Griezmann, el solomillo y la guarnición

Dijo Lillo que en el fútbol “la guarnición se estaba comiendo al solomillo” en una de sus grandes aportaciones a este mundo que se mueve tan de prisa, no sabemos si él mismo fue engullido por esa guarnición que avanza como una masa informe, arrinconando a lo que antes era lo más importante, lo esencial, el fútbol como juego, lo que sucede en el campo. Todo el affaire que nos ha traído Griezmann es un buen ejemplo de esa frase, el solomillo, el hecho de que por primera vez en muchos años un jugador del Atleti se encuentre entre los mejores del mundo (para mí, Messi aparte, el mejor) y decida quedarse en el equipo en vez de marcharse a uno de esos gigantes que fagocitan todo. El hecho de que el Barcelona, con 500 millones de presupuesto, dinero y favores a la carta, el reclamo de Messi, no haya sido capaz de arrastrar a Griezmann. El Atleti que ha construido Simeone, que se refleja en la trayectoria, pero tiene esta suerte de culminación; por fin el argentino logró convertir al Atleti en lo que siempre fue, un equipo en el que todos quieren estar, un equipo que ofrece todas las garantías para competir, para ganar. Eso, el solomillo, ha pasado a un segundo plano.

Durante todos estos meses, todos nos hemos empleado a fondo con la guarnición. La hemeroteca se convierte en un basurero volátil en el que se pueden encontrar todas las teorías posibles. Pronto la información será un juego matemático, ya no importa la verdad, no importa el solomillo, importa explorar todas las variantes que pueden proveer carbón a esta maquinaria que mueve el estridente espectáculo que se ha montado en torno al fútbol.

No hay nada que me reconforte más que un tipo que duda. Por más que nos traten de vender otros modelos de éxito, hipócritas, mentirosos, la vida es duda y no certeza. Por eso yo comprendo a Griezmann. Griezmann no es Koke, ni Torres, no ha nacido siendo un hincha del Atleti pero sí puede ser Godín, puede haber llegado aquí y empezar a entender todo esto. Es normal que dude, nadie debería matarlo por eso, especialmente los suyos, que como hicieron Simeone y Godín aquella noche, se acercaron a él en el momento de la duda, para escucharlo, para explicarle, para hacerle entender.

Ahora Griezmann ha decidido quedarse aquí, tal vez haya comprendido lo que significa de verdad este club, lo que representa, el lugar que él puede ocupar en su Historia, tal vez haya puesto todo eso en perspectiva y por primera vez en muchos años, esa balanza le haya arrancado la duda a una estrella mundial. A pesar de los cantos de sirena, de Messi, de las emociones encontradas. Las formas, el marketing, el silencio cómplice, el espectáculo adjunto son difíciles de entender en esta sociedad en la que todo ha de ser blanco o negro, o blanco o blanco. Yo quise dar a Griezmann la oportunidad de decidir, quise tomar el tiempo para entenderlo y tal vez estaría escribiendo de manera muy distinta si hubiese decidido irse, pero así funciona esto, es difícil aislar la emoción porque la emoción es la que lo mueve todo: el amor, la pasión, también el perdón.

Con su decisión Griezmann anuncia un tiempo nuevo que nunca podremos agradecer lo suficiente a Simeone. Seguiremos molestando, y cada vez lo haremos con más armas, pudiendo asentar nuestro plan. También todo esto quizá nos sirva para darnos cuenta de que el ruido mediático es sólo eso, ruido, que detrás siempre hay un hombre, a veces un niño, que duda. Y que hay intereses, siempre espurios, que difícilmente van a estar del lado del Atlético de Madrid. Las formas cambian, y nosotros por ellas, y aunque a algunos no nos gusten demasiadas cosas, no debemos olvidar a Lillo y saber distinguir siempre la guarnición del solomillo. Empecemos siempre por el solomillo, por si acaso nos sacia y entonces la guarnición no nos sirva para nada. Griezmann se queda y no es sino un agradecimiento profundo a Simeone, un pilar más para seguir construyendo este maravilloso relato que se sustenta en los valores que hacen del Atleti un club diferente y especial.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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2 Comentarios

  1. Estoy plenamente de acuerdo contigo. Me defrauda ver en cada foro rojiblanco a tipos que no hacen mas que criticar y que al final, pierden el norte. Si queremos tener un club de los mejores del mundo pero de verdad, esto implica un escudo nuevo, con aires de modernidad en su imagen corporativa y subida de ingresos, un estadio acorde al equipo que se quiere construir y como no, tener y retener a las grandes y caprichosas estrellas a golpe de talonario. Todos éstos chavales, que al final no son mas que eso, chavales millonarios son caprichosos y aunque no nos guste, en cada equipo grande hay alguno de ellos. En cuanto a la nueva imagen y al margen de gustos, es verdad que un aire fresco le ha venido bien a esta nueva etapa de nuestro viejo equipo.

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  2. Los ddddddddirigentes del Barsa, han vuelto a hacer el más espantoso de los ridículos.

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