Ganar en la derrota

El Atlético de Madrid volvió a ganar otra vez. Tal vez esto le suene a tópico, pero no lo es. Mientras usted celebra, los presuntos vencedores claman por su expulsión de Europa. Es la forma que tienen de canalizar su frustración consigo mismos. No hay placer en el triunfo para aquel que traiciona su esencia. Quienes lapidaron al ‘Cholo’ por su excelente planteamiento en Mánchester todavía siguen haciendo malabarismos para justificar el espectáculo paupérrimo del City en el Metropolitano. Para los guardianes de la posesión, ver a Pep Guardiola tirando de prehistóricas artimañas debe ser algo similar a cuando un niño se entera de que los Reyes Magos son los padres. No, no existe una forma sagrada de jugar al fútbol. El estilo es ganar a toda costa.

En el arte de buscar la victoria, no existe un entrenador como Diego Pablo Simeone. Nadie hasta el ‘Cholo’ había conseguido retratar al mejor equipo del mundo de esta manera. No hubo un solo minuto en la eliminatoria en la que no se jugara a lo que propuso el argentino. Y eso, con un plantel sustancialmente inferior al de los sky blues, demuestra la inmensa categoría del técnico rojiblanco. Al Atlético de Madrid le faltó el punto de acierto que sí tuvo en Múnich o en Liverpool. En aquellos encuentros, sí hubo fases en las que el cuadro colchonero perdió por completo el control de la eliminatoria. Esta vez, no sucedió, pero el desenlace fue peor. Caprichos del fútbol. Habrá quien piense que se podría haber jugado a otra cosa. Habrá quien crea que el Atleti puede competir de tú a tú al City durante 180 minutos. Allá ellos.

Dicen los gurús que los equipos grandes jamás podrían jugar como el Atlético de Madrid. Quizás estén en lo cierto. Por eso, pocos compiten como el Atlético de Madrid. Debe haber una belleza indescriptible en encajar ocho goles con el Bayern o tres con el Eintracht. A mí, personalmente, se me escapa. La grandeza del Atleti reside en su falta de complejos. No le importa reconocerse inferior si eso implica aprovechar mejor sus armas para ganar. No le importa celebrarse a sí mismo si su esfuerzo no ha alcanzado para llevarse la victoria. No nos avergüenza cantar en la derrota, nos encanta. Probablemente, los que revenden su abono a miles de alemanes no lo comprendan. Tampoco los que encargan sus tifos prefabricados a grandes empresas. Somos distintos, somos especiales. Eso les molesta.

Decía Jorge Valdano que el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes. Aquí, el fútbol es lo menos importante de la cosa más importante: el Atlético de Madrid. Porque el Atleti se entiende más con la vida que con el fútbol. Las previas, los ambientes, los desplazamientos… Son esos instantes los que nos hacen sentir vivos. Créanme: no hay copa ni resultado que supere esos momentos. Por eso, cuando más de 60.000 gargantas se desgañitaban tras el pitido final, todo lo que invadió fue un remanso de felicidad. Igual que en las semis de 2017, el orgullo superó a la pena.

Autor: David Gómez

Alcarreño. Adicto a la buena música y a la escritura. Estudiando y haciendo periodismo con un micrófono y un papel. Esclavo de una pasión llamada Atlético de Madrid.

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5 Comentarios

  1. El entrenador lo ha dicho por activa y por pasiva, lo que importa es ganar. NO LO HEMOS HECHO.

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  2. Ganar es lo importante más allá del estilo. Pero perdimos. Cero goles en 180 minutos y alargues.

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  3. Esta vez, ha vencido el sistema de juego del Cholo, al que recurren casi todos los poderosos cuando les vienen mal dadas.
    Pero esto no es nuevo. El Atleti ha salido vencedor en muchos encuentros en los que ha caído derrotado. Los ejemplos más palpables y mucho más importantes fueron las dos Finales de Champions, que reposan en una sala de trofeos que no es la correcta.
    Sin embargo parecen olvidadas en el imaginario colectivo, sepultadas por un aluvión de críticas y líneas mediáticas encaminadas a desviar la atención de lo que aconteció en dichas finales, donde el equipo más rico del mundo no pudo marcar ni un solo gol legal durante el tiempo reglamentario de ambas.

    Por último, no hay que confundir equipo grande con equipo poderoso. La grandeza la otorgan otros aspectos más allá del dinero que se tenga.

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  4. Bueno, las finales de la champions, se perdieron fundanentalmente por el planteamiento del Cholo. O sea el mismo de siempre, así nos va desde hace mucho tiempo. No busquemos excusas donde no las hay. En la primera final del Cholo en champions, fue un desastre. Sacó a Costa lesionado, y al poco tiempo. se retiró. Al marcar Godín el gol, la estrategia fue la de siempre, a trás, y nos metieron 4.

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    • Los argumentos que das no hay ni por donde cogerlos, ¿qué tiene que ver Costa y su lesión para que el árbitro no pitase un codazo de Bale a Juanfran?.
      Tu problema no es el Cholo, adoleces de ira, y cualquier cosa que haga Simeone te parecerá mal, hasta la manera que tenga de subir escaleras.

      Harías bien en alejarte del aspecto personal y ver la situación desde un plano más general.

      Te lo digo sin acritud.

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