Menos mal que llegó el parón de selecciones. Creí que nunca iba a decir esto. El Atlético de Madrid mostró a lo largo del mes de marzo que andaba escaso de fuerzas, de empuje y hasta de alma. Tenemos un fin de semana sin liga, pero después llegan 10 auténticas finales.
Los jugadores no eran los mismos, hasta Marcos Llorente mostró signos de debilidad física tras el partido ante el Alavés. Savic cometió dos errores de bulto y a algunos futbolistas le pesaban las piernas. Nada raro y todo entra dentro de la normalidad. Ahora toca despejar la mente, coger aire con sus selecciones y volver en una semana con los cinco sentidos puestos en LaLiga.
Lo mejor de este parón nacional es que muchos jugadores se han quedado en Madrid a las órdenes de Simeone. Los sudamericanos, con Luis Suárez a la cabeza, no acudieron a sus países debido al protocolo covid. Algo magnífico para recuperar el tono físico, recargar pilas y preparar al mismísimo detalle el encuentro del Sánchez Pizjuán.
Hermoso, Felipe y Giménez están planeando con el técnico cómo anular a En-Nesyri, Suso y compañía. Saúl tiene otra oportunidad para entrenar, mentalizarse y llegar al tramo más importante de la temporada. Vitolo es una incógnita y los delanteros Suárez y Correa calientan motores antes de visitar al equipo de Julen.
Quedan 10 días para afrontar la primera de las 10 finales. Tras el batacazo de Londres era imprescindible no caer en una obsesión psicológica y, por suerte, las selecciones nos han echado un cable. Ahora toca entrenar, descansar y recuperar el ritmo. Luego llegarán los Llorente, Koke, Joao, Oblak y Lemar con el chip cambiado. Y ahí, con la ilusión del primer día, volveremos a competir cómo en ese estreno ante el Granada.
Foto: atleticodemadrid.com