El Atlético de Madrid regresa a la competición bajo mínimos. Debería sorprender que este hecho se produzca en el mes de septiembre, con la Liga recién empezada. Sin embargo, a nadie le parece extraño ya que los rojiblancos acudan a cualquier cita con equipos de circunstancias. Tener la enfermería llena se ha convertido en una costumbre demasiado recurrente en el cuadro colchonero, y no parece que vaya a terminar.
En esta ocasión, el Atleti se plantará en Mestalla sin Giménez, Söyüncü, Koke, De Paul y Memphis. Pero sus casos no son los únicos. Samu Lino ha tenido que retirarse con molestias de los entrenamientos y su presencia como titular es una incógnita. De confirmarse los problemas físicos del brasileño, a Simeone solamente le quedarán cinco futbolistas para cuatro puestos en el medio. Riquelme apuntaría al once en el carril zurdo, mientras que Saúl, Lemar y Llorente se repartirían los otros dos lugares en el centro del campo junto a Pablo Barrios.
La delantera tampoco da demasiado margen a la improvisación. Álvaro Morata tendrá que mantenerse sano si el Atlético de Madrid no quiere quedarse sin ‘9’ a las primeras de cambio. Será eso o recurrir a la sempiterna figura de Ángel Correa. Créanme: el argentino volverá a ser titular más pronto que tarde. Y no por las bajas, que también, sino porque lo suyo es la reivindicación constante. Y Valencia es, precisamente, uno de sus lugares favoritos para hacerlo.
Al margen de las bajas, el Atlético de Madrid acude a Valencia con la necesidad de ganar los tres puntos tras varias semanas de parón. La suspensión del encuentro contra el Sevilla y los partidos internacionales han dejado al equipo del ‘Cholo’ sin competir desde aquel 0-7 frente al Rayo. Ese lapso de tiempo ha permitido al plantel trabajar con la tranquilidad que no otorga la inmediatez de la competición. Sin embargo, ha añadido un poco más de presión al combinado atlético, que no puede permitirse fallar si quiere mantener la estela del Real Madrid en la víspera del derbi. Para ello, tendrá que superar a un Valencia combativo, a un Gil Manzano siempre dispuesto a liarla… y a sus propios problemas físicos.