Koke y la recuperación

Llegaba el Villarreal para medir el grado de veracidad de la recuperación del Atleti y planteó un examen muy complicado. En un cuarto de hora, Alcácer había hecho un golazo desde la frontal en el único acercamiento a la portería de Oblak y los de Calleja se recreaban en posesiones largas con el buen toque de Trigueros y Cazorla en el medio. Ahí tenían los de Simeone, que veía el partido enjaulado en un palco por acumulación de amarillas, una dura prueba para resolver y lo cierto es que lo hicieron con una muy buena nota.

La reacción fue rápida y el Atleti trató de llegar a los dominios de Asenjo abriendo mucho el campo, Lodi y Vrsaljko ensanchaban su zona y buscaban la espalda de los laterales amarillos. Saúl apoyaba en posición de interior, un Thomas impresionante abarcaba campo para propiciar ataques apoyado en la omnipresencia de Koke, que merece capítulo aparte. Morata, un zapeador de cabeza gacha, entregaba todo, Correa aparecía y desaparecía, fiel a su estilo, y tal vez solo Vitolo, apático, atascado, era la nota discordante en el buen tono del Atleti. Lo intentó por derecha y por izquierda y sólo la manida falta de contundencia impidió el empate. Hubo remates de Morata, varios, de Vitolo, a bocajarro, de Saúl, pero el gol no llegaba y con cada ocasión fallida, el Villarreal trataba de tomar la pelota y desesperar con ella. El tiempo corría en la contra del necesitado hasta que, al borde del cuarenta, Vrsaljko metió una pelota al espacio y Correa apareció de súbito, como un gran ilusionista, para adelantarse a Pau y batir a Asenjo por bajo. Fue el gol que trajo la calma. Desde entonces, el Atleti fue a buscar el sobresaliente.

El agotamiento por el esfuerzo del martes era uno de los principales hándicaps y empezaba a instalarse en las filas rojiblancas cuando en el minuto diez tras el entretiempo el mono Burgos, que sustituía a Simeone en el banquillo, dispuso un doble cambio. Entraron Trippier y Joao por Vrsaljko y Vitolo. Las sustituciones supusieron un nuevo impulso en la voluntad ofensiva del Atleti, que al borde del minuto veinte se adelantó en el marcador en una maravillosa jugada colectiva. Trippier avanzó por la derecha y combinó con Correa que, dentro del área, vio la llegada desde atrás de Koke y le picó una pelota medida para que el canterano cabeceara a bocajarro al fondo de la red. Celebró el Metropolitano el resurgir de su capitán, a sus espaldas va cargada la recuperación del Atleti, un jugador total, que realiza un trabajo difícil de valorar, que roba, juega, asiste, que llega al gol. Un capitán que va asumiendo galones, que anima a quien asiste cuando marca, y que anima a quien marca cuando es él quien asiste. Un chico que lleva desde muy muy pequeño sintiendo estos colores y que ahora ya ha asumido la responsabilidad de lo que significa ser capitán del Atlético de Madrid. A sus hombros, bajo sus pies, está el éxito de este club y el partido de ayer fue una nueva y clarísima constatación.

Diez minutos después, en tres cuartos, Koke recuperó una pelota primordial y asistió a Joao Félix para que el portugués hiciera el tercero de disparo cruzado con la zurda. Un gol importantísimo, porque cerraba la victoria, porque regalaba un final tranquilo a la parroquia, pero fundamentalmente porque trajo la sonrisa del niño de oro, que debe ser determinante para lo que resta de temporada.

El Villarreal fue un rival incómodo, un gran equipo que sucumbió ante la fortaleza del este Atleti recuperado que, superado el bache, aferrado a la magia de Correa, a la vuelta de su capitán, regresa a la tercera plaza de la Liga y se siente feliz cuando ve su enfermería vacía al mismo ritmo que su casillero de puntos se llena.

Foto: Getty Images

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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6 Comentarios

  1. Ayer se vieron muchas cosas positivas sobre el césped, pero a destacar la importancia de realizar buenos pases y con velocidad, el segundo gol es una muestra de ello, una maravilla de jugada que arranca en Joao le dan continuidad Trippier y Correa, y Koke que acaba marcando.

    Sin embargo, no me gusta el exceso de individualismo de Joao en el remate, eso hay que corregirlo.

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  2. En el último partido, se notó la mano del Mono Burgos en el banquillo.

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    • ¿De verdad crees que al estar Burgos en la banda en lugar del sancionado Simeone, cambia la actitud del equipo?
      ¿Entonces lo que se entrena durante los días anteriores al partido con Simeone, para que vale?
      Te lo digo por la razón de que es muy difícil que a un jugador profesional le influya esa situación.

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  3. Pues yo lo tengo claro. Con el Cholo no se entrenan la defensa de jugadas en contra a balón parado, ni siquiera el tirar o parar penaltis. En cambio con Burgos he visto un equipo que perdía el partido, se fue con rabia a buscar el empate, y a continuación, siguió buscando más goles sin hecharse atrás.

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  4. ¿Cuantos entrenamientos del Atletico has visto para afirmar eso que escribes?

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  5. Solo hace falta ver la actitud de los jugadores en el campo. Pero bueno, aquí cada uno tiene su opinión, y el tiempo dará y quitará razones.
    Saludos.

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