Este Atleti es cosa seria

Todavía quedaban algunas dudas por despejar: que si el manejo del balón parado, que si los equipos que se cierran, que si no es lo mismo con el marcador a favor que cuando los partidos se ponen en contra. Pero el Atleti se ha propuesto ser el alumno pedante que va superando cada examen con una nota mejor que la anterior, sin dejar rendija alguna abierta para todos los demás, que lo miran con la rabia propia del que ya no encuentra costuras por donde meter el dedo.

El Valencia planteó una primera parte muy seria en el Metropolitano. Lo hizo también con el viento a favor de un gol increíble de Racic en los inicios del partido. El serbio pegó un zapatazo de zurda desde cuarenta metros que fue como un proyectil a la escuadra de Oblak, cuya estirada fue vana. El gol recargó los depósitos de energía del plan de Xavi Gracia, un Valencia muy ordenado, vertical, con la presión adelantada, maniataba a un Atlético que no encontraba el camino hasta la portería de Doménech. Lo intentaba Joao, que había vuelto a la titularidad, y también un excelso Lemar, que se asociaba por dentro con todo aquel que estuviese dispuesto a devolver una pared. Sin embargo, el empate vino a la salida de un córner, una de las asignaturas pendientes de este gran Atlético de Madrid. Botado desde la derecha, Joao remató en posición un tanto ortodoxa y anotó el gol que abriría las puertas a un nuevo encuentro en la segunda mitad.

Tras el entretiempo, el partido, el Atleti, el Valencia, fueron otros. Es la teoría de los vasos comunicantes, que parte de los colchoneros, que salieron con decisión en busca de los tres puntos, jugando en campo contrario, sometiendo al equipo de la ciudad del Turia, que observó el aluvión que se le veía encima con una pausada resignación. Muy pronto, tras una jugada en el fondo del área en el que la zaga del Atleti aguantó muy bien a base de toque la presión del Valencia. Asumió el riesgo definitivo Hermoso, que se giró en posición comprometida y encontró en un pase largo a Joao, que cabalgó a pie cambiado y metió el balón en el área en profundidad a Suárez. El uruguayo encaró la portería muy escorado y, cuando todos esperaban y se protegían para el centro, Luisito, con treinta y cuatro años y esa alma de puro nueve, metió un toque de interior que tuvo la potencia precisa, el efecto preciso, para quedar fuera del alcance del portero valencianista, ir a dar a la cepa del palo largo y entrar. Un golazo en un momento clave. La canción de moda de Suárez en esta temporada.

Tras quedar atrás en el marcador, el Valencia lo intentó con timidez, pero el partido ya estaba para la potencia del Atleti, que pasó como un rodillo por las aspiraciones ches. Entró Correa por Joao y en una de sus primeras intervenciones, una galopada por la derecha de Llorente sirvió para que el argentino impulsara a la red el gol de la tranquilidad. Hasta el final, hubo minutos para Kondogbia y Torreira y la duda de si habría tiempo para el cuarto o no.

El Atleti ganó a un Valencia que vive malos tiempos, alcanzó la cifra de cuarenta y siete puntos en dieciocho partidos. Mantiene el liderato con siete puntos sobre el Real Madrid, a pesar de tener todavía un partido menos. Cosa seria.

Foto: Getty Images

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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1 Comentario

  1. Ayer estaba escuchando en el descanso del partido la radio. La COPE. Y suelen hacer una pregunta, entre los comentaristas, que se refiere a que cambios se harían y quienes serán sustituidos.
    Los «entendidos» dieron que iba a entrar Lodi (Era el que estaba haciendo en el descanso un calentamiento mayor) y que el sustituido sería Carrasco. Otros apuntaron a Lemar. Pero ninguno dijo Versaliko, que era lo lógico, ya que era el único jugador que tenía una amarilla. Mucho menos que Carrasco se iba a poner en banda derecha y que Lodi se situaría en su carril.
    Seguí escuchando por un momento más el partido por radio y ninguno tuvo al menos la «delicadeza» de decir que Simeone les había sorprendido.
    Digo todo esto, ya que para mí, también sorprendido por el movimiento de Simeone, no me quedó otra que decir para mis adentros «Este tío no deja de sorprender a todo el mundo».
    Por cierto me acordé de Klopp, el que dijo que el futbol de Simeone no lo entendía. Eso si, después de perder dos partidos en una semana contra el Atletico.
    Yo, para terminar, con el buen articulo que ha escrito usted, solo añado lo que dijo ayer Simeone: Cadiz.

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