El Girona parece haber establecido una extraña ley del empate desde que emergió al fútbol de élite y enfrentó al Atleti. Cuatro partidos, cuatro empates, no sabemos si será la cábala, si la defensa de tres que tanto se le atraganta a Simeone o qué pero ayer en Montilivi, en el partido de ida de los octavos de final de esta Copa que arranca en enero su tramo final, el empate volvió de nuevo a ser la norma.
Arrancó bien el Atleti, que se guardó poco, tal vez porque tenga poco que guardarse, y sacó un equipo de gala, con el ‘parche’ del chaval Montero en el lateral izquierdo. Las cosas se pusieron de cara pronto con un golazo de Griezmann en el minuto nueve; recibió el fruto del trabajo de delantero zapador de Kalinic y desde la frontal colocó un zurdazo en la escuadra que puso en ventaja a los de Simeone. A partir del gol el Atleti jugó como si no fuese el Atleti, acaparando la totalidad de la posesión, combinando bien, tocando con un centro del campo conformado por Rodrigo, Koke y Saúl que daba fluidez a las transiciones. Adelante, Lemar frenaba la ilusión y el dominio no se convirtió en gol ni sentencia, con lo que el Girona empezó a estirar sus líneas, adelantó su línea de presión y, en el último tramo de la primera mitad el Atleti se vio de nuevo en un hábitat reconocible, defendiendo un resultado a favor.
Avisó el Girona en varias ocasiones hasta que un tiro del ‘Choco’ Lozano desde la frontal hizo el empate con la inestimable colaboración de Adán, que no acertó a despejar un disparo que tendría que haber despejado. Resulta alargada la sombra de Oblak y se le atraganta la Copa a la portería del Atleti. El Atleti empezó a consumar una tendencia oscura para su modus operandi, un nuevo marcador a favor se quedaba en el limbo.
En la segunda mitad, Simeone corrigió el dibujo sacando del partido a Montero, que estuvo impreciso y se cargó con una amarilla rápido. Metió a Correa y regresó a Saúl al lateral. Entraron más tarde Thomas y después Vitolo, por Griezmann y Kalinic y el completó un buen segundo tiempo. Generó juego y generó ocasiones, pero faltó el gol, ni acertó Correa, ni Kalinic, ni Vitolo, el gol se postuló como otra de las grandes asignaturas pendientes de este curso. Al final, la helada noche en Montilivi terminó con unas tablas acostumbradas y dejó la eliminatoria abierta para la semana próxima en el Metropolitano. Veremos si se mantiene esta ley del empate gerundés.
Foto: atleticodemadrid.com
