Debe haber pocos ejecutivos en el mundo que le hayan aportado tanta rentabilidad a su empresa como el Cholo Simeone a la Sociedad Anónima Deportiva de Miguel Ángel Gil Marín. Cuando el técnico argentino llegó en 2012 la deuda del club con Hacienda era de 206 millones de euros, a la que habría que sumar otra importante cantidad pendiente con la Tesoreria de la Seguridad Social. En esas fechas para poder fichar el club necesitaba hacer copropiedad con fondos de inversión que en realidad eran los verdaderos propietarios de los futbolistas y dueños de su futuro. Como ejemplo conocido por todos el caso Falcao. Además, los ingresos por televisión apenas llegaban a los 40 millones de euros por temporada.
Los grandes logros obtenidos en el terreno de juego desde que el Cholo está en el banquillo han permitido al club revertir totalmente esta situación. Para finales de la temporada que viene la deuda con Hacienda quedará completamente liquidada, se pueden mantener a las estrellas, ya que actualmente son 100% propiedad del club y su futuro no depende de los intereses económicos de un fondo de inversión. Los ingresos por derechos de televisión en España han superado esta temporada los 100 millones de euros, y en la Champions en las últimas 3 temporadas se ha ingresado 130 millones de euros (lo que hace una media de 43 millones por temporada).
En solo 4 años hemos pasado de ser un club totalmente quebrado, con riesgo evidente de desaparición o de caer en las manos del Peter Lim de turno, a teóricamente ser un club muy solvente y muy potente económicamente. Pero como no todo es el Cholo, en este mismo periodo el club se ha embarcado en la construcción de un nuevo estadio, una operación que iba a suponer el fin de todos los males económicos, pero que ha supuesto tener que pedir un crédito de 160 millones de euros a Inbursa (banco propiedad de Carlos Slim) a devolver en 2021, es decir, 32 millones por año. A ello hay que restarle lo que se saque por el terreno del Calderón, pero el club ya vendió parte de estos aprovechamientos a Martinsa y Andría en los años más oscuros y además hay que devolverle cerca de 50 millones de los aprovechamientos que se vendieron de lo que iba a ser la Ciudad Deportiva de Alcorcón.
Los ingresos actualmente son elevados, pero el gasto en plantilla también lo es, por lo que este chiringuito solo es sostenible si el equipo juega la Champions todas las temporadas hasta 2021, algo que el Cholo ha demostrado que es capaz de hacer, pero ha reducido su vinculación con el club hasta 2018, seguramente cansado de que pese al espectacular rendimiento económico que ha conseguido para la SAD nunca le traigan en verano lo que pide. A la incertidumbre de no tener al Cholo se une que todos los equipos ingresan más por televisión cada año por lo que la competición cada vez estará más igualada y garantizarse la tercera plaza no va a ser siempre moco de pavo, así que en la planta noble del Calderón les deben temblar las canillas pensando en ese 2018.
Foto: Ángel Gutiérrez – clubatleticodemadrid.com