El Atleti venció dos a cero al Huesca, un resultado corto en un partido en el que fue tremendamente superior a un rival que se sostuvo en el choque sólo por la falta de acierto de los rojiblancos, que propició un resultado exiguo hasta el final.
Repitió Simeone el once de Éibar y el equipo tuvo mucha mejor cara. A pesar del susto inicial del Huesca a balón parado, que terminó con un disparo desde el área pequeña tras varios rechaces que atajó Oblak, el Atleti comenzó su tarea de acoso y derribo sobre la portería de Álvaro Fernández. Koke y Herrera daban fluidez a un juego que buscaba en la profundidad de las bandas su máxima expresión. Trippier jugaba de extremo, como Lodi, que realizó un partido excelso. Las pelotas largas y precisas de Herrera a la espalda de la defensa eran caramelos para las bandas que apuraban línea de fondo en superioridad una y otra vez. En el centro moría la jugada, la presencia se diluía ante la ausencia del remate.
Con esa sensación de peligro constante fue de nuevo Correa, al borde del cuarenta el que abrió el marcador con un golazo. Koke abrió el campo a la internada de Trippier, el inglés cedió a Llorente, que, muy presionado soltó la pelota a la frontal para que Angelito la recibiera de espaldas. A un toque se giró regateando al primer defensa, con un amague tiró al suelo al segundo y cuando los dos restantes iban al suelo para detener el disparo, el argentino cruzó de zurda para hacer un gol maravilloso que mandaba al Atleti al vestuario en ventaja.
En la segunda mitad los de Simeone buscaron el gol de la tranquilidad sin mucho éxito en el acierto. La tuvo Koke a bocajarro, también Saúl, la tuvo Lodi en otra ocasión, pero con el paso de los minutos el Huesca fue viendo que estaba a solo un gol de un punto en un partido que parecía perdido. Pese a que el Atleti retrocedió un paso, no perdió el control del encuentro y el equipo aragonés apenas inquietó los dominios de Oblak. En el ochenta y dos, en una recuperación de Llorente en la frontal, Carrasco empujó el gol que le sirvió el madrileño para poner la tranquilidad en el marcador.
Tres puntos más, una jornada menos. El Atleti supera esta etapa de dos partidos en casa frente a rivales en teoría asequibles y afronta ahora tres consecutivas que van a marcar el paso final de la Liga. Los lesionados se incorporarán a la fase decisiva. Hay motivos para creer. Partido a partido.
Foto: atleticodemadrid.com
23 abril, 2021
Angelito Correa, capaz de lo mejor y de lo peor, no escatima esfuerzos, se le encumbra cuando acierta y se le crucifica cuando falla, solo puede estar arriba o abajo, sin término medio. Es esencia del Atleti.
El equipo, a pesar de haber ganado, sigue dando demasiadas concesiones a la hora de defender, porque sigue metiéndose en el punto de penalti, dejando la frontal del área a merced del rival.
Sigue teniendo problemas para sacar el balón desde la defensa, muchas ocasiones de peligro vienen a raíz de un mal control de balón al recibir de espaldas en el centro del campo.
Si lo anterior no mejora, se tendrá que fiar todo a la inspiración y a la eficacia de cara al gol.