonando el terreno de los otros y asestó el golpe mortal cuando en el minuto setenta y dos perdonó de manera descarada la segunda amarilla a Ceballos. Aquello hubiera dejado al Madrid con diez en el minuto setenta y dos, con cero a uno en el marcador, hubiera definido otro partido, otro mundo. Pero para eso el Madrid tiene a Soto Grado, como ha tenido siempre a tantos otros. No es nada que sorprenda, no es ningún escándalo, como dijo a Simeone “no le importa a nadie”, apenas la polémica resistirá hasta el día siguiente y la jugada, que fue la que verdaderamente definió el partido, quedará oculta en la cueva de las injusticias olvidadas, una más, imposible ya contarlas. Ellos continuarán su camino de felicidad y triunfo impostado, a los demás tan solo les queda la resignación o la rebeldía contra este abuso permanente.
Respecto al fútbol, el Atleti hizo una primera parte primorosa, pese a todo. Con un centro del campo de poco músculo aparente (Lemar, Koke y De Paul), llevó al Madrid contra las cuerdas, lo puso atrás en el marcador con un golazo en triangulación perfecta del capitán con Nahuel, que de primera le puso el 0-1 a Morata. No reaccionó el Madrid porque el Atleti dominó el partido, dominó el balón, jugó con calma, combinó y llegó, no con demasiada claridad. Parecía más cerca el cero a dos que el empate, que no se vislumbraba por ningún sitio merced a un Madrid desnortado por el juego de su rival. El Atleti era un equipo como antaño, junto, solidario, con Correa y Griezmann intercambiando esfuerzos en fase defensiva, aglutinando combinaciones en fase ofensiva, con una defensa seria, Hermoso en su sitio, Nahuel tal vez en su mejor partido desde que viste la rojiblanca. Todos a las órdenes de Koke, que volvió a ser Koke, el centro de gravitación del juego rojiblanco y el mando único del partido.
En la segunda parte, como era lógico, el Madrid tuvo su arreón, que el Atleti resistió bien, llegaba el momento de esperar, de buscar la contra que lo sentenciase. Estuvo firme el equipo de Simeone, recordando tiempos pasados, con Griezmann canalizando las salidas en busca de la sentencia. Empezaban a llegar las jugadas en transición, el Madrid remitía en su empuje y entonces apareció Soto Grado para perpetuar la tradición, permitió que los de Ancelotti siguieran con diez en una jugada que no importará a nadie pero que terminó definiendo el partido y la eliminatoria. Falta que no pudo dejar de pitar en la frontal a Lemar que se introducía en el área y sorprendentemente guardó la amarilla, que sería la segunda. Ahí abrió la puerta a un mundo nuevo, que cristalizó justo después, cuando Rodrigo marcó un golazo ante la pasividad de la defensa rojiblanca, a la que sorteó como si fuesen conos de un entrenamiento. Faltó ahí la contundencia que se necesita en un derbi, especialmente a Witsel, que había entrado demasiado frío al partido.
Acabó en empate y nos fuimos a la prórroga, como suele ser habitual en las finales desde que Simeone se le plantó en el camino al Madrid. El Atleti había refrescado su once, paulatinamente, entraron Witsel, Kondogbia y Saúl, Carrasco y ;Memphis y Barrios para el inicio del tiempo extra. Lo cierto es que todos bajaron el nivel de los que había y el equipo se resintió por eso. Nada más comenzar la prórroga, Savic cometió una imprudencia que no fue tratada de la misma manera que la de Ceballos. Aquí si hubo claridad en la segunda a marilla y el montenegrino dejó a su equipo con 10. El Atleti trató de activar el modo defensa numantina pero le duró poco la intención. Un remate fallido de Vinicius propició un pase medido a Benzemá, que puso de manifiesto la mala noche de Oblak haciendo el segundo para los suyos.
Pero el Atleti no se rindió, en la segunda parte de la prórroga fue con todo lo que tenía, y aunque se notara que ya no estaba Griezmann, exhausto, ni Correa, ni Morata o De Paul o Koke, fue y fue, lo intentó con uno menos, metió al Madrid en su área, tuvo la oportunidad del empate en un tiro de Carrasco, en un par de ocasiones de Memphis, pero ya no era noche para los desposeídos. Al final del final Vinicius hizo por fin su gol contra el Atleti, con el equipo volcado y fundido, el brasileño se metió en el área para sellar el pase y demostrar su estilo con un baile a la altura de lo que representa.
Se le acabó al Atleti la ilusión de la Copa, lo hizo de una manera acostumbrada y no por ello menos dolorosa. Todavía enero y solo queda la Liga, ya habrá tiempo para pensar en eso porque por el momento hay que digerir esta derrota dura y terriblemente injusta.
Foto: Getty Images
27 enero, 2023
Cada uno tendrá su lista de jugadores que nunca deberían haber vestido nuestra rojiblanca: Goicoechea, el cavernícola que hachó la pierna de Maradona, está entre los primeros. Aunque lo de Pablo Alfaro, uno de los más sucios entre los más sucios de siempre, no tiene nombre. Su imagen agarrando por la melena por detrás a Futre en un lance de alguna temporada anterior, es el penoso fotograma que resume su lamentable carrera.
Claro, que a disparates, difícil igualar a Radomir: Lardín por Simeone y palmando pasta, Esnáider por Penev, o el trotón de Bjbel,tan incansable como incapaz de dar un pase hacia delante en toda su carrera. Pues en esa lista de mis indeseables sobresale también Savic. ¿Quiere alguien largar a este puto gafe de una maldita vez de este equipo? ¿Cuántos años lleva este tío jodiendo partidos decisivos? Si nunca ha sido un buen central, y además es reiteradamente gafe, ¿qué demonios hace aquí?
Sí, bueno, el arbitrucho iba de merengue, ¡vaya consabida novedad !
27 enero, 2023
El árbitro y Vinicius a pachas fueron los que expulsaron a Savic. Vinidcius hace un piscinazo y el árbitro se lo reprocha, pero, si ya lo saben, no le saca tarjeta, la tv pública de este país omite la repetición. Pasan unos minutos y el tío más feo que he visto en mi vida, se lía con Savic que entra al trapo y tarjeta para cada uno. Alguien en su sano juicio cree que el árbitro hubiera expulsado al personaje de haber tenido una tarjeta.
Lo del árbitro se vio desde el inicio, totalmente tendencioso en todo, faltas, tarjetas y actitud hacia unos y otros. Vergonzoso.
Para ganarle al Madrid hay que aplastarlo porque como haya un resquicio ya se encargarán de aprovecharlo.
28 enero, 2023
Bueno, lo del árbitro, ¿os sorprende? Pues, esto es lo de siempre. No quiero hablar de un colectivo, en el que no creo. He dicho que es una asociación de delincuentes legalizada, como otras muchas, y se aprovecha del fútbol, que es un negocio para el bien vivir de mucho maleante. Tampoco entiendo el pasotismo de Carrasco; hace tiempo que se ha borrado, y creo que en el B, habrá algún chaval, que lo haga mejor que él. Ahora nos queda la liga, para poder clasificarnos para jugar en Europa, y luego ya se verá.
29 enero, 2023
A mí no me sorprendió nada.Es algo que llevo viendo desde que era niño.Durante los 1970 y los 1980 con los ya difuntos Pablo Porta de presidente de la Federación Española de Fútbol y José Plaza de presidente del Comité de Árbitros tuvimnos demasiadas injusticias arbitrales ,incluso nos privaron de ganar la Liga en 1976 y en 1981,llegando a provocar la dimisión de Don Vicente Calderón como presidente de la Liga de Fútbol Profesional y también la inhabilitación y posterior dimisión del Doctor Alfonso Cabeza como presidente del club, y en los 1990s,los 2000s y los 2010s con Ángel María Villar como presidente de la Federación Española de Fútbol y Victoriano Sánchez Arminio como presidente del Comité de Árbitros el Atleti recibió demasiadas injusticias arbitrales,sobre todo en los 90 ,con Jesús Gil enfrentándose aestos dos personajes,pero luego tras el descenso a Segunda en el 2000 para tener que esperar al 2002 para volver a Primera y muerto Jesús Gil muchos arbitrajes tras volver de Segunda privaron al Atleti de clasdificarse a Europa y la espera para volver a ganar títulos duró 14 años tras el Doblete,y posteriormente 2 Champions Leagues que nos robó el Madrid en Lisboa 2014 y Milán 2016,sobre todo esta última ,el robo fue peor aún.Y últimamente con Luis Rubiales de presidente de la Federación española de Fútbol y Luis medina Cantalejo de presidente del Comité de Árbitros todo es bastante peor que con sus antecesores en el fútbol español.