No me toquen a Angelito

Lo reconozco, soy de los que dudaron. A mediados de julio le hubiese puesto un lazo en la cabeza, acercado al aeropuerto de Barajas y me hubiese despedido con un abrazo eterno antes de irse a Milán. Ahora no, que no me toquen a Angelito. Correa está teniendo esa regularidad que tanto le pedía y se ha echado el equipo a la espalda en el momento más duro.

Correa era ese joven que quería hacer cinco cosas al mismo tiempo y, al final, se quedaba en nada. Su cabeza quería regatear, asistir, pasar al de al lado y chutar en el mismo segundo, muchas dudas que terminaban siempre de idéntica forma: el defensa le quitaba el balón o directamente lo recibía regalado. El argentino ha madurado a base de goles, se está quitando la etiqueta de ‘revulsivo’ y se implica en tareas defensivas. 

Esta temporada ha jugado de delantero centro, de extremo y segundo punta. Le ha plantado cara a los mejores centrales del mundo y el otro día, ante el Liverpool, le hizo la vida imposible al ‘intocable’ Van Dijk. Qué manera de meter el culo en los balones aéreos, ganarle algunos cuerpo a cuerpo y, sobre todo, volverlo loco con su picardía con la pelota: ‘ahora la ves, ahora no la ves’. Robertson y Alexander-Arnold saben de lo que hablo.

En Champions le faltó meterla. De hecho, Correa necesita anotar ese gol con el que sea recordado en la historia rojiblanca (ojalá sea en Anfield). Sin embargo, él ya ha metido 5 goles en liga, 1 en copa y otro en la Supercopa de España frente al Barça. Además, es el máximo asistente del equipo. Un tipo que siempre ha jugado con el corazón y ahora también lo hace con la cabeza.

Ante el Villarreal levantó el partido él solo. Un gol de pícaro, que únicamente ven los más listos de la clase, y una asistencia de gambetero total, como si se estuviese jugando la vida en un pachanga en la pista de su barrio. En el fútbol se necesita astucia y pillería, pero también disciplina y mucha técnica. A Correa le sobran cualidades, va camino de ser un líder. ¡Qué bueno que te quedaste, Angelito!

Autor: Antonio Rodríguez

Periodista digital, de papel o de lo que sea, pero siempre reinventándome. Escribo sobre lo que me gusta y lo comparto con vosotros. De Almería. Música y mucho Atleti. Si se cree y se trabaja, se puede.

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