“El Madrid parte todos los años con 9 puntos de ventaja: los dos partidos que nos gana a nosotros y la derrota del Barcelona en nuestro campo.” Esa frase la pronunciaba Cerezo en la previa de un Atlético de Madrid- Barcelona. Hace años. En el Vicente Calderón. En esa época en la que ganar al Madrid era un deseo que pedir antes de lanzar una moneda a la fuente y en la que una jornada estábamos haciendo hincar rodilla al Barsa del sextete y a la siguiente la doblábamos nosotros ante un Murcia recién ascendido. Esos vaivenes de la vida que tan pronto nos coloca en lo más alto como nos lanza al vacío al día siguiente para hacernos ver que sí, que aún seguimos con vida.
Hasta que llegó Simeone y puso velocidad de crucero. Y los vaivenes de la vida tardaron bastante más en aparecer. Y la fuente cambió, la moneda ahora era un billete y los deseos se transformaron en exigencia. Caprichos de niño rico al que le empieza a aburrir el Ferrari. No lo niego, perder duele. Y perder un derbi duele aún más. Y la derrota se debe analizar y criticar, faltaría más. Pero no voy a entrar en el juego del extremismo infundado, ese que te hace levantarte un mañana como héroe y al día siguiente aparecer en el cartel de se busca de cualquier comisaria. Esa forma de ver la vida en la que un solo paso separa Neptuno de la alcantarilla del Mono, no va conmigo. Hacer un análisis de una temporada a raíz de un partido es propio de necios, incultos y dementes.
El Atlético de Madrid es igual de favorito para ganar la Liga ahora, habiendo perdido un derbi, que la jornada anterior en la que acumulaba 27 partidos seguidos sin perder (record del club.) La derrota forma parte del juego, te despierta y te prepara para lo que está por venir. Te recuerda lo que es la vida y lo bonito y duro que es vivir. Como nos lo recordó aquella noche aciaga de Copa en el Bernabeu a la que acudimos como defensores del título y que acabó con un 3-0 y, unos meses más tarde, con un cabezazo de Godín besando la red. Como nos lo recuerda nuestro espejo cada mañana al despertarnos, cuando nos muestra las heridas de guerra que las dos ciudades innombrables causaron en nuestro cuerpo. Ganar está muy bien porque te pone en el foco, te da un reconocimiento ante el mundo y te sube a un pedestal en el que lo ves todo mejor y más bonito. Pero los grandes guerreros se forjaron en las derrotas.
Después de 27 jornadas muchos tienen el momento que llevaban tiempo deseando. Sonríen, se acomodan y sacan todo el arsenal que llevaban guardando desde febrero y que tanto deseaban mostrar. Incluso hay gente en nuestra grada alegrándose de que, al fin, en ese grupo de WhatsApp en el que llevan tiempo criticando la figura del entrenador, haya gente que les diga que llevan razón. La grandeza de este Atlético de Madrid y de Simeone es directamente proporcional a la cantidad de gente que hay esperando el mínimo fallo con el mazo preparado. El día que no haya críticas, revanchas y ajustes de cuentas detrás de una derrota, será tiempo de empezar a preocuparse.
Foto: atleticodemadrid.com
14 diciembre, 2020
Yo no digo que no se pueda perder, pero hay formas; se puede dar la cara, tratar de presionar al rival, y en definitiva tirar o intentar hacerlo durante el partido. En el primer tiempo dl encuentro, nuestro equipo no tiró ni una vez a puerta. Así es imposible marcar. Los goles del Madrid, fueron fallos de nuestros jugadores, y me da rabia que el rival nos gane con tan poco. Si el atlético saliese convencido de que podría ganar, seguro que no perderíamos.
14 diciembre, 2020
Claro, claro, Marcos Martín, nosotros seremos necios, incultos y dementes (je je)… pero tú lo que eres es más merengue que el subnormal de Roncero…
14 diciembre, 2020
Analizar las causas de las derrotas para identificarlas e intentar corregir las tácticas y las actitudes, es algo fundamental en cualquier equipo que pretenda avanzar deportivamente.
Si tras un partido como el del sábado, especial por la dimensión histórica que conlleva, miramos para otro lado, restamos importancia o lo tratamos como si fuera un partido más, apelando a aquello de que se juegan los mismos puntos que en todos los demás, no solamente estaremos limitando la progresión como equipo grande, sino que estaremos pateando a la historia del club, ignorando todos los agravios y atropellos que el Atleti ha sufrido a manos del club de la Castellana a lo largo de la misma.
Lo anterior no hay que confundirlo con la inquina personal que algunos le tienen a Simeone y que aprovechan cada tropiezo para cargar contra él, eso si, luego callan o se suben al carro de la victoria cuando van bien dadas.
Hubo una época en la que los seguidores madridistas (y su Caverna mediática) acusaban al Atleti de arreglar su temporada con solo ganar al real madrid, y podría pensarse que era cierto cuando se veía el ímpetu y las ganas de aquellos jugadores cuando se enfrentaban al equipo merengue, eso gustaba y enorgullecía al aficionado colchonero aunque se perdiera el siguiente partido contra el Almería.
Las casualidades dejan de serlo cuando actúan todas en la misma dirección, este pasado fin de semana ha sido aciago para los colores rojiblancos, no ya por los resultados, sino por los rivales:
– El equipo de 1ª división pierde el derbi mostrando una imagen miedosa inaceptable.
– El equipo de 2ª b pierde el derbi en el minuto 94 por culpa de un penalti precedido de una mano que el árbitro no ve, además de tragarse otro penalti a favor del Atleti.
Hasta el equipo femenino perdió el pseudo-derbi con una jugadora más y fallando un penalti, el derbi será el próximo fin de semana (¡ que nos sea leve !).
15 diciembre, 2020
Aquí parece que el que no sea cholista, es antiatlético. Pues, buena es esa democracia. En algunos momentos parece que muchos se contentan, con que digamos a todo (beeeee) como auténticas o ovejas. Pues yo no estoy por esas, y entiendo que haya muchas opiniones que no comparta, pero he de respetar.