Cuando eres niño es habitual que tus seres cercanos en una especie de juego de arrinconamiento te hagan la típica pregunta de a quien quieres más si a tu padre y a tu madre, algo que en tu inocencia de niño ya tienes claro que es igual pero diferente, les quieres mucho a los dos, pero de manera diferente, tu madre es tu madre y tu padre es tu padre, con todo lo que eso conlleva y que sería muy largo de detallar aquí.
Cierto sector de la prensa, algunos en el entorno del vestuario del equipo, lleva un tiempo trasladando esta disyuntiva infantil a los sentimientos del aficionado atlético con respecto a Simeone y Torres, tratando de crear corrientes para ver si se quiere más a uno u a otro, intentando crear algún motivo de fricción entre estos dos símbolos colchoneros. Señores de la prensa, hagan el favor de frenar este empeño, porque en el Calderón se los quiere a los dos infinito, diferente a cada uno de ellos, pero infinito. Ambos son iconos de este club, los queremos diferente, por lo que han significado uno y otro en la historia del Atleti, pero a los 2 mucho, como a papá y a mamá, y no queremos elegir entre uno y otro por mucho que se empeñen porque les queremos a los dos y aunque intenten empeñarse últimamente, no es incompatible, sino todo lo contrario.
Simeone es mamá, como jugador nos dio una Liga y como entrenador apareció en un momento crítico del club para devolvernos la gloria en forma de títulos y el orgullo colchonero en forma de esencia, probablemente es junto a Luis, la figura más relevante de nuestra historia. Torres es papá, apareció en Segunda y durante muchos años fue el único motivo al que los niños podían aferrarse para ser del Atleti, protegió como un padre a los pequeños atléticos, por eso les queremos a los 2, diferente, pero mucho.
8 marzo, 2017
No hay que hacer ningún caso, a esa jodida calaña, llena de carroña.