Queda una hora para el inicio del partido, da igual el estadio, el Cholo y el Mono están en la puerta del vestuario, les dejan a los jugadores su espacio. El Cholo parece que flota sobre el aire, se le acerca gente a hacerse fotos y posa pero ni presta atención, va a lo suyo, su personalidad es arrolladora, tiene el carácter de las superestrellas, solo así se entiende que pueda unir como a guerreros a grupos de jóvenes arrogantes como son los futbolistas.
El Mono Burgos, junto a él, con su café en la mano, bromea con todo el que se le acerca, posa sonriente y departe unas palabras con todo el mundo. Son como el sol y la luna, el yin y el yan. El Cholo vive el partido en la banda como si estuviera jugando, el Mono parece que está en uno de los conciertos de su banda de rock, mientras Simeone patea hasta las jugadas Germán se le acerca para hacerle alguna apreciación.
Mucho se ha hablado de la aportación táctica, de estudio del rival y de las jugadas de estrategia del Mono, poco real hay de eso, el cuerpo técnico del Atleti tiene un equipo de una decena de scouting que les da todo preparado, la aportación del Mono en esta década gloriosa ha sido mucho más importante que eso, ha sido el contrapeso al carácter de Simeone.
Ser un buen segundo entrenador, no es sinónimo de ser buen primer entrenador, ser el mejor segundo entrenador que pudiera tener la forma de ser de Simeone no le garantiza el éxito como primer entrenador, pero desde aquí le deseamos que obtenga los mayores de los triunfos.
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