La semana pasada se pudo, por fin, ver en la plataforma de Amazon Prime la serie documental sobre el Cholo Simeone. Muchas son las personalidades del fútbol que aparecen en él para valorar la trayectoria de Diego Pablo, primero como jugador y después desde los banquillos. En una de las comparecencias Guardiola dejó una frase que probablemente pueden encontrar en alguno de mis tweets de estos años atrás: “Simeone es el Cruyff del Atleti.” Me gustó. Lo agradecí. Hay palabras, discursos, ideas… Que varían mucho en la percepción general dependiendo de quién las pronuncie o defienda. Que un entrenador de la talla de Guardiola, que ha vivido tan de cerca lo que fue Cruyff para el Barcelona, diga eso son palabras mayores.
La figura de Diego Pablo Simeone, pase lo que pase, ha quedado en la historia del Club Atlético de Madrid. Como le gusta decir a Rubén Uría, “recogió un muerto y devolvió un campeón.” Desempolvo una identidad de juego y la hizo carne sobre el césped. Consiguió que desde el futbolista al utillero o desde el taquillero al hincha, todos viviésemos el futbol de la misma manera. El Cruyff del Atleti, sí. Solo hay que mirar cualquier equipo de la cantera para encontrar más de un detalle de la identidad cholista.
Cuando acabé el sexto episodio me quedó un regusto amargo: tuve la sensación de que el ciclo de Simeone se estaba apagando. Después de diez años escuchando la misma frase en cada tertulia posterior a una derrota o tras una crisis de resultados, ahora tenía el regusto de que era verdad. Si uno se para a analizar varias de las escenas del documental se dará cuenta de la importancia que da el Cholo al pilar más fundamental de su vida: La familia. Así, “la mesa chica” o la imagen en la que Simeone rememora una frase de su hija nos dan cuenta de algo que todos sabemos, pero parece que nos hemos olvidado: El Cholo es humano.
Las apariciones de Carlos Simeone, su sentimiento patriótico por Argentina y esa eterna pregunta sobre la posibilidad de ser seleccionador me volvían a poner la misma pesadilla en la cabeza. Ojalá me equivoque. Ojalá todo sean suposiciones mías y Diego Pablo siga agrandando su legado en el Atlético de Madrid, pero es la primera vez que veo tan claro el final del túnel. Quizá sea entonces, con Diego fuera, cuando se valore la majestuosidad de su obra. Tal vez en ese preciso momento daremos cuenta de lo que ha hecho, y continúa haciendo, por nosotros. Puede que en ese momento nos despertemos de los delirios de grandeza. Puede que muchos dejen de hacer cábalas con entrenadores variopintos y pongan en valor lo que tuvieron a su lado.
FOTO: IMAGO
31 enero, 2022
Bueno, la filosofía familiar de la que hacen gala los argentino, viene siempre dada alrededor de un buen asado. Tienen hasta su fiesta nacional del Asado.
Tuve la suerte de trabajar en mi juventud en Tranquilino Puerta de Hierro y ayudar a preparar asado a personajes de la talla de Perón o Di Stefano. Se reunían en familias o grupos de amigos y degustaban los chinchulines, el bife, el vacío, el chorizo o las mollejas, también el cordero asado a modo de parrilla giratoria, junto al chimichurri y la guasacaca.
Algo de aquello se me pegó y reconozco que ha sido para bien.
Esa «mesa chica» de la que hacen gala la familia Simeone, es pura sinceridad.
En cuanto a su marcha, tengo que decir que en España tendemos a valorar a las personan cuando ya se han ido.
Yo, que he sido y soy crítico con Simeone en jugadas que creo que podríamos aprovechar de manera mas eficaz, reconozco que mi opinión es solo la de un «amateur» que solo da una opinión, pero que me rindo ante el milagro que Simeone ha logrado hacer con nuestro club.
También reconozco que se ha ganado el derecho a irse cuando él lo crea, pero pienso que lo primero que hará será tomarse un tiempo de reposo. Los diez años, le han pasado factura. Y si con sus hijos no tuvo tanto tiempo para disfrutarlos, ahora con las hijas lo querrá disfrutar.
En cuanto al documental y los errores que hay en los subtítulos en ingles, me parecen que desmontan la categoría del documental. No puede aparecer tantas veces el nombre de Real Madrid en lugar de Atletico de Madrid.
Ni que hubieran cometido ese error a propósito.
31 enero, 2022
Diego Simeone es y ha sido la piedra en el zapato del nacional-madridismo por dos motivos principales.
Primero porque dirigir al equipo durante 10 años y además siendo jugador de la casa, es el sueño deseado por el merengue desde hace mucho tiempo, lo intentaron con muchos ex-jugadores y todos les han salido rana al poco tiempo.
Suerte que no hay Caverna mediática del Atleti que salga a ajustar cuentas con aquella de la época de Gil y sus entrenadores.
Segundo porque no solo ha dirigido al eterno rival, sino que lo ha hecho con acierto, poniendo contra las cuerdas al imperio blanco, que para salvar su «honor» tuvo que tirar de árbitros en las dos Finales de Champions.
Simeone sigue haciendo historia en el Atleti y eso le pesa mucho a aquellos que juegan con ventaja temporada tras temporada.
Lo del nombre equivocado en los subtítulos, yo, que soy muy mal pensado para estas cosas, diría que es demasiado error para un documental de calidad, pero no me sorprende porque no hay más que comprobar la cantidad de veces que se menciona al equipo merengue en las retransmisiones de los partidos del Atleti.
¿Se mencionará al Atleti en el mismo número de ocasiones en las retransmisiones de los partidos del equipo galáctico?