Si estaban esperando unas líneas criticando la temporada de Koke no van por ahí los tiros. El capitán acabó la temporada pasada exhausto física y mentalmente, sin solución de continuidad se fue a la Eurocopa y sin hacer pretemporada empezó la Liga. En un futbolista, cuyo juego depende en un 90% de su físico, no estar bien es clave para su rendimiento.
Además de su mala temporada, Koke este año está muy solo para tirar del carro en la caseta, como líder del vestuario. Es verdad que ha vuelto su gran amigo Griezmann, pero sin Saúl que era de los que apretaba al resto de compañeros y la poca participación que está teniendo Savic entre lesiones y sanciones, el capitán tiene pocos apoyos.
La diferencia entre un equipo y 11 jugadores es la capacidad que los líderes del vestuario tienen para implicar a las estrellas en el compromiso colectivo. El año pasado con todos los pesos pesados disponibles iban todos a una, este año con reveses tontos como los de Valencia y Levante las cosas se dispersan y encima Koke está muy solo para tirar del carro.