El otro día, haciendo limpieza, encontré gran parte de los periódicos que guardo. Hay de todo, desde Atleti a selección e incluso ciclismo. Pero hubo uno de ellos que me llamó la atención bastante. Se trataba del partido mil del Vicente Calderón y coincidía con una clasificación del equipo para Liga de Campeones y la celebración, prematura, de la Bota de Oro de Diego Forlán.
Aquella jornada empezó con una llamada de mi tío días antes. Una de esas llamadas que hizo más por mi sentir atlético que doscientos partidos por televisión o mil partidas al FIFA. Esas llamadas que siempre, daba igual época del año u hora, empezaban igual: “¿Qué haces este finde? Me sobra un abono.”
A final de semana estaba montado en un bus de peña camino del Vicente Calderón en el que se respiraba un ambiente de día especial. Los murmullos eran constantes. Algunos, pesimistas, vaticinaban un naufragio al borde de la playa. Otros, hacían cábalas de cuantos puntos y goles hacían falta en caso de no lograr la victoria. Algunos estaban demasiado eufóricos y ya se veían campeones de la siguiente edición, en una época en la que todas las esperanzas de conseguir los objetivos o de pasar una buena tarde de fútbol estaban puestas sobre las espaldas de dos hombres: Kun y Forlán. Se escuchaban algunos gritos que trataban de insuflar ánimo y alegría en una expedición que estaba tan tensa de cara a un simple partido de Liga contra el Almería, que hasta se permitía la osadía de fumar en el propio autocar.
Del partido no voy a comentar, el que quiera saber de ello tiene el resumen en Youtube. El Vicente Calderón acabó haciendo la ola, el Atlético de Madrid en una nueva edición de la Liga de Campeones y un niño volvía al coche cantando el “Te quiero Atleti.” Recuerdo a mi tío hablando por teléfono: “Mira, ¿le oyes?” entre risas mientras separaba el auricular de su oreja y proyectaba el móvil hacía mí.
Hoy, a falta de cinco partidos para poder levantar la undécima liga de nuestra historia, no veo tensión ni cábalas. Tampoco veo a nadie fumar por los rincones ni a ningún loco viéndose campeón incluso antes de llegar la última fecha. En su lugar veo caras de circunstancias, argumentos derrotistas y sentencias de muerte hacia los mismos jugadores y cuerpo técnico que consiguieron una primera vuelta casi perfecta. Uno no puede levantarse todos los días admirando la torre Eiffel y marcharse a la cama deseando derribarla. Porque la torre es la misma, a pesar de que verla con lluvia sea peor que en un día soleado.
Durante los 118 años de historia de este Club se han vivido días soleados y diluvios inquietantes. Se han levantado copas con motivo de celebración y también para ahogar las penas. Se han marcado auténticos golazos y también se han recibido duros correctivos. Hemos dado duro y nos han mandado contra la lona. Y con todo y con eso, muchos nunca dejaron de pasar su abono por el torno, jornada tras jornada. Juan García Hortelano eligió una vez al Atleti porque para él era lo que más se acercaba a la realidad, a la vida. Y en la vida, la unidad gana guerras.
Foto: Getty Images
27 abril, 2021
Me encanta que seas tan positivo. Lo comparto.
Este fin de semana he estado poco pendiente del futbol, tenía otras prioridades. Mis preocupaciones la ocupaba otro deporte y estaba intentado en cómo podía ayudar.
No he podido ayudar lo suficiente y hasta me pillé un «empute» gordo conmigo mismo.
Luego, ayer noche, me llegó un mensaje de la persona que más había perdido, en mi forma de pensar, diciendo lo importante que había sido que todo hubiera sucedido al contrario de como esperábamos.
Digo esto ya que nunca me he sentido ganador de esta Liga en los meses en que los medios de comunicación nos señalaban como seguros ganadores, favoritos o candidatos en esta competición. También había algunos que ya estaban preparando la marcha a Neptuno, muchos de ellos son los que ahora dicen que hemos regalado la Liga o que la hemos perdido.
NI lo uno ni lo otro.
Ni hemos regalado nada al que la gane, cosa que el que la gane no va a aceptar como que su triunfo no haya sido por sus méritos deportivos. Ni tan poco hemos podido perder, algo que no habíamos ganado.
Hoy, se está vendiendo en los medios de comunicación, que aunque el Real Madrid no pase a la final, se deberá reconocer la temporada que ha hecho este equipo. Un equipo que ha tenido según ellos 50 lesiones, incluidos los del coronavirus.
Luego uno hace una comparativa y se encuentra que es el Atletico el que mayor numero de bajas ha tenido tanto por lesiones, por coronavirus…y por decisiones federativas, caso Trippier y tarjetas.
Dicho todo esto, sigo creyendo en el equipo. Que si, que es muy difícil, pero cuando en alguna ocasión hemos subido el Everest, lo podemos volver a subir.
27 abril, 2021
Pues claro que sí, recuerdo la etapa en los 90 y los partidos contra el Barcelona, que ibamos perdiendo 3-0 en la primera parte y mi hermano dijo eso de «¿por qué seremos del atleti?» y remontamos 4-3. Y la otra vez que acabamos perdiendo 5-4 etc ..
En fin, en Wimbeldon hay escrita en la pared una frase de un poema de Ruyrard Kipling muy famosa:
«Si puedes encontrarte con la victoria y con el desastre y tratar a esos dos impostores de la misma manera»
Saludos