Para el Atlético de Madrid, ir a Sevilla es jugar a la ruleta rusa. Resulta complicado saber qué esperar del conjunto rojiblanco en el Ramón Sánchez Pizjuán. Durante la era Simeone, el Atleti ha cosechado más éxitos que fracasos en Nervión. Sin embargo, los últimos años han supuesto un frenesí de emociones. A lo largo del último lustro, los colchoneros han vivido la eliminación copera de 2017, la ‘manita’ de Liga dos meses después, el inexplicable empate de la 19/20 y el escándalo de la temporada pasada. Por el camino, el equipo ha intercalado actuaciones sobresalientes con momentos de fútbol nefastos. En una temporada donde la irregularidad se ha convertido en la seña de identidad, ningún escenario se ajusta mejor a la realidad del equipo.
De la capital andaluza se puede salir muy reforzado o muy tocado. Son los caprichos de este dramático mes de diciembre. Todos los síntomas invitan a pensar en otra noche negra para el hincha atlético. La plantilla está en cuadro y su estado de forma dista enormemente de ser el óptimo. Por si esto fuera poco, la dolorosa derrota en el derbi ha dejado al Atlético de Madrid en una delicada posición en la tabla. Trece puntos de diferencia con el Real Madrid y cinco con el conjunto de Julen Lopetegui son demasiada distancia para un equipo que, medio año atrás, estaba cantando el alirón. No parece exagerado pensar que un tropiezo en la ciudad hispalense eliminaría por completo al equipo de la contienda.
Pero el Atleti es experto en el arte del funambulismo. Es en los momentos más complejos donde este equipo escapa de toda lógica. La machada en Oporto sirve como buen recordatorio. En este sentido, la situación se asemeja a la de dos temporadas atrás. El equipo acudía al feudo sevillista en caída libre y sin transmitir sensación alguna de esperanza. Tras un primer tiempo en el que los locales se adelantaron con un tanto del ‘Mudo’ Vázquez, el Atlético de Madrid firmó una de las mejores partes de la temporada. Solamente la falta de acierto de Diego Costa desde los once metros (y el VAR) impidieron que los colchoneros se marcharan de Sevilla con una valiosa victoria. Visto lo visto esta semana, ¿quién se atreve a no creer en las carambolas?
Es posible que usted, humilde lector, piense que existe un exceso de tremendismo en estas líneas. Puede estar en lo cierto. De hecho, conviene resaltar que el Sevilla no vive un gran momento de forma. Sin embargo, no es tanto la fiereza del rival lo que asusta a este redactor como la naturaleza imprevisible de este Atlético de Madrid. Quizás por ello -y por el carácter navideño de estas fechas- sea buen momento para comprar algún boleto por el equipo. Quién sabe si, entre tanta espiral de dificultad, puede ser en el lugar más inesperado donde comience el despertar. Ojalá así sea.
18 diciembre, 2021
No sé que pasará en Sevilla. Mis sensaciones no son nada buenas, pero afortunadamente, me equivoco con mucha frecuencia. Lo que no entendería, es que ó menino no jugase desde el pricipio, teniendo en cuenta que Griesmman está lesionado.
19 diciembre, 2021
Ahí lo tiene usted. El mejor futbolista del equipo no es titular. Maestría tècnico/tàctica del ya amortizado y caduco Simeone. Y derrota, tercera seguida ya…. y las que vienen. Decadencia habemus. Su rato duró de todas formas.
Ole ole ole
Aupa atleti.