Solo queda seguir

El disparo de Lemar perforaba la meta contraria y la realización nos mostraba la reacción de Simeone. Inmóvil. Suspirando. Como quién se da cuenta de que el móvil que ya creía perdido está en el bolsillo interior de la chaqueta. Como la sensación que tenía yo al salvar el curso de matemáticas, y la promoción, en el último examen de septiembre. Suspiro y a seguir.

Porque en eso consiste el Atlético de Madrid: en seguir. A pesar de las dificultades o de no terminar de encontrar tu mejor versión, si paras es cuando realmente has perdido. La victoria frente al Cádiz fue un soplo de aire fresco para una plantilla a la que ya se le empezaba a notar nerviosa. Falta encontrar el sistema exacto que potencie a todos los futbolistas. Como pasó la temporada pasada, aunque a alguno ya parezca que se le ha olvidado.

Porque no lo olvidemos: El Atlético de Madrid es el vigente campeón de Liga. Y eso no lo digo yo sino los números. Por mucho que ahora vuelvan a asomar la patita los mismos que llevan casi una década anunciando, a todo color y con la banda sonora de Braveheart de fondo, el enésimo fin de ciclo cholista. Por mucho que, sin vergüenza ninguna, comenzaran la pasada campaña tirando de hemeroteca y profetizando un tributo del cuerpo técnico rojiblanco a su pasado en River. Por mucho que al final de la temporada, y con el sabor del título aun en los labios, siguiesen negando la mayor, buscando reductos inverosímiles con los que restar mérito a la persona que ha cambiado la historia del Atlético de Madrid.

No seré yo quien se sume a según qué discursos que pretenden imponer desde los mismos sectores que callaban cuando todo esto era campo. No seré yo quien haga leña del árbol caído ni necesite de buen juego para cantar a pleno pulmón en los momentos en los que mi equipo de verdad demande esos ánimos. No seré yo el que siga el juego en puertas 5 o en los teléfonos de aludidos de ciertas radios. No seré yo el que se aburra al tener por costumbre el ver a equipos como el Liverpool o el Milán desfilando campaña tras campaña por el Metropolitano. No seré yo quien patalee y deje de celebrar que la pasada temporada dominamos el campeonato liguero solo porque cuatro apesebrados del madridismo más rancio y casposo defiendan la teoría de que “casi la perdemos.” De todo esto no entiendo nada.

Entiendo de apretarse la bufanda al cuello y tirar para el estadio, llueva, haga frío o nieve. Entiendo de volver a casa ronco, recordando a duras penas un par de jugadas, pero con la conciencia tranquila de que ese partido se ha peleado. En la grada y en el césped. Entiendo, como los 2500 que han elegido arropar a los suyos en Oporto, que esto va de seguir. Seguir aunque te tiren. Seguir, aunque te digan que no merece la pena y que es mejor abandonar. Seguir porque sí. Seguir porque, en el fondo, es lo que les jode.

foto: IMAGO

Autor: Marcos Martín

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