Hoy arranca el Mundial y seguimos sin saber dónde jugará Griezmann. El francés ya tiene decidido el color de su futura camiseta, ya ha reflexionado si va a liderar el proyecto más ambicioso de la historia de un club o si pasa a ser uno más en una plantilla guiada por una estrella, ya ha pensado si quiere ser dirigido por la pasión de Simeone o la tranquilidad de Valverde y ya ha escogido entre ser eterno en el Metropolitano junto a los suyos o ser importante en uno de los campos más laureados de España.
La cabeza de Antoine lo tiene claro y así lo contó hace unos días en rueda de prensa: “La decisión está tomada, pero no es el momento”. No era la ocasión de decir si es cierto que ha puesto una serie de condiciones al Atlético de Madrid para continuar jugando, para confesar que ha pedido a Lemar en su regazo y para explicar que está apretando a la entidad para hacer las cosas bien de una vez y empezar la pretemporada con un equipo que aspire a todo. O por otro lado, simplemente está ganando tiempo para que los rojiblancos gasten los 80 millones de euros de su venta antes de traspasarlo al Barcelona y así evitar que los otros clubes le inflen el precio a sus jugadores.
Griezmann sabe lo que quiere, pero en esta espera se dedica a subir fotos y vídeos con él vestido de rojiblanco. Hace guiños a la afición y fue uno de los primeros en dar ‘like’ a la renovación de Giménez. Y qué decir de las misteriosas fotografías junto a Lemar o Sidibé (pretendido por el Atleti) o el famoso juego con el niño francés que le dice que es del Atlético de Madrid. O también, puede ser que el galo no sepa decir adiós, que le cueste alejarse de los suyos, ya tenga todo apalabrado con los catalanes y ahí sus lágrimas en el último partido de liga.
Una incertidumbre que hace desesperar a unos y desistir a otros. Pero lo que también está claro es que un jugador no puede anunciar si se queda o se va si todavía no ha firmado el contrato de renovación con la directiva colchonera o el nuevo con la blaugrana. ¿Vosotros comentaríais que tenéis un nuevo empleo sin haber firmado lo que se ha pactado verbalmente? Pues eso. También ha decidido si ganar 23 ‘kilos’ en el Atleti o cobrar bastante menos en el Barça y, por supuesto, tiene claro él y su familia en qué ciudad vivirán después del verano.
Las dudas las tenemos nosotros porque no sabemos nada, solo las millones de noticias que nos filtran los medios sin tener lógica alguna. Hay que esperar y escuchar la decisión de nuestro ‘7’ porque seguro que todo este tiempo tiene un motivo, para bien o para mal. Si se va, debería explicar las razones; y si se queda, nadie debería reprocharle nada. El culebrón tiene las horas contadas y no tengo ni idea de qué pasará.