El Atlético de Madrid vive un comienzo de temporada atípico. Los múltiples cambios en la plantilla y la irregularidad en los resultados han generado cierta “inquietud” (según Simeone) en el entorno rojiblanco. Esa situación anómala también se ha visto reflejada en el reciente parón de selecciones. Apenas diez jugadores de la plantilla del ‘Cholo’ han abandonado los entrenamientos en Majadahonda para concentrarse con sus selecciones. En esta época dorada del ‘cholismo’, resulta poco habitual que hasta once futbolistas del primer equipo se queden en casa preparando el siguiente compromiso dentro de dos semanas.
Especialmente llamativo es el caso de la selección española. En los últimos años, el Atlético de Madrid ha sido uno de los equipos que más futbolistas ha aportado a las convocatorias de ‘La Roja’. Sin embargo, la llegada de Robert Moreno ha hecho retroceder a tiempos en los que los rojiblancos apenas aportaban internacionales por su pobre rendimiento deportivo. Así, nombres como Koke, Mario Hermoso o Álvaro Morata han vuelto a quedarse en casa. Ni qué decir de algunos viejos conocidos como Vitolo o Diego Costa, totalmente descartados por el cuerpo técnico nacional desde hace algo más de un año.
De entre toda esa ristra de jugadores, sólo un hombre ha sobrevivido a la purga colchonera. Saúl Ñíguez es el único representante del Atlético de Madrid en el combinado nacional. El mediocentro ilicitano cuenta con la plena confianza del seleccionador, Robert Moreno. Desde la llegada de Luis Enrique al banquillo español, el ‘8’ rojiblanco se ha convertido en un fijo en las listas de España. Y es que el ex preparador de Roma, Celta y Barcelona era un enamorado de las condiciones de Saúl. Buena prueba de ello es que el técnico asturiano decidió otorgarle la titularidad en su debut como seleccionador en Wembley. Saúl no pudo responder de mejor manera: golazo en el templo del fútbol para arrancar su periplo dorado con la selección.
A partir de ahí, ni Luis Enrique ni Robert Moreno lo han movido de sus planes. La polivalencia, el despliegue físico y la llegada de segunda línea del canterano colchonero son cualidades que han encandilado a los técnicos del equipo nacional. Ni siquiera sus altibajos durante la pasada temporada hicieron dudar a los responsables de ‘La Roja’. Saúl es una pieza indispensable en la regeneración de España. Por ello, nadie se plantea que el ilicitano no acuda a una cita de tanto calibre como la Eurocopa.
Más complicado lo tendrán otros nombres para estar. Koke vive el caso inverso al de su amigo Saúl. El capitán del Atlético de Madrid fue uno de los señalados por Luis Enrique desde que llegó a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Pese a gozar de una inmensa jerarquía con Diego Pablo Simeone, su sitio en la Euro parece estar más alejado que nunca. Una situación ligeramente similar es la de Mario Hermoso. El central está en los planes de Robert Moreno, pero sus dificultades para entrar en el once del ‘Cholo’ lo han relegado a un segundo plano. De todos los ausentes, quien parece más cerca de recibir la llamada de la selección es Álvaro Morata. El delantero empezó como un tiro la temporada, pero una lesión frenó su prometedor comienzo. Fijo en el equipo titular del Atleti, su regreso al equipo nacional dependerá de recuperar su olfato goleador.
Uno de los desafíos de Simeone como entrenador pasa por recuperar el papel preeminente del Atlético de Madrid en la selección. No en vano, el técnico argentino siempre ha insistido en su objetivo de hacer internacionales a sus futbolistas. Renan Lodi ha sido el último en cumplir el sueño de jugar con su país a las órdenes del ‘Cholo’. Apenas dos meses le han bastado al brasileño para destacar en la banda izquierda del Atleti y recibir la llamada de Tite. Con el ejemplo de Lodi en el horizonte, Simeone espera rescatar la mejor versión de sus hombres. Mientras eso sucede, Saúl Ñíguez permanecerá como el último superviviente rojiblanco en ‘La Roja’.
