La exigencia mal entendida

Suele ser cada vez más frecuente encontrar ceños fruncidos en la grada del Calderón el día que el resultado no se da, y gente mal encarada protestando acá y acullá, no solo por la falta de gol de Jackson o de Torres o de Vietto, sino, entrando en el terreno de lo ‘sagrado’, con los planteamientos del Cholo o su capacidad para amoldar una “nueva forma de jugar” a los futbolistas de los que dispone.

Yo soy un firme defensor de la libertad de opinión y válgame Dios (o Simeone) que cada cual es dueño y señor de la suya y puede quejarse, enfadarse o protestar por lo que realmente le venga en gana. Otra cosa es que la mía, mi opinión, está muy lejana de toda esa gente protestona y con tendencia al enfado que aprovecha el resultado para afirmarse en una realidad que, bajo mi criterio, no tiene que ver con nuestra Historia, pero acaso ni siquiera con nuestro presente.

Tal vez sea una cuestión de memoria, de perspectiva, de haber vivido la historia reciente del club, o al menos de conocerla. Por eso, a los que se quejan de Jackson yo les recordaría a Juanchi González, a los que se quejan de Simeone, les pondría sobre la mesa a Manzano (que fue justo el anterior), o a Ferrando, o incluso a Aguirre, por no irme demasiado atrás en el tiempo. A los que se quejan de que el equipo juega mal les enseñaría un manual de fútbol, les recomendaría que no se dejen influenciar por el aparato mediático del gran hermano blanco, pues esa afirmación no es más que una refinación de aquel insultante “el Atleti es un equipo violento”. A los que se quejan de Torres les pediría que cerraran los ojos. Incluso, a los que se quejan de Cerezo y Gil Marín les rogaría que recordasen bien a Cerezo y Gil Marín.

El Atleti es colíder, supera en cuatro puntos a un equipo a cuya sombra siempre ha combatido y que por poco le dobla el presupuesto, está vivo y todos lo consideran aspirante a la Champions, también a la Copa. Tiene un plantilla jovencísima que Simeone intenta acoplar tras la enésima diáspora, tiene también una falta de gol evidente porque, esta vez, el milagro del delantero está fallando y, pese a eso, se sostiene en una pelea que, siendo justos y librando el fútbol en términos económicos, no le corresponde. Pero por eso la gente del Atleti es del Atleti, porque siempre han entendido bien la exigencia de pelear sin recursos, de, como un día dijo Burgos, “ir a la guerra con una cucharita de plástico”. No mirar números y combatir la realidad, lo preestablecido, hacer posible lo que parece no serlo. Esa ha sido siempre la Historia de este club, algunos la habían olvidado y nunca habrá agradecimiento suficiente a Simeone por haberla rescatado, por haberla traído de vuelta. Conviene no perder nunca la perspectiva histórica de lo que somos no vayamos a convertirnos en lo que nunca quisimos ser.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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2 Comentarios

  1. Bueno, estoy en parte de acuerdo. No tengo porque acordarme ni de Gil, ni de Cerezo. En cuanto a lo de Torres, bien estaría que el club, al menos le diera una esplicación, es un atlético de cuna, y creo que va a salir del club por la puerta de a tras, igual que Raúl del trampas.

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  2. Acertadísimo comentario.Quiero creer que la gente que criticaba ayer el juego del equipo o a determinados jugadores, lo hacía como válvula de escape a la frustración del gol que no llegaba.
    Frustrado también porque me temo que no vamos a despedir a Torres como se merece y perdemos una oportunidad única de nos comportamos como nuestros vecinos que ya quieren vender al que ha sido su ídolo durante los últimos tiempos. Me temo que el entorno del jugador tampoco ha ayudado.
    Por otro lado: Hay que hacer algo con ese pelo José Luis.

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