El Atleti en la segunda parte

El primer partido del año para el Atleti era una de las plazas duras de la temporada, el Pizjuán, donde llegó ya con esa baja eterna del flanco izquierdo que descoloca a todo el equipo y obliga a Simeone a probar cosas que no siempre funcionan como le gustaría. El primer tiempo frente al Sevilla fue un ejemplo claro; el argentino dispuso a Saúl en el lateral izquierdo con Lemar por delante, Rodri y Koke en el medio y Thomas caído a un costado. El resultado fue un desbarajuste y un dominio abrumador del Sevilla. La banda derecha fue un campo de minas para el Atleti por donde Navas penetraba una y otra vez con una facilidad aplastante ante la pasividad defensiva de Lemar, que dejaba a Saúl todo el trabajo.

Thomas en la derecha estuvo perdido, acompañado de un Juanfran impreciso, dubitativo, casi irreconocible. El resultado de todo fue una primera parte desastrosa donde casi es imposible rescatar nada positivo. El trabajo de Rodri y Koke se multiplicaba, los centrales achicaban y Griezmann y Correa estaban desaparecidos en algún lugar de enorme erial que era la parcela atacante del Atlético. Con ese panorama, en el treinta y seis Ben Yedder aprovechó la enésima internada de Navas por la derecha y puso en ventaja al Sevilla. Antes pudo hacerlo André Silva en un trallazo que repelió con violencia el palo y justo después, Ben Yedder tuvo el segundo en un mano a mano, de nuevo por derecha, que salvó milagrosamente Oblak. El Atleti pedía a gritos el descanso para recomponerse pero lo hizo justo antes de que sonase el silbato. Una acción aislada que supuso una falta en la frontal que Griezmann colocó en el ángulo para poner un empate que desbarató por completo la inercia del partido y que a la postre sería decisivo.

En la segunda mitad, el partido fue otro. Simeone movió el dibujo, puso a Lemar acompañando a Griezmann, para meter a Koke en la izquierda, Correa en la derecha y Thomás a su posición natural, el medio. El equipo mejoró sustancialmente hasta el punto de tomar las riendas del partido. Koke recordó a todo el mundo por qué es imprescindible en este equipo, taponó la sangría de Navas, que desapareció en la segunda mitad y facilitó el ataque del Atleti haciendo invertir el sentido del encuentro. Entró Vitolo sustituyendo a Lemar que hizo un partido horrible y el Atleti ganó pausa y dribbling, le falta apenas un pasito al canario para hacerse el sitio que en este equipo, que lo necesita. El Atleti quería ganar y el Sevilla se empleó duro en frenarlo. Banega vio una tarjeta al límite de la roja y Sarabia fue perdonado groseramente por Mateu Lahoz de abandonar el campo cuando aún faltaba media hora para acabar. El Atleti tuvo su momento pero el rival enfrente era duro y con el papel cambiado, también supo jugar, el Sevilla defendió, achicó y sostuvo el ataque rojiblanco. Se estiró y trató de salir y el partido entró en una fase en los minutos finales en los que podía haber caído de cualquier lado. Simeone reforzó el lateral con el chaval Montero y recolocó a Saúl en el medio con Correa fuera. Griezmann tuvo el partido en un mano a mano tras jugada elaboradísima del Atleti pero el portero del Sevilla, Vaclik, emergió como un titán para salvar a su equipo; ahí y en el tiro desde 40 metros de Thomas que repelió con una palomita excelsa.

Al final, empate en un partido duro, en un estadio duro, en el que Sevilla y Atleti se mostraron como dos equipos bien difíciles de batir.

 

 

 

 

 

Foto: clubatleticodemadrid.com

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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