La manta corta

El fútbol es una de esas mantas cortitas que nunca nos satisfacen del todo. Si nos tapamos la cabecita se enfrían los pies y viceversa, y el Atleti anda en eso, intentando encontrar el punto exacto donde los pies no se enfríen lo suficiente ni la cabeza tampoco, equilibrio le llaman, pero en esa búsqueda, en ese intentar cuadrar tanto talento en la parte de arriba, sucede que arrancas perdiendo todos los partidos. Llega el Liverpool y se pone cero a dos y llega la Real y tanto de lo mismo, pero no sólo ellos, también lo hizo el Villarreal, y el Español, y hasta siete de los doce rivales que ha enfrentado en lo que va de temporada.

Dos veces son casualidad, tres ya no, siete es una pauta completamente identificada. Debe dormir mal Simeone por las noches cuando revisa los partidos y no encuentra aquella solidez defensiva que le dio la vida. Si el talento era esto, muera el talento, pensarán muchos, pero Simeone no retrocede, ante la Real y con las dolorosas bajas de Savic y Giménez, siguió subiendo la apuesta y juntó en el campo a Lemar, De Paul, Koke, Joao, Griezmann y Suárez. Tremendo potencial que queda minimizado cuando el rival, en este caso un equipazo como la Real, hace gol desde la nada, en la primera acción en la que rebasa el medio campo. Felipe sale a destiempo y deja la jugada abierta para que los de Alguacil culminen a un toque un contragolpe perfecto. Nunca el Atleti fue herido con tan poco.

Un nuevo marcador en contra y un equipo sabiendo jugar con eso. La Real llevaba la pelota hasta Ramiro, su portero, y ahí, esperaba descaradamente que el Atleti viniese a buscarla. No era una táctica para perder tiempo, era una jugada mil veces ensayada y ejecutada con descaro. Esperan, atraen y salen jugando siempre en superioridad. Además, al Atleti lo desesperaba, no sabía hacer esa presión, no sabía salir de ese escenario planteado.

Simeone dio entrada a Carrasco por Lemar en el descanso, pero el Atleti, antes de poder siquiera reaccionar, recibió otro mazazo. En una falta en la frontal, Isak metió un pelotazo al palo de Oblak, que no tuvo su mejor noche, y encajó el dos a cero. Desde ahí, a lomos del talento de Joao, con todo ya perdido, el Atleti se encontró. Empezó a buscar el gol con intensidad y lo encontró en una jugada medida en la que el portugués sirvió un centro perfecto que Suárez remató a gol. Desde ahí se vino la avalancha, el estadio empujando, el talento, ahora sí, desatado, y la Real achicando aguas. Hizo lo más difícil el Atleti, empatar con gol de Suárez en un penalti provocado por él mismo, cuando todavía quedaban casi veinte minutos por delante.

Sin embargo, desde entonces, el Atleti no manejó bien el partido. Siguió jugando como si todavía llevara la desventaja en el marcador, como si la prisa fuese una variable inevitable. Demasiada aceleración, demasiada congoja, el corazón en la garganta. Estaban ya en el partido Cunha, Correa y Kondogbia pero el resultado permanecería inalterable. El partidazo de Joao no dio para la remontada completa, pero sí para, dadas las circunstancias, salvar un punto ante el líder.

Tiene trabajo Simeone para resolver este nuevo paradigma. La manta seguirá siendo corta, sobre todo cuando se ven los recambios defensivos, el equilibrio será el santo grial.  

FOTO: IMAGO

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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3 Comentarios

  1. Se cumple aquello del «que valiente ha estado el equipo» acompañado de palmaditas en la espalda, pero los puntos vuelven a escaparse del Metropolitano.

    Esta es la situación que quería la Caverna para el Atleti: Espectáculo (?), juego de ataque y… pérdida de capacidad defensiva. Solo perdiendo el potencial defensivo, el Atleti se hace vulnerable a cualquier equipo y en particular a los más poderosos.

    Se ha dicho mil veces ya, generar ocasiones no gana partidos, los gana la eficacia.

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  2. Esste comentario me parece demasiado subjetivo. El autor hace referencia a las 2 bajas del atlético y se olvvida de las 9 del rival.

    Aunque se diga que los partidos duran 90 minutos, si se tiran a lllllllllllllllla basura 45, no se puede esperar que se cconsiga lo que la afición quiera.

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  3. Mañana, jugamos contra el Levante. Creo que aún no le ha ganado a nadie. Espero que no pase como contra el Alavés, no le había ganado a nadie, hasta jugar con el atlético. Espero que esta vez no sea así, aunque no me fío del Cholo.

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