La suerte del bombo no ha sonreído al Atlético de Madrid en esta Champions. El azar ha querido que el cuadro de Diego Pablo Simeone tenga que hacer frente a uno de los grupos más poderosos de esta Liga de Campeones. La Juventus de Turín, el Bayer Leverkusen y el Lokomotiv de Moscú serán los rivales del conjunto colchonero en esta fase de grupos. Todos ellos, viejos conocidos para la guardia pretoriana del ‘Cholo’. El calendario tampoco se ha puesto del lado de los rojiblancos. Su debut será el 18 de septiembre en el Metropolitano contra la poderosa Juve. Su primera salida, a la siempre temida Rusia.
La Juventus es el gran ‘coco’ del sorteo para el Atleti. La ‘Vecchia Signora’ vuelve a cruzarse en el camino de los colchoneros justo una temporada después de la traumática eliminación en octavos a manos de los bianconeri. El conjunto juventino es, por derecho propio, uno de los grandes favoritos a conquistar esta Champions. El bicampeón de Europa cuenta en sus filas con el mismo bloque que lo llevó a arrasar en Italia la pasada temporada. Entre ellos destaca la figura de Cristiano Ronaldo, archienemigo por excelencia de la hinchada rojiblanca. El ariete portugués ha anotado un total de 25 goles ante el Atlético, incluidos los tres en Turín que provocaron la eliminación del conjunto de Simeone en la pasada temporada.
Pero la Juve es mucho más que su estrella. La llegada de Maurizio Sarri al banquillo bianconeri ha traído consigo algunos cambios en la plantilla. En el 1-4-3-3 del técnico napolitano destaca la sorprendente reincorporación de Gonzalo Higuaín en la punta del ataque, desplazando así a Cristiano a la banda izquierda. El delantero argentino coincidió con Sarri en el Nápoles y en el Chelsea, por lo que siempre ha sido muy del agrado del preparador italiano. Junto al ‘Pipa’ y a CR7, Douglas Costa completa un tridente de ataque temible para los rivales.
Sin embargo, el gran potencial de esta nueva Juventus reside en su imponente fondo de armario. A los ya conocidos Paulo Dybala, Cuadrado, Mandžukić, Bernardeschi, Bentancur o Emre Can se han añadido nombres de primer nivel como Adrien Rabiot, Aaron Ramsey, Danilo, el veteranísimo Gianluigi Buffon o el gran fichaje del verano en Italia: Matthijs de Ligt. El verdugo de la Juventus en la pasada Champions llegó procedente del Ajax por unos 75 millones de euros. Su juventud (20 años) y sus portentosas condiciones hacen de él el heredero directo de Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci. Pese a ello, Maurizio Sarri todavía no se ha animado a darle la titularidad.
El peligroso tapado de este Grupo D es el Bayer Leverkusen. Diego Pablo Simeone ya sabe cómo se las gasta el conjunto de Peter Bosz. En la memoria del aficionado colchonero todavía perdura la épica tanda de penaltis que clasificó al Atlético de Madrid a los cuartos de final de la Champions 2014/2015. Fue en aquel partido donde nació la leyenda de Jan Oblak en la portería rojiblanca. Y fue también precisamente frente al Bayer cuando el arquero esloveno se coronó ante el Calderón con una triple parada imposible que daría la vuelta al mundo.
Los precedentes demuestran la dificultad que tiene la visita a Leverkusen. Al Atleti ya le tocó morder el polvo allí. Jugar en Alemania no es un desafío nuevo para los colchoneros, pero sus salidas al país teutón no han sido ni mucho menos satisfactorias. De sus cinco visitas a tierras germanas en la era Simeone, los colchoneros solamente vencieron en una. Fue precisamente en el BayArena, cuando el Atlético de Madrid se impuso por 2-4 a un Bayer en horas bajas. Sin embargo, este Leverkusen es un equipo mucho más peligroso y renovado que el de aquel entonces.
Peter Bosz ha conseguido recuperar la clásica competitividad del cuadro de las aspirinas. El ex entrenador de Ajax y Borussia Dortmund ha impregnado su seña de identidad en el cuadro teutón con su 1-3-4-3, sistema que tanto le cuesta descifrar al Atleti de Simeone. Sven Bender, Jonathan Tah y Wendell sostienen la línea de tres centrales del cuadro de Leverkusen. Con un mediocampo rocoso y la fiabilidad de Kevin Volland arriba, la magia reside en las botas de Kai Havertz. Todos los focos mediáticos apuntan a este precoz talento como la revelación de esta Champions. Su capacidad técnica y su descaro por la banda derecha lo han convertido en la gran esperanza del fútbol alemán para el futuro. Sin Julian Brandt, todas las esperanzas del Bayer Leverkusen pasarán por el joven atacante de Aquisgrán.
La gran ‘Cenicienta’ del grupo es, con mucha diferencia, el Lokomotiv de Moscú. El Atlético de Madrid lo conoce bien, pues fue uno de sus rivales en la última Europa League que conquistó. Los resultados no pudieron ser más contundentes: 3-0 en la ida y 1-5 en la vuelta. El equipo del incombustible Yuri Siomin es de los más asequibles de esta Champions. Pese a incorporar a algunos nombres conocidos como Grzegorz Krychowiak o João Mario, las abundantes bajas estivales han debilitado enormemente a los moscovitas.
A favor de los rusos jugará la baza del largo viaje a Moscú. El Atlético de Madrid sabe de primera mano la dificultad de jugar en Europa del Este. San Petersburgo, Astaná, Rostov o Bakú son algunos de los desplazamientos que han tenido que realizar los colchoneros en las últimas fases de grupos que ha disputado. Sus resultados son un buen aviso: tres empates y una única victoria por la mínima. Por ello, nadie en la expedición rojiblanca puede fiarse de la presumible debilidad del Lokomotiv.
Así pues, el Atlético de Madrid tendrá ante sí un duro desafío en esta primera fase de la Champions. El Grupo D combina todas las dificultades que un equipo de la talla del Atleti puede encontrar: un gran ‘coco’, un peligroso tapado y un desplazamiento largo. Todos ellos, además, comparten la complejidad añadida de ser enemigos conocidos por el cuadro del ‘Cholo’. Las viejas rencillas y las ganas de ‘vendetta’ están presentes en todos los duelos del equipo rojiblanco. Toca disparar primero.
