¿Y si yo fuese como ellos?

Creo que nadie me haya seguido en los últimos años en este portal y en otros portales personales, puede dudar de mi afición y sentimiento atlético. También es verdad que alguien que me conocía muy bien, hace más de 20 años, me dijo la siguiente frase: “Vicente, con lo que tú sabes de futbol, con lo que a ti te gusta el futbol… a ti no te pega ser del Atleti e ir al Fondo Sur del Calderón; a ti te pega ser del Madrid e ir todos los domingos a la tribuna del Bernabéu”. Y, sobre esa frase he reflexionado mil veces.

Y viene esto al caso de la vuelta de Griezmann y de la marcha de Saúl (entre otras cosas) y de aquel lema del Frente, y de la afición atlética, de “Orgullosos de no ser como vosotros”. ¿Y por qué viene a cuenta de Saúl y de Griezmann? Pues, porque esto del deporte de la pelota redonda, se trata de ganar. Como decía Luis “de ganar y ganar y ganar y volver a ganar…”. Y el sentimiento está fenomenal, yo soy el primero que “muere” por este equipo. Yo, ya no digo en una final (en la final de la Copa del Rey 1995/96 que yo había quedado con mis amigos para verla… fui incapaz de quedarme en el bar donde estábamos, no lo soportaba y me fui a la calle… no podía verlo y sufrir tanto), sino en un partido “intrascendente” contra la Real Sociedad en Anoeta, que remontamos en el descuento de un 3-2 a un 3-4 me he revolcado por el suelo de un pub en Colmenar Viejo (Madrid) hasta el punto de que la camarera le dijo a mi hoy exmujer “mira que he visto partidos y aficionados al futbol aquí, pero nunca he visto a nadie con tanta pasión por el Atleti como tu marido”. Hay gente que dice (y mil respetos) que ve todos los partidos del Atleti y sacrifica “casi” lo que sea por ver al Atleti. Yo, no. Yo no soy capaz. Yo sufro demasiado. Yo hay muchos partidos que veo en directo a ratos y (todos, sin falta) completos en diferido.

Y sí, esto se trata de ganar. Y si el marido de Erika, que ha sido un desagradecido, que ha JUGADO con el Atleti, la afición y sus sentimientos, que negocio con el Barcelona la famosa noche de Champions con la Juventus…. Si el marido de Erika me ayuda a ganar, yo quiero al marido de esa santa mujer (“en el Barcelona, serás uno más; en el Atleti serás leyenda, para siempre”) en mi equipo. Y si Saúl, ese jugador que ha meado sangre por el Atleti, que se ha jugado su salud por el Atleti pero que está bastante mal aconsejado y que debe tener una depresión importante (escribiré en próximas semanas sobre ello), necesitaba irse a Londres a volver a encontrar su equilibrio y, a día de hoy, no puede ayudarnos a ganar igual que hace 2/3 anos, mejor se vaya un año y vuelva recuperado.

¿Soy frío? Pues lo soy. ¿Soy como ellos? Pues lo soy. ¿No puedo aplicarme la pancarta de “Orgullosos de no ser como vosotros? Ok. Solo trato de decir lo que siento.

Y, para acabar, dice mucha gente del Atleti: “Me da igual ellos tenga 13 Champions. Yo quiero ganar una y tirarla al rio”. Pues, yo, no. Yo quiero ganar una, guardarla en la vitrina y volver a por la siguiente. ¿Soy como ellos? ¿No merezco, como dicen en Twitter, tener carné de atlético? No lo sé. Juzguen ustedes. Yo soy como soy y pienso como pienso. Y no creo que, porque quiera mi equipo “gane, y gane, y gane y vuelta a ganar” sea menos atlético. Hasta la próxima, si ustedes lo permiten.

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol. En Grenoble por trabajo. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 7646

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2 Comentarios

  1. Quiero que mi equipo gane, no lo quiero porque gane.
    Aficionados del Atleti los hay de todos los colores y formas de pensar. Faltaría más.

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  2. Conozco una persona que ya tampoco soporta ver los partidos del Aleti en directo. Mi mujer. Desde hace un par de años.
    Cuando yo la conocí era una jovencita del Ajax . Muy»ajacia», de Utrecht y creo que usted sabe lo que significa ser de esa ciudad en lo futbolístico.
    Yo le dije que era del Aleti. Que también éramos rojiblancos, pero con las rayas mas pequeñas. Ella con zapato tacón alto por encima del 1,80 y yo algo mas del 1,60.
    Le debió caer en gracia aquello, para que poco después se atreviera a dejar su país y se uniera a una aventura que ya lleva más de cuarenta años.
    Mientras, empezó a acercarse » a las rayas mas pequeñas» y hacíamos escapadas al Calderón. Hasta que en un domingo por la tarde en casa, me dijo que ya las niñas habían comido y que nosotros nos íbamos a la cama…….sin cenar.
    Se había pasado mas de una hora sola en el baño, confirmo que llorando, tras el descenso a Segunda División. Hasta se enfado con su paisano Hasselbaink.

    Dos meses después nos fuimos a Madrid, a propuesta de ella, y nos hicimos socios los cuatro. Las niñas y nosotros dos. Decía que había que ayudar.
    Hasta nos íbamos al Nayade a ver las pretemporadas del Aleti. Eso si, como dice ella, sin molestar a los jugadores.
    Hubo barco en casa y se llamó «Aleti, tal y tal». Y hasta ganó títulos.
    Ella tuvo problemas de salud y el Aleti la dedicó su pantalla en un Aleti-Leganés de Segunda.
    La quedaron algunas secuelas, como la perdida casi total de la audición y ahora cuando empieza el partido me deja solo en el salón y se sube a nuestra habitación. Cuando hay gol del Aleti, me voy hasta el hueco de la escalera y la tengo que gritar ¡¡Gooool del Aletiiii! hasta que ella me contesta ¡¡¡Bieeeennn!!.
    Ahora iremos a Madrid a pasar unos días. Es nuestro sitio de vacaciones. Ella se irá por Serrano a ver tiendas y yo a ver el Atletico-Mallorca. Eso sí, ella mirando de vez en cuando el móvil, por si hay un WhatsApp.
    Si el resultado no es bueno, nos quedará el consuelo de buscar una vinacoteca y le contaré el partido como a ella le gusta. Lo de sin cenar…ya no pega.

    No hay una forma determinada de ser del Aleti. Cada uno lo lleva como él lo siente. Mas bien creo que es el Aleti, el que se adapta a la persona. Ya que cabemos todos.
    Yo siempre pienso en todos los años pasados cuando el equipo no era ese que rezaba en la pancarta de nuestro vecino….:»rival digno, para derby decente» y sobre todo en los aficionados que lo sufrían año tras año, viviendo en Madrid. Muy difícil.
    Yo en la distancia lo sufría, pero era poco.
    Lo que si he podido apreciar a lo largo de los años, sin mi influencia, es que a la vez que ella crecía en su afición por el Aleti, de la misma forma aumentaba su antimadridismo::))
    El día del 4-0 en el Calderón sentados detrás de Ancelotti, con cada gol nuestro, era una fiesta. Nos fuimos caminando y tomando vinos en bares que había en el camino hasta el hotel, para calmar el frio qué hacía.
    Por eso entiendo que en aquel pub la camarera se sorprendiera de su pasión a la hora de alegrarse de la remontada del Aleti.
    Nosotros en cada bar, creo que pensaban que acabábamos de conocernos.
    Hasta cuando usted quiera.
    Encantado de leerle. Un saludo.

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