Allá donde fueres, haz lo que vieres, dice un viejo dicho castellano, y eso debió pensar Ancelotti, que llegó al derbi del Metropolitano con las convicciones del Atleti de antaño, defensa fuerte, equipo juntito, contundencia en las áreas y oficio. Con eso, que no es poco, por más que cuando se practicaba del otro lado fuese hartamente criticado, los de blanco se llevaron el partido de la máxima rivalidad y dejaron al Atleti tocado y semi hundido, por los puntos, por las dudas, por ese lacerante espejo que muestra en los demás las virtudes que siempre fueron tuyas.
Griezmann fue titular y justificó sobradamente la apuesta de Simeone, pues fue el mejor de los rojiblancos. Se asoció por todo el frente de ataque, buscó la profundidad, disparó, lo intentó una y otra vez ante la inoperancia de su compañero de dupla, Joao, que tuvo un partido para olvidar. El Atleti comenzó con buen tono, con Kondogbia de cinco, flanqueado por Rodrigo de Paul y Koke, que tuvo un amargo aniversario, pues igualó a Adelardo, quinientas cincuenta y tres veces se ha puesto la zamarra el canterano, deberíamos hablar largo y tendido sobre ello en los próximos días y a fe que lo haremos.
El Madrid esperó, se juntó mucho atrás y puso pierna fuerte. El Atleti dominaba el partido e iba cociendo la sensación de peligro, pero en una salida, Tchouameni asistió a Rodrigo que, con la inestimable colaboración de Felipe, se plantó solo frente a Oblak a quien batió de primeras, a bote pronto. Fue un golazo colmado de fortuna e inoperancia defensiva que dejó muy tocados a los de Simeone.
Mientras el Atleti trataba de recuperarse del golpe, el Madrid asestó uno nuevo. Vinicius, que tuvo una actitud vergonzante durante todo el partido, provocativo, fingidor, vacilante, explotó su mejor arma, la velocidad, de nuevo ante la inoperancia de una defensa endeble y frágil como la de un infantil de primer año. Se plantó frente a Oblak, y su remate desastroso se fue al palo de manera que el rebote le cayó a Valverde, que empujó a la red. Sin hacer nada del otro mundo salvo defenderse, el Madrid iba dos goles arriba y aquello era una losa difícil de levantar.
La segunda mitad pasó sin que nada ocurriera, el Madrid defendió esperando una tercera contra que matase definitivamente el partido. Simeone intentó con los cambios que algo se agitara. Metió el doble nueve con Morata y Cunha, puso por fin a Witsel en el medio, después introdujo a Correa y Hermoso, también a Saúl por Kondogbia al final. Nada parecía molestar siquiera al solvente Real Madrid, hasta que en la salida de un córner, falló Courtois y la pelota cayó al hombro de Hermoso, que casi sin querer, hizo el primer gol del Atleti. En ese momento, el Metropolitano reventó, el ambiente se enardeció, quedaban cinco más el descuento y todo parecía posible. Pero llegó el oficio. Carvajal provocó una amarilla por empujón a Reinildo y Hermoso estropeó su gol con la tangana, allí se perdió un tiempo precioso, que no era lo que el Atleti necesitaba entonces. Es Hermoso un jugador extraño, que parece que tiene para más, pero que después muestra bastante poca inteligencia en el juego. Para aclarar las dudas, Munuera Montero se encargó de bajar los humos al Atleti en el siguiente córner, en el que se inventó una segunda amarilla a Hermoso y lo mandó a la caseta. Ahí finalizó cualquier atisbo de remontada. El Madrid apuró un poquito más el tiempo y se llevó los tres puntos a base de contundencia y oficio.
El Atleti mal de esta semana horrible y con la evidencia de que tiene una defensa insostenible, no ya para defender a campo abierto a equipos con la velocidad ofensiva del Real Madrid, sino si quiera para competir en la élite. La ausencia de Giménez y Savic es trascendental para el equipo, pues de su seguridad parte el sostén de todo lo demás, que se desmorona poco a poco cuando suceden cosas como las del derbi.
Fotos: Getty Images (Imago)
19 septiembre, 2022
Del partido, no voy a decir nada. Vondeno rotundamente los gritos racistas al brasileiro, y pido a anticorrupción, que investigue los hechos, y sancione a quien tenga que hacerlo, pero ha de analizar la violencia que muchos medios de comunicación, han generado, interpretando a mala fé, unas palabras de Koke.
LO de Hermoso, es alucinante, parece que jugaba con el equipo rival, entra de forma estúpida en las provocaciones, y esto claro, favorece al de siempre.
19 septiembre, 2022
Tenemos muy poco gol, o aparece por rachas, así no se puede. Las lesiones en la defensa y los arranques de Hermoso nos dejan en cuadro y va para dos temporadas, así no se puede.
Porqué cuando finge Vinicius que recibe un codazo y lo ve el árbitro, ya que de no ser así tendría que haber amonestado a Reinildo, no le saca tarjeta amarilla, porqué Carbajal hace lo que se le pone y se va de rositas…
19 septiembre, 2022
Siendo un juego de equipo, siempre personalizamos los errores y los aciertos, es inevitable, pero yo creo que en el gol primero no hay nada achacable a Felipe, sino a Kondogbia en el inicio de la jugada. El pase de gol en vaselina es antológico e indefendible, por mucho que nos fastidie. Si lo hubiéramos hecho nosotros, nunca rebajaríamos su calidad diciendo que es gracias a la colaboración del defensa rival que lo conseguimos. Sin embargo, la aceleración por el medio de Valverde, rompiendo a todos, pero sobre todo a Kondogbia, es el origen de todo. Es una conducción relativamente sencilla, no hay finta, ni túnel, ni pared, ni nada especial salvo la determinación y la velocidad para desbaratar todo el centro del campo nuestro en un suspiro y luego abrir a banda con un pase fácil,sin oposición ninguna. Nos lo hacen como si fuéramos el equipo de casados. No sé si alguna vez se lo haremos nosotro a alguien. Y conste que prefiero a Kondogbia a otros en el medio.
Hermoso es un tipo con carácter y eso me gusta, y aunque tienda a meterse en líos, cuando merodea el área rival es un jugador muy destacado. No es solo que meta goles, es que anda siempre por donde suceden las cosas importantes, así que digo otra vez que me gusta de delantero. La expulsión es ridícula. Quiero decir que es el árbitro el que hace el ridículo, no el bueno de Mario, que si consigue tranquilizarse en los momentos de exaltación sin rebajar su determinación, me gustará siempre su presencia, especialmente en el área rival, en vez de ver caras pusilánimes con brazos bajados que eso sí que ne crispa
Por lo demás, la historia mil veces vista y la misma amargura de siempre: da igual cómo sucedan las cosas, el juego, las ocasiones, los merecimientos, la inercia, el momento de la temporada, la competición, da exactamente igual: ellos ganan y nosotros perdemos. Lo contrario es excepción.
19 septiembre, 2022
Equipo echado atrás, metiendo fuerte la bota para que no pase la pelota ni el jugador, balones largos y contragolpe. Cualquiera podría pensar que hablo del juego del Atleti de hace unas temporadas, pero no, es parte del estilo del campeón de las Galaxias, que se completa con una adecuada cobertura arbitral cuando se necesita y con una adecuada cobertura mediática para acallar las críticas.
Fue la cobertura mediática la que se encargó de torpedear aquel estilo de juego del Atleti que tanto costaba doblegar en la casa merengue. La matraca diaria sobre el «cerocerismo» o el «hay equipo para más», ha llevado a buena parte de la afición a tener delirios de grandeza y a creerse a un Atleti capaz de jugar de tú a tú con los poderosos multimillonarios.
Ayer, se repitió la historia por enésima vez, con más voluntad que cabeza (más aportan jugadores de nivel medio pero inteligentes, que figuritas sin cerebro), permitieron que el merengue ganara prácticamente sin despeinarse en el «infierno» del Metropolitano.
Y para acabar, otros dos enésimos que parecen tener bula papal.
Enésimo crédito consumido por Joao Félix.
Enésimo comportamiento deleznable por parte de los exaltados de siempre.
19 septiembre, 2022
Las bulas te las compro todas